Conocí a JaeMin [JaeSung]

00 : El último sueño

Las manos de JaeMin eran ágiles, sus dedos precisos, la manera en que tocaba cada instrumento era mágica, sus sonrisa, sus gestos, todo movimiento llegaba a percibirse perfecto. La pareja de su mejor amigo era a lo que podríamos llamar "El príncipe de en sueño".

Los años habían pasado desde que terminó la secundaria, se dedicó a estudiar, a ser el mejor, se dijo a si mismo que buscar el amor no estaba en sus planes, al menos eso pensó, en su corazón deseaba enamorarse, poder tener a alguien que lo amara, alguien a quien querer, que lo corresponda y que lo hiciera sonreír.

No fue muy afortunado con lo que respecta a emparejarse, por no mencionar que nunca tuvo pareja, pero en la amistad conocía a RenJun desde muy joven, eran inseparables, aún si Huang estudiara para ser cirujano y él más adelante fuera un escritor, siempre hallaban tiempo para encontrarse. El mayor se veía feliz todos los días, pero era diferente con JiSung, siempre sentía que algo faltaba, estaba seguro de qué era.

Se chocó con un chico muy guapo, totalmente su tipo, quizá no fuera gay como él, pero no importaba, no era necesario para que le gustase. Al poco tiempo lo vió de nuevo, cogiendo la mano de su hermano elegido, su corazón fue descarado y su cuerpo no guardo apariencias, temblaba ante tal ejemplar, no solo se veía hermoso e inalcanzable, era tierno, dulce y educado, RenJun tenía en su poder a un ser maravilloso, que irradiaba luz, porque para JiSung aquel chico azabache desprendía escarcha y en cada paso dejaba rastro de iluminación.

La idealización que tenía JiSung de aquel sujeto fue incrementando más adjetivos conforme lo conocía, no importaba si éste tenía pareja, mucho menos si su pareja era su mejor amigo, el menor no pararía de sentir lo que sentía, porque ese sentimiento lo hacía sonreír, lo hacía revolotear, lo hacía perderse en su imaginación creando en su mente un mundo paralelo en el que él fuera correspondido.

Llegaba la hora como todos los días, se encontraría a afueras de su facultad con la pareja, vería a JaeMin cargar el bolso de RenJun junto con el del mismo, los vería tomados de las manos, la mirada de aquel hombre fija en su amigo, luego Huang lo alejaría y sentiría Na como una parte de él se hacía pequeña, el de cabellos castaños los miraría atento, oyendo en la nebulosa el sentir melancólico del príncipe encantador. Bajaba las escalera hasta llegar a tal imagen, sin perder el hipnotismo que el rostro fino de aquel hombre emanaba.

- JiSung ¿Nos vamos?

La voz del pelinegro sacó de su mundo al mencionado, que quitó rápidamente la vista del que cargaba los bultos.

- Hola JaeMin.- Saludó primero a su amor inalcanzable, luego se tiró a abrazar a su bajo amigo.- RenJun.- dijo entre un abrazo.

- ¿Qué tal tus clases? ¿Te tratan a lo espartano?
Comentó entre risas mientras se separaba del alto.

- Esparta es la ciudad-estado guerrera, Atenas es la de los sabios.
Respondió Park mirando a principios a su amigo y luego quedar perdido en la faz de quien amaba.

- Oh~ Ateniense. Mi pequeño "hermanito" será una enciclopedia.
RenJun colocó una de sus extremidades tras la espalda de JiSung en un medio abrazo y comenzó a caminar.

- Si.- Entusiasta enunció el menor de los tres.- ¿Qué tal va la música, JaeMin?

Esa era una pregunta monótona, la cual era un artilugio que usaba el castaño para poder hablar con su mayor.