Capítulo diez: Calma

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Wei WuXian no despertó en toda la noche, ni al día siguiente, ni al siguiente. Mientras el tiempo pasaba, en la Torre Koi todo el mundo esperaba por una respuesta a lo sucedido en aquel momento. Jin ZiXuan no dio detalles al resto de los cultivadores, y solo los que estuvieron en la sala de curación estaban enterados de todo. Sin embargo, los rumores se esparcieron más rápido que la pólvora.

¡El temible Patriarca Yiling fue atacado! ¡Y nada menos que por el General Fantasma, Wen Ning!

Como si fuera poco, Jin GuangShan regresó a la cama justo después del día de la presentación de Jin GuanYao y Mo XuanYu, ahora siendo todo un Jin —y quien fue castigado por el hurto, aunque fue sobornado para eso. Madame Jin simplemente había dado dos órdenes: Jin ZiXuan sería nombrado líder de Secta, y la vigilancia se triplicaría ahora que la torre fue amenazada por miembros del mismo Clan Jin.

No hubo ceremonias grandes, como era de esperarse, y Jin GuangShan no podría oponerse a las órdenes de su esposa, aunque quisiera, cediéndole a su hijo su puesto. Con la autoridad, y ninguna oposición de los ancianos del clan, Jin ZiXuan inició una investigación de Jin ZiXun.

Justo al cuarto día desde el incidente, Jin ZiXuan pisó de nuevo el cuarto de sanación. Ahí, Lan WangJi permanecía al lado de Wei WuXian, siempre junto a él, siempre tomando su mano. Jin ZiXuan había madurado mucho durante los años, aprendiendo a ser menos arrogante, más considerado y no tan impulsivo —aunque a YanLi le gustaba esa parte de él; por eso, cuando vio la devoción con la que Lan WangJi cuidaba de Wei WuXian, y el miedo en sus ojos de perderlo en esa ocasión, no pudo evitar sentir empatía. Si él estuviera en esa situación, si en la cama estuviera YanLi, bueno... no podía ni imaginar su sentir.

Wen Qing acababa de cambiar las vendas. Ella lucía un poco demacrada por estar corriendo entre Yiling, Lanling y Gusu. Dos veces llevó a Jiang Cheng y a Lan XiChen a que contuvieran cadáveres como lo estuvieron haciendo mientras Wei WuXian estaba de viaje; una vez viajó para recoger a su familia, junto con Lan XiChen, y de ahí fueron a Gusu para instalarse oficialmente. Después de eso, cada vez regresaba a Lanling para revisar el estado médico de Wei WuXian y visitar a su hermano, que permanecía en una de las prisiones subterráneas de Lanling mientras se decidía la fecha su juicio.

Lan WangJi había querido mover a Wei WuXian a Gusu justo al siguiente día, pero Wen Qing aconsejó que lo mejor era esperar; no era seguro, y él había estado teniendo fiebre alta cada noche sin falta. Además, todavía no encontraban el sello y Jin ZiXun no aparecía. Jin XuanYu no decía otra cosa, pero parecía que había dicho todo. El misterio sin resolver solo los ponía paranoicos y ansiosos. Al final, Jin ZiXuan aceptó que se quedaran en la torre, al menos hasta que Wei WuXian despertara o pudieran llevarlo.

Jin ZiXuan no miró en la dirección de Wen Qing ni una sola vez, sin saber bien cómo tratar con ella. De todos modos, no dijeron nada y él se dirigió hacia Lan WangJi para preguntar sobre Wei WuXian. Había un claro sufrimiento en la voz cortada del segundo jade cuando respondió.

—Igual.

En la habitación, además del olor a hierbas medicinales, estaba otro un poco menos denso, pero perceptible. Olía a una mezcla entre jazmines e incienso de sándalo. Todos sabían que el sándalo era un aroma que Lan WangJi usaba para meditar, pero los jazmines, hasta ahora, solo se los había conocido a una persona.

—¿Ha estado Yu-er aquí?

Lan WangJi asintió.

—¿Por qué?

—... Culpa.

Jin ZiXuan asintió.

—HanGuang-Jun —dijo Wen Qing de repente—, iré por algo de comer. Traeré un plato para usted.

PAUSADA ♦ Tiempos aparte ♦ Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora