【Mi tonto príncipe.】「C B」

XIII.

En la sala entraron de manera salvaje cinco lobos, haciendo soltar un jadeo a los presentes. Dichos lobos mantenían sus hocicos manchados de sangre y no sé distinguían sus olores a causa de esa misma sangre.

Buscó con la mirada a JongIn, pero no lo encontró. Su padre pidió que los presentes se colocarán detrás de él, y fue obedecido, pero a ChanYeol no le permitieron ir y taparon su visión mientras uno de los lobos se ponía frente a él. Alguien tomó su mano y abrió los ojos al ver a su omega, éste hizo un gesto de guardar silencio y una sonrisa escapó.

Los lobos dejaron un pergamino a los pies del rey justo cuando BaekHyun salía de la sala tomando la mano de su alfa. Y segundos después Lucas pasó a su lado corriendo.

Afuera del reino estaba una vieja pick up donde Chen les esperaba junto a MinSeok, subieron en ella y cuando los lobos brincaron, justo al caer desaparecieron dejando a la vista sus admirables físicos.

Y Chen no esperó mucho para arrancar.

—Luna mía, ¿En serio te atreviste a robarme en mi boda?— ChanYeol preguntó lo obvio abrazando a su omega.

—Tenemos que improvisar en algunas ocasiones— Y fue BaekHyun quien le robó el beso.

—No solo me robas a mí, si no que también me robas besos— bromeó besando las mejillas del menor.

Justo en los límites del bosque, JongDae detuvo el vehículo y ahí bajaron los chicos de Kai:— Buenas suerte, BaekHyunee— Irene lanzó un beso al aire.

—Regresa de vez en cuando— Lucas guiñó su ojo derecho y en ese momento se escondieron entre los árboles, a la vez que Chen volvía conducir.

Y entre besos y caricias, Chen volvió a detener el auto, delante de una pista de aterrizaje.

—Llegamos, el helicóptero llegará en unos minutos, bajen, recuerda que ya están las maletas allá— Chen besó la frente de su mejor amigo y le ayudó a bajar.

—Sí, te mandaré mensaje apenas llegue.

Y tomando nuevamente la mano de ChanYeol subieron al helicóptero que acababa de llegar. La emoción no podía con ellos. ChanYeol en cierta forma se sentía mal por dejar a su padre ahí sin darle explicaciones, pero mirar lo bello y perfecto que es su destinado a partir de ese día era un mejor plan a futuro.

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—¿ChanYeol? ¿Ya llegaron a Jeju?— la voz de su padre sonaba calmada y emocionada.

—¿No estás enojado?

—¿Por qué debería? De todos modos, ya estamos arreglando el asunto acá. Mándale saludos a Baek. Ay, ésto me recuerda a cuando robé a tu madre. Qué felicidad.

—Padre...

—No uses condón, tu madre y yo usamos y no pudimos alcanzar la meta de doce hijos.

—¡Padre!

—Bien, hablamos después hijo, recuerda que eres mi favorito, pero no le digas a tus hermanos.

—¡Papá!— escuchó la exclamación de sus hermanos detrás del teléfono y carcajeó.

—Te queremos Yeol.

—Yo a ustedes.

Y colgaron, y al dar la vuelta hizo trucos para poder sostener correctamente al joven de olor a cerezas sin separar sus labios. Jamás se imaginó que estaría oculto en la cabaña de su madre junto al hombre que más amaba.

—¿Qué hice en mi vida pasada para tener tan precioso destinado?

—Y sexy.

—Precioso y sexy destinado.

—¿Ya te dije que te amo?

—No.

—Pues lo hago— y BaekHyun besó de nueva cuenta a su alfa.

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—¡Maldito!— bien, el primer día era de enamorados el segundo no tanto— ¡Escúchame bien Park ChanYeol, si tú compras esa aerolínea nos divorciamos sin estar casados!

—¡Cariño!

—Nada de cariño

—¡La compro!

Y BaekHyun sintió su corazón romperse, realmente su novio había comprado lo que él le había pedido que no comprara. ¡Se atrevió a comprar esa aerolínea!

—¡Nos divorciamos!— gritó tirando los dados. Sus ojitos brillaron cuando su avión aterrizó en la casilla de Rusia.

—¡No, Baek! Podemos hacer un acuerdo.

—¡Nada de acuerdos! ¡Compro Rusia!

Bien, llevaban más de una hora jugando turista y había peleado más de lo que creyeron posible en un año.

—Baek, era la única que me faltaba— ChanYeol hizo ojitos a su pareja, pero éste no declinó.

—Yo solo quería la Aerolínea y no te importó.

—¡Era un regalo para nuestro hijo!

—¡Pues Rusia también lo será!

—¿Y por qué estamos comprando países al chamaco y aún no lo hacemos a él?

—¿Me acabas de hacer una propuesta indecente?

—Sí.

—Jalo.