Capitulo Uno

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El incansable tic tac del reloj antiguo en la pared me volveria loco, todos los jodidos días era igual, estaba astiado de todos, miré a mi alrededor, mis amigos idiotas de siempre, pero bueno, yo estaba dentro del saco, no me podía quejar mucho. Miré hacia atrás y Elena me guiñó un ojo murmurando un "Te espero" si, ya sabia a lo que se referia, quería sexo despues de clases, era la capitana del equipo de porristas, eso significaba un par de buenas tetas y un buen trasero.

Seguí inspeccionando el aula mientras el profesor escribia no sé cuanta mierda en la pizarra, hasta que la miré...

Su mirada estaba concentrada en lo que hacia el profesor, de cuando en cuando la bajaba para anotar algo, sintió mi mirada y se fijó en mi, alzó una ceja y se volvio a concentrar en lo que hacia.

Ya va, ¿Ni un sonrojo? ¿Nada de eso? Veia muchas peliculas románticas, no es que yo fuera un tío cursi, pero tengo una hermana pequeña, que lo único que vee son ese tipo de cosas y a mi no me queda de otra. A lo que voy es que, se supone que cuando el tio majo mira a la chica se supone que ésta se ruburiza ¿no? No es que sea petulante ni nada de eso, pero ¡yo era el más atractivo del instituto! Entonces, por que no provoque ninguna reacción en ella...

La vibración del celular hizo que dejara de mirarla:

"Hey, te reto, consiguete una cita con la rarita"

"Vale, ¿Que gano?"

"Vengo por una semana con el vestido rosado más horrible que encuentre"  Me reí por lo bajo, ninguna chica se me negaba.

"Ve buscando, vas a perder"

"Ya veremos, si no lo consigues, me das el auto"

"Ni en joda"

"Tienes miedo capitán?"

"Te pateare el culo"

"Hasta el siguiente partido, si no, el auto es mio"

"Vale"

Eso me dejaba mucho tiempo, deseaba que acabara la hora, tenía que moverme rápido de todas maneras.

Luna AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora