"JK".
Narrador.
Sabía que debía actuar rápido.
El tiempo estaba contado, cualquier mínima distracción podría arruinarlo todo.Tomó rápidamente su máscara, observándola por un instante antes de partir. Su original color blanco se había perdido hace tiempo, y varias manchas de sangre seca resaltaban sobre el desgastado color. Poco le importaba; al contrario, le gustaba. El color rojo era su favorito desde que tiene memoria. Se la colocó en su rostro -cubriendo todo de éste- y salió.
Esta vez, al ser una hora medianamente temprana, decidió salir por la ventana de su rota y desordenada habitación a que por la puerta delantera. Hoy habría mucha gente fuera, y lo que menos quería era ser falso en este momento. La rabia que le hacía sentir aquel hombre que golpeaba a su Taehyung, lo invadía de tal manera que no podría controlarse si tenía a alguien enfrente suyo.
Fue cruzando techo por techo, dando pequeños saltos, bajando escaleras metálicas oxidadas y tirando alguna que otra prenda de ropa tendida para ser secada en las terrazas.
Hasta que lo vio por la ventana, a aproximadamente 4 casas de la suya.
El muy bastardo estaba tirado mirando televisión, riéndose, mientras que con su mano derecha sostenía una botella medio vacía de cerveza. Gracias a su vista desarrollada y al tamaño de las heridas, pudo notar los profundos cortes que contenía en su mano. Seguro fueron causados el día de ayer por la mañana, cuando golpeó a Taehyung dejando más marcas en su piel.
Maldición. Con sólo pensarlo sus ganas de acabar con él aumentaban.
Siguió el poco recorrido que le quedaba, hasta llegar a la terraza de su próxima víctima. Logró abrir la ventana de la habitación de Taehyung y entró sin mucho esfuerzo. Ya había estado aquí antes, robando algunas cosas para su colección, desde fotos del mayor hasta prendas de vestir usadas. Todo lo que tenía que ver con él, lo conservaba. Curitas usadas, pañuelos; realmente estaba obsesionado con el chico de sonrisa geométrica.
Aprovechando la situación y dejándose vencer por la tentación, abrió uno de los cajones ajenos, hurtando algunas pequeñas cosas. No era consciente del ruido que estaba provocando, la desesperación de encontrar algo más "valioso" entre las cosas lo tenía demasiado concentrado que tan de repente se olvidó de lo que veía a hacer.
Y ahí fue cuando reaccionó, y se maldijo a sí mismo.
- ¡Oye! ¡¿Qué haces ahí?! - La voz ronca del viejo lo hizo volver a la realidad. Volteó rápidamente, cruzando miradas con el hombre. - T-tú... ¿tú eres el de las noticias? - hizo una pausa. Jungkook no sentía miedo alguno, ya estaba acostumbrado a reacciones así cuando alguien lo veía. - ¡Sal de mi casa! ¡O-o llamaré a la policía! -
El menor rió por lo bajo, comenzando así a acercarse a él con lentitud, mostrando su despreocupación frente a la situación, generando más pánico en el otro.
- Oh, ¿De veras?... Me gustaría verte intentándolo. -
Comenzó a retroceder cuando el desconocido se acercaba - ¿Qué quieres de mí? ¿Q-quieres dinero? Puedo darte dinero - tartamudeó, y temblando intentó sacar algún que otro billete de sus bolsillos. Seguramente robados en los bares al que iba a emborracharse.
- Hmm. - Sacudió su propio cabello. - Vas a pagarme, pero no con dinero. Vas a pagar por todos y cada uno de los golpes y moretones que le has dejado marcados en la piel de Taehyung. - respondió entre dientes, mostrando su rabia.
- Ese maldito imbécil. - murmuró por lo bajo. - ¿Y a ti qué te importa eso? Es sólo un mocoso, un error en mí vida. -
- Y tú eres un error para el mundo. Para mi mundo, donde sólo estamos él y yo. Le has sacado el brillo a sus ojos, todas sus esperanzas. Cualquiera que intente hacerle daño, se las verá conmigo. -
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obsession © kooktae
Fiksi PenggemarLa atracción que Jungkook tenía creció, convirtiéndose en un acoso constante, y la obsesión por Taehyung lo envolvía de una forma tan brusca, que lo volvió inalterable. Las inmensas ganas de poder pasar el resto de sus días junto a Kim, sólo lo llev...