ƁROKEN ƦEALITIES ━━ The Flash

II. Broken Arrow

Luego de un día lleno de confusión y mucho estrés, el ex velocista escarlata decidió ir a la ciudad vecina en busca de ayuda del Equipo Arrow.

—¿Oliver? —llamó, entrando a la guarida. Le sorprendió lo oscuro que estaba, parecía viejo y descuidado—. ¿Felicity? ¿Digg?

Barry se acercó a una de las computadoras, encontrando una foto de Felicity con el marco y vidrio rotos.

Siguió mirando y se topó con un muro con diversas fotografías de personas tachadas con rojo. Entre ellas: Slade Wilson, Malcom Merlyn, Conde Vértigo, miembros de La Liga de Asesinos...

Y no pudo identificar a más, ya que en un momento tenía a un hombre detrás suyo y una filosa flecha en su cuello.

—Tienes dos segundos para explicar quién eres y cómo entraste —advirtió una voz ronca.

—Barry, Barry Allen. Conozco perfectamente la entrada porque he estado aquí antes, yo... también soy vigilante —explicó lo más rápido que pudo—. Más bien, héroe.

—Jamás te he visto —declaró el hombre, a punto de cortar su garganta, pero entonces Barry golpeó con toda su fuerza a su estómago y, aunque el otro ni se inmutó, con su pie pateó su rodilla, jalando también de su brazo para quitar la flecha de su cuello.

El hombre perdió el equilibrio un segundo, y Barry aprovechó para apartarse.

—No estoy aquí para pelear, tan sólo quiero que... —El intento de Barry se cortó cuando el otro lo derrumbó de una patada.

Barry intentó levantarse, pero no lo logró por los golpes que llegaron en todas partes. Esquivando su dolor, buscó alguna herida en él, algo que fuera un punto débil para atacar... Y entonces lo vio: se le dificultaba mover el brazo izquierdo.

Como pudo levantó su puño para golpear, pero en cuanto chocó con el otro, no sintió piel, sino algo duro. Trató de jalar de lo que sea que tenía. El encapuchado giró su cabeza levemente para mirar y Barry le dio un cabezazo.

Se abalanzó usando todo su peso y logró cambiar de lugares.

—Tienes entrenamiento —dijo él, sacando disimuladamente un control remoto.

—Del mejor maestro —Barry alcanzó a ver sus intenciones y se agachó, poniéndolo como su escudo—. Y no volveré a caer.

Dos flechas golpearon contra el costado del encapuchado. Él gritó, retorciéndose en el suelo. Y la capucha que lo cubría cayó.

—Oliver... —susurró Barry, con los ojos bien abiertos.

—¿Cómo... sabes mi nombre? —cuestionó con dificultad—. Nadie me llama así. Ya no más.

—Solíamos ser amigos. En otra vida, supongo.

Entonces recordó cuando lo conoció.

Toda su vida estuvo buscando lo imposible, analizando cada cosa anormal, para ver si tal vez resolviendo uno de esos casos; lograba encontrar a quien asesinó a su madre.

Un día se enteró de un crimen extraño en Starling City, uno que la policía pensaba era debido a que utilizaron maquinaría pesada. En cambio, él creía que pudo hacerlo un hombre con fuerza sobrehumana.

Y así, sin saberlo, había comenzado la travesía de su amistad.

Pero ahora, gracias a su cambio, él seguramente nunca se interesó por los casos no posibles. Y definitivamente no fue a Starling por todo el tema de la inseguridad.

—De donde vengo nosotros salvamos nuestras ciudades como héroes —mencionó Barry, con media sonrisa—. Y en ocasiones, trabajamos juntos cuando la misión lo amerita. Pero no es sólo eso, además de ser compañeros, somos amigos. Tú estuviste cuando obtuve mis poderes, en la batalla contra Reverse Flash, cuando detuvimos a Vandal Savage... Siempre has estado para mí. Perdóname por no hacer lo mismo.