RAY

Tu fuiste mi comienzo

El chico que esta frente a mi me mira con sus lindos ojos llenos de iluciones y emociones a la ves  él temía que yo supiera la verdad pero se había equivocado en una cosa  por supuesto no le dejaría marchar  yo le buscaría en todo el planeta si es posible jamás había sentido tanto amor por alguien así aparte yo era de las pocas personas que no creían en el amor

- ¡No vuelvas hacer eso!

- ¿Hacer que? - me pregunta inocente.

- Aparecer de ese modo como acostumbras - le replicó.

- Vamos que ocurre - se acerca a mi.

- Esta bien que muestres tus habilidades pero no le presumas a esta mortal - me señalo.

- Avery no vuelvas a decir

- Es la verdad Ray.

- No lo es  tu eres mi razón.

- Ray porque me has dicho que yo siempre fui tú destino aun no lo he comprendido.

- Te conozco desde que eras una niña Avery.

- Que  - ,  por tercera ves en un día estoy sorprendida

- Tal vez tu no lo recuerdes tenías cinco años cuando te vi por primera vez.

- ¡Imposible! -  me siento lentamente en la orilla de mi cama tratando de tranquilizar a mi pobre corazón que no se a regularizado del todo.

- Sabia que tu serias mi amor pero espere muchísimo tiempo para que eso pasara,  para que nuestro amor se diera.  
Yo creia en ese tiempo que pronto conocería a mi verdadero amor  pero Lestat me dijo que aun no existía ¿sabes que pensé? que jamás me llegaría un ser tan maravilloso y lo deseaba de verdad, algo me llevo a ti, conocí a tu padre en una estación de tren llevaba unas hermosas rosas rojas como el color de tus labios - me acaricia mis labios con ternura como si adorará mi piel - lo seguí - cierra sus ojos y los abre rápidamente y me vuelve a mirar sonriente - Y te vi por primera vez tu madre te llevaba en brazos esperando a tu padre en casa con una tu gran sonrisa desde entonces comprendí que podía esperar que valdría la pena no me importaba cuanto tiempo, algo no sé pero mantuve las esperanza,  no veía la hora que pasara el tiempo para al fin dejarme aparecer por completo y  aqui estoy.

- No - niego con la cabeza -Es que tu ya me conocías,  sabias todo ahora que te recuerdo siempre se me atravesaban algunas palabras que no entendia” - lo miro sus profundos ojos radian un amor incondicional.

- Yo soy el chico que te topaste el día que te mudaste con tu padre.

- Eres el mismo que me defendía de todos los que me molestaban, siempre estuviste ahí, esa es la razón por la que llegaste aquí el mismo día que yo,  no fue casualidad. 

-  Así es incluso cuando te ibas con tus amigos liberales.

- Oye no son liberales son personas interesantes nunca se metían en problemas,  bueno solo metían a los demás en unas circunstancias nada amigables pero eso no es lo quiero decir.

- Bueno, bueno,  como tu digas - se sienta a mi lado - Pero no me agradaban para nada menos  cuando  uno de ellos trato de besarte.