Deanna te había pedido de favor que dieras clases a los niños y adolescentes de la comunidad como maestra de Matemáticas, era cierto, eras un haz en la materia y era tu especialidad en la carrera que estudiabas antes del apocalipsis, pero sólo te habías quedado a medias, el fin del mundo había llegado y con ello tus estudios, sin embargo como amante de los números, ecuaciones y diferenciales, habías aceptado, ahora todos los niños y adolescentes tenían la obligación de ir tres días a la semana para recibir sus clases y hoy era uno de esos días.
Entonces como si de verdad fuera una escuela o un salón de clases tenías que pasar lista, ya que Deanna había hecho como obligatoria la asistencia. Miraste el papel en tus manos.
-¿Por que matemáticas _______? ¿No podías haber elegido algo más sencillo como...- Ron se quedó pensando. -enseñar a pintar o lo que sea que haga una maestra del jardín de niños?- sonreíste, entonces Sam regañó a su hermano.
-No la molestes Ron.- el pequeño te miró, -a mí sí me gustan la matemáticas _______.
-A ti te gusta _______.- Enid sonrió burlona, todos comenzaron a molestar al pequeño Anderson quién al instante se puso colorado, sonreíste enternecida. -Lastima que a _______ sólo le guste Daryl.- fue tu turno de ponerte roja, miraste a la chica con los ojos entrecerrados.
-Basta Enid.- te hiciste el cabello hacia atrás.
-Entonces sí es cierto.- la muchachita comentó sonriendo, negaste.
-Daryl es muy raro ¿Por qué alguien como ______ se fijaría en él?- Ron miró a Enid.
-Suficiente, mejor comencemos con la clase.- te pusiste de pie y caminaste hasta la pequeña pizarra que había en la pared.
-_______...- Ron llamó tu atención, te giraste a verlo. -¿No ibas a pasar lista?- Entonces de nuevo te pusiste colorada, era cierto pero con los nervios que se te habían originado al mencionar a Dixon lo habías olvidado.
-Es verdad.- comentaste mirando de nuevo la hoja, Entonces preguntaste por el primer nombre en la lista.
(...)
Estabas guardando tus cosas en tu pequeño bolso cuando el pequeño Sam se te acercó para entregarte algo, miraste la flor hecha a papel que traía en la mano.
-Una flor para otra flor...- no pudiste evitarlo y te reíste.
-Gracias Sam, es muy linda.- la tomaste en tus manos. El niño no dijo nada más pues salió corriendo del lugar, negaste y entonces tomaste tu bolso.
Al llegar a la casa que compartías con Rosita y Eugene dejaste tu bolso en el sofá, miraste a Yuyin.
-Hola...- saludaste.
-¿Y ese horigami?- frunció el ceño.
-Sam me lo ha obsequiado.
-Dado a mi criterio y diagnóstico puedo deducir que como maestra de ese infante, el niño ha desarrollado cierto afectó por tí, le gustas y en un intentó de llamar tú atención te ha obsequiado esta manualidad hecha con papel...- la tomó examinando la flor. -Tiene mal el dobles del medio...- se la quitaste de las manos.
-Tiene como nueve años Yuyin- él te miró y sin esperar alguna respuesta fuiste a la cocina, dejaste la flor en una esquina en un florero vacío que había ahí, entonces saliste de casa, habías quedado con Carol para cocinar galletas, al salir viste que Daryl charlaba con el pequeño Sami.
Sin embargo a medida que avanzabas podías ver que el niño se encontraba algo alterado, cuando ambos se percataron de tu presencia, Sam sonrió y te dijo adiós, después de eso se marchó.
