Cercanía I.
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Mentiría al decir que las cosas en mí vida se estaban reconstruyendo. He perdido a dos personas en menos de un mes; personas que a pesar de todo, a pesar del rencor que había en medio, también tenía consciencia en que ya no los podría ver jamás.
Ellos ya no volverían. Y teníamos que dejar ir a un ángel ahora.
La familia de Jimin estaba completamente destruida cuando tuvimos que comentar la noticia, tanto que de verdad habían creído que estábamos bromeando con ellos durante horas y horas, creyendo que su hijo regresaría a casa para la cena con 85 llamadas perdidas de su mamá.
Aún no logramos conseguir respuestas. ¿Por qué lo había hecho? Una imagen de su amplia sonrisa minutos antes de jugar a las escondidas reinó a mi cabeza durante tres días antes del velorio, sacándome el sueño y convirtiéndolo en lágrimas impotentes que ahogué en la almohada. ¿Por qué, joder? ¿Por qué se había quitado la vida?
Le comenté a Hoseok lo que Yoongi había dicho cuando vio la escena, y también sobre su vacía reacción ante ella. Debido a eso y al rechazo que teníamos por su manera de actuar, ambos habíamos cortado todo tipo de relación durante días, sin embargo, asistió al velorio de Park sin ser forzado a su presencia.
Recordé el gran sentimiento que Jimin me comentó que crecía hacia el chico de cabellos verdes, y lo triste que se ponía cuando Hoseok estaba junto a él. Pero... No, no podría ser esa la razón del suicidio, Taehyung. Definitivamente, no podría...
Y ahora mismo, mordía mi labio inferior con una fuerza increíble intentando guardar toda lágrima asomarse por mis ojos, tras sentir cómo Hoseok lloraba descontrolado en mi hombro, negado ante la idea de mirar hacia adelante, donde el cuerpo Jimin descansaba recostado en el ataúd.
El clima tampoco nos acompañó. El sol estaba oculto tras las grisáceas nubes en el cielo, a punto de contagiarse por el llanto de Jung y comenzar una lluvia que cesaría por horas enteras.
Abracé a mi mejor amigo con fuerza, y él también lo hizo, mojando mi traje con sus ojos oceánicos.
- Lo extraño, Taehyung... Lo extraño tanto... - susurró entre medio de un sollozo - No pude bailar con él una última coreografía, no pude ayudarlo, n-no pude decirle una última vez lo mucho que lo quería...
No respondí. Sabía que si lo hacía, quebraría ahí mismo, por lo que acaricié suavemente su espalda, dejando que se descargue con todo lo que tenía para decir.
Fue al día siguiente cuando decidí ir a visitar la tumba por la mañana. Eran exactamente las nueve, y no había nadie a mis alrededores, y tampoco habría invitado a alguien para que viniera conmigo.
Sólo éramos él, yo, las nubes oscuras y un colorido ramo de flores amarillas, las cuales dejé allí arrodillándome en la tierra húmeda.
- Todo fue muy chocante, ¿No crees? Me hubiera gustado conocerlo un poco mejor antes que esto sucediera. - oí una voz detrás mía, claramente hablándome a mí. Sólo giré mi cabeza levemente, observando por detrás de mi hombro izquierdo al chico por el que tanto Jimin y yo habíamos tenido discusiones.
- También yo, Jungkook... También yo. - respondí, volviendo mi vista a las flores, restándole importancia a su presencia, no obstante él continuó.
- ¿Qué haces aquí tan temprano?
- No podía dormir. Tuve una pesadilla y... Simplemente quise venir aquí. - respondí.
Hubo un largo silencio en ese momento, que fue interrumpido minuto después cuando las gotas de lluvia comenzaron a chocar contra el suelo. Mis ojos se centraron en el cielo, tapando un poco mi cabeza para que no me mojara demasiado.
Sin embargo, logro observar que Jungkook hace un movimiento rápido, dejando ver algo que traía a sus espaldas. Abrió un paraguas negro para dos personas y me cubrió con él. Simplemente lo miré, y me sonrió con levedad.
- No deberías estar aquí ahora, Taehyung. Llueve, hace frío, y para colmo no has descansado como es debido. Dime, ¿Has comido algo al menos?
Negué con mi cabeza, sin dejar de mirar sus rojizos labios que formaban una amplia sonrisa que me generaba cierta tranquilidad.
- No, no he comido nada desde ayer en la tarde. - confesé, levantándome del suelo, notando cómo Jungkook seguía mis movimientos con el paraguas asegurándose que ni una sola gota de agua me tocase.
- ¿En serio? - chasqueó con su lengua. - Hm, sé que a lo mejor suena extraño, pero, me gustaría invitarte un café. Conozco una buena cafetería por aquí cerca, y realmente no me gustaría dejarte solo bajo la lluvia.
- No quisiera molestarte, no es neces-
- No molestas, es decir... Quiero ayudar a que puedas distraerte de todo lo que estuvo pasando, Taehyung. Y, sé que te gusta mucho el café, en especial el capuchino. ¿No te gustaría ir a por uno? - nuevamente sonrió, y pensé por unos segundos su comentario.
- ¿Cómo sabes eso?... - cuestioné.
- En el instituto sueles llevar café cuando tienes frío. O, también cuando sabes que no has dormido lo suficiente y debes prestar suma atención a las clases de inglés para no decepcionar a tu madre. Sé que prefieres el capuchino porque su nivel de cafeína es menor, y que nunca está de más otra cucharada de azúcar en él. - soltó con total naturalidad, bajando su vista cada vez que hablaba.
Me quedé sorprendido y helado por al menos un minuto, pensando todo lo que dijo. Cada una de sus observaciones era totalmente cierta, lo que provocó que una pequeña risa salga de mis labios. Pero, ¿Por qué Jeon Jungkook sabía todo esto?
- Yo... Oh, vaya. Todo eso es cierto, pero... ¿Por qué sabes todo eso? No sé si sentirme impresionado o, tenerte miedo. -
Noté cómo algo en Jeon había cambiado cuando me escuchó decir lo último. Su semblante sereno cambió repentinamente a uno de desaprobación, negando con su cabeza una y otra vez mientras movía sus manos con nerviosismo.
- Oh, n-no, no me gustaría que sea miedo lo que te genere, Taehyung. Sólo... soy una persona muy analítica, me gusta ver los comportamientos de otras personas y... Por todo lo que sé sobre ti hasta el momento realmente me gustaría que podamos ser amigos. - alzó su mirada hacia mis labios, aunque luego los desvió.
- Supongo que... Está bien, tengo que conocer gente nueva, sólo espero no hacer mal las cosas, de nuevo. -
Jungkook simplemente soltó una risa y acarició mi hombro. ¿Que había pasado? Seguro esto sería algo de lo que más tarde me arrepentiría, pero estaba tan cegado por el dolor que dejó la pérdida de Jimin que hablar con Jeon no sería mi centro de atención ahora.
- Entonces, ¿Iremos, Taehyung?
- Claro, Jungkook. Vayamos a por ese café.
» me siento una basura por no actualizar desde hace tanto, y también por traerles este capítulo tan corto y aburrido. mis intenciones eran otras, quería hacer un maratón para la primera semana de enero pero estuve completamente ocupada y mis ánimos tampoco ayudaron.
en fin, realmente agradezco a cada uno de ustedes por leer y votar a pesar de todo, me hace feliz saber que disfrutan de lo que me lleva tiempo plasmar. prometo una nueva actualización muy pronto, más ahora que taehyung y jungkook van a empezar a tener más momentos juntos en los capítulos siguientes. 👻
- hanni. ♡
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obsession © kooktae
FanfictionLa atracción que Jungkook tenía creció, convirtiéndose en un acoso constante, y la obsesión por Taehyung lo envolvía de una forma tan brusca, que lo volvió inalterable. Las inmensas ganas de poder pasar el resto de sus días junto a Kim, sólo lo llev...