XVIII. Mi novio [1era parte]

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-Escucha... Quizás Daryl te crea el show de mosquita muerta que montas pero a mí no me engañas, sé la clase de perra arrastrada que eres y de una vez te aclaro que no me caes bien, no me agradas en lo absoluto y de ser por mi ya te hubiera disparado en la cabeza.

La chica sonrió confiada, suspiró.

-Daryl me ha tomado como su nueva protegida ______, creó que hasta él atraparía por mí esa bala que tanto quieres dentro de mi cabeza.- sonreiste irónica.

Diste un paso al frente para quedar a centímetros de ella.

-Alejate de mi novio...- miraste sus ojos, no era una advertencia era una amenaza, la chica sonrió.

-Yo creo que no, sé que Daryl está contigo pero... bueno... contando las cosas que sé sobre ti.- Alzó ambas cejas y sonrió con autosuficiencia -Deberías ver lo fácil que puede ser enredar a un hombre cuya novia es una perra egoísta, grosera, envidiosa, posesiva y mimada...- alzó ambas cejas. Sonreiste irónica.

-¿Estás describiendome?- la miraste fingiendote sorprendida. -¿Tan pequeña te sientes a mi lado?- fue su turno de sonreír irónica, se relamió los labios y te miró.

-Solo digo lo que nadie se atreve a decirte.- Margot se encogió de hombros, la miraste amenazante, ella volvió a sonreír. -y ahora te digo que tengas cuidado ______, ya no eres la única en el juego.- pasó de lado. -Nos vemos luego Doctora.- apretaste los labios y la miraste marcharse.

(...)

-Sí, bueno quizás deberías estar con ella...- Dixon te miró cansado.

Y la verdad es que tú decías esas palabras de la misma manera, de nuevo estaban discutiendo por culpa de Margot y esto te cansaba en verdad, Daryl suspiró.

-Porque en vez de decir tanta mierda no dejas de actuar como una inmadura.- alzaste ambas cejas.

-¿inmadura?- sonreiste irónica. -cuando llegamos tu actuabas de la misma manera cada que hablaba con Aideen Monroe.

-Aideen Monroe andaba detrás de tí como un perro.

-Y como un perro es exactamente la manera en que te comportas con ella.

-Ya basta _______,- alzó ambas manos -no quiero seguir peleando contigo, cuántas veces tendré que decirte que a Margot la veo solo como a una amiga.

-Las suficientes hasta que me las crea.- Dixon apretó los labios, negaste al mismo tiempo en que suspirabas. -Escucha...- Daryl te miró fijamente -Sé que Margot te dijo que pasó cosas feas, que su familia murió, que su padre fue una mierda...- sonreiste irónica. -¡Pero es el puto fin del mundo Daryl! ¿quién no ha perdido algo?- negaste. -Ella me ha dicho que le gustas.- eso pareció desconcertarlo. -Y hablo contigo solamente para decirte que si ella también te gusta...- Dixon iba a decir algo pero no lo dejaste, continuaste hablando. -solo te digo que puedes decírmelo, Soy tu novia desde la prisión y quizás eso ya te haya cansando.- sentiste algo en tu garganta.

-_______ yo a tí te amo, no puedo ni siquiera pensar en las cosas que dices porque a ella solo la veo como una amiga.- negó.

-No Daryl... Carol es tu amiga, Maggie es tu amiga... Margot es una tipa que apenas conoces... y que aunque lo niegues trata de separarnos, y si no te das cuenta de ello no es porque no lo veas, sino que no quieres hacerlo.

-Sé lo que un padre malvado puede hacerte y ella también lo sabe, es lo único que tenemos en común, tú no podrías saberlo porque naciste en cuna de oro.- negaste irónica. -Tus padres te amaron y mimaron, tus padres te dieron el mundo...

-Mis padres trabajaban las 24 horas del día, sí tuve todas las cosas que tuve pero estuve sola toda mi vida...

-Que fácil es decir eso cuando en tu casa había Piscina, servicio doméstico y eras una puñetera estudiante de Medicina,- sentiste una bofetada, esas palabras habían sido una bofetada, él siguió hablando. -tu padre era un neurocirujano prestigioso, tu madre una cardióloga extraordinaria y conducías el más maldito último modelo del auto que se te antojase.- te llevaste una mano a la cabeza, empezaba a dolerte, -Margot puede entender cosas que tú nunca harías.

-¡Pues yo no tengo la culpa de que mis padres a mí sí me hayan querido!

Ca-Bom

Dixon te miró fijamente mientras apretaba los labios, te lamentaste por lo que dijiste pero ya era tarde, lo miraste.

-Margot tiene razón... eres una...- contuviste el aliento, Dixon negó. -Me voy de aquí.

-Daryl por favor.- trataste de detenerlo, él negó.

-Ya basta,- se giró para mirarte. -No puedes entenderlo, no puedes entender nada y yo no puedo con esto...

-¿Qué quieres decir?- sentiste que tú pecho se oprimía.

-Que no sé porque estamos juntos, tú y yo... no nos entiendo.- y sin decir nada más, salió de la habitación, sentías que tus ojos se vidriaban.

¿Acaso había terminado contigo?
sentiste algo feo en el pecho.

Quizás sí eras una perra egoísta después de todo.





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DARYL DIXON ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora