Escribí esto en marzo del 2018:
Antes tenía la manía de siempre guardarme todo, reprimirlo lo más que podía. Sobre todo a la hora de llorar. ¿Y saben qué? Me di cuenta que vale la pena. Ya no quiero aguantar algo tan humano y natural como una emoción, ya sea tristeza, decepción, frustración o enojo por orgullo. Siempre he sido súper llorona, y me lo guardaba hasta que estaba sola. Al final me hacía más daño eso que llorar ahí mismo, porque el nudo en la garganta y la presión en el pecho se quedaban ahí. Ahora no, ahora sí soy capaz de desahogarme y demostrar mis emociones sin importar lo que el resto vaya a pensar, porque lo hago por mí, porque al final me hace sentir mejor llorar que no hacerlo. Y sí, fue difícil, pero lo logré.
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Cosas Que Pienso De Vez En Cuando
Kurgu OlmayanCosas que voy a escribir cuando me de la inspiración o busque desahogarme, nada muy específico.