El cajón de los secretos 1

9

 Era lunes.. Y olvidé hacer la tarea. Son las 7 de la mañana! Estoy pérdida! Creo que por tercera vez reprobaré matemática. Indudablemente tendré que irme a recuperación, y al final creo que en ese examen no me irá bien.

Es lunes con "L"De "Looser" creó que mejor me iré acostumbrando a la idea de que soy una perdedora. Pero hoy es el día en que posiblemente Sara se nos una al equipo de perdedores unidos.

Al final llegué a la escuela y me encontré con los chicos y con Abigail. Parecían cansados, pues ellos también olvidaron hacer la tarea, y la hicieron en la noche. Pero Jim no se olvidó de mi y me dio copia mientras sonaba el timbre, no creía terminarla, pero el que no hizo tareas en clase no tuvo infancia. Lamentablemente la maestra de matemáticas era una de las más puntuales en llegar, y lo primero que hacía era recoger la tarea. Nunca olvidaba las tareas pues tenía un folio rojo que utilizaba como agenda, y siempre pero siempre.... Se recordaba. Con otros maestros suele funcionar la técnica que todos se ponen de acuerdo para decir que no había y hacer que el profesor la deje para otro día. Sin embargo esta técnica fallaba cuando el cerebrito o el cumpletodo le decían la verdad a los profesores.

Pero aunque se quedarán callados, esta técnica no funcionaba con esta maestra pues gracias a su fiel e inseparable folio rojo, nunca jamás olvidaba las tareas que dejó.

Iba por la mitad de la tarea justo cuando, la maestra apareció y me la quitó de las manos...

—Señorita Gaby.... Tiene menos dos puntos por hacer la tarea en clase.

—Mejor tarde que nunca— dije para entrar en gracia con ellos, sin embargo ocurrió todo lo contrario.

—Eso es una gran falta de responsabilidad de su parte y creo que por eso no le recibire la tarea.

—No! por favor! La necesito para aprobar!

—Su sarcasmo combinado con su irresponsabilidad, le resta muchos puntos.

—Por favor!

—Dije que no! Lo siento!

¡Haaaaaash! ¿¡Hasta cuando aprenderé a tener la boca cerrada!? Siempre atraigo problemas por hablar de más. Quisiera por momentos sellarme el pico. La maestra comenzó a llamar nuestra atención para dirigirnos la palabra

—¡Jóvenes! Este día haré un examen sorpresa. Así que libros y cuaderno en el bolsón, no necesitan hoja extra,.así que guarden todos los papeles que tengan, solo necesitarán lapicero tinta azul, resaltador, lápiz y sacapuntas. Nadie puede estar con suéter de mangas largas, pues no quiero ver sus chivos (En mi país chivos significa: papel donde anotamos información de un examen para ganar de manera tramposa y sin que nadie se dé cuenta). Y también quiero adentro todos los estuches y cajitas.

La maestra comenzó a repartir mientras las manos cada vez me sudaban, pues no sabía nada, me dieron incluso ganas de ir al baño, pero me contuve para que no pensara que yo quería hacer trampa, y como de todos modos sigo siendo la mentirosa. Gracias a Dios Damian estaba justo a la par mía en el lado derecho. Eso me facilitaría el trabajo, aunque él escribía a una velocidad impresionante y su letra era pésima, trataba de copiar lo que podía y lo que entendía. Pero olvidé que Damian me odiaba sin razón y me quería hacer la vida de cuadritos.

—¡Maestra! Gabriela me esta copiando— dijo Damian levantando la mano y acusándome.

—¡Eso no es cierto! Yo sé lo que venía en este examen

—¡Miente! No por gusto es Gabriela la mentirosa.

—Exijo que me dejen de llamar mentirosa.

—¡Esperen jóvenes! ¡No se peleen! Hay un método muy fácil de comprobar que usted dice la verdad señorita Gaby. — dijo la profesora.

—¿Como?