ƁROKEN ƦEALITIES ━━ The Flash

29 | Cacería Salvaje

"Ven al atardecer, mantendré la puerta cerrada
para que no entren los cazadores salvajes."
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Scudder se miraba a través del espejo de cuerpo completo que robó para su nueva guarida. Gracias a sus poderes recién descubiertos, estaba consiguiendo más beneficios de lo que un día tuvo al trabajar con Snart.

Oh, Leonard Snart, a quien sólo le importaba ser el dueño de Central y no que sus aliados recibieran algo de crédito por hacer tanto por él. La primera búsqueda había sido impulsiva, nacida de su desesperación al haber estado atrapado en un espejo durante tres años, viendo la vida pasar frente a él. Scudder no contempló mucho las posibilidades de fallar, pues ahora que se había vuelto un metahumano, se sentía poderoso. Como un dios. Pero Snart siempre tenía que salir bien librado, ¿no? Pues su larga racha de conquista estaba por terminar. Scudder pasó los siguientes días estudiando sus pasos, investigando lo que había hecho Snart durante su ausencia. Eso incluyó, por supuesto, conocer a la intrigante pandilla de personas como él.

Snart ya no era el simple ladrón que soñaba en grande. Bastaba con saber a qué se debía la reunión donde lo encontró, organizada por él. Scudder pudo haber estado fuera un tiempo, pero descubrió que si consigues un contacto, lo tienes para siempre. Usó su vieja reputación para ir a las calles y obtener información. Los rumores aseguraban un nuevo despertar en Central, con Snart alzándose sobre ella como nuevo Jefe Criminal.

Le costaba creerlo, ciertamente, pero si esas eran sus intenciones, el reinado no le duraría mucho. Pues Sam Scudder lo tomaría, todo lo que alguna vez perteneció a Snart. Y para ello, comenzaría con sus Rogues. Atacaría a su gente, porque si algo había aprendido en este nuevo valiente mundo, era que Snart había evolucionado junto con el, y ahora le importaba proteger a los suyos.

Sólo bastaba con un ataque, bien planeado, que lo orillara a salir de su escondite. Pero tenía que saber quién sería la carnada.

ㅤ—¡Sam, cielo! —lo llamó Rosa, desde la sala.

Él se ajustó la corbata antes de dirigirse junto a ella, con una buena sonrisa plantada en su rostro por su plan comenzando a tejerse.

ㅤ—¿Esa no es la chica que estaba con Snart? —preguntó Rosa, señalando a la televisión—. La perra que nos disparó.

Scudder puso su atención al aparato de inmediato. La pantalla mostraba a una chica morena, Iris West, hablando sobre el más reciente reportaje de su empresa como si fuera la noticia del año. Pero cuando finalmente se calló, la imagen a su lado se agrandó, mostrando a una pelirroja llamada Camila Rojas.

Scudder se sentó en la mesa de café, frente al televisor, y con una mano tocó la pantalla donde mostraba a la chica. Por supuesto que se trataba de la misma; difícil olvidar a quien lo alejó de conseguir su venganza.

Ir tras los Rogues sería arriesgado, Rosa se lo había dicho. No importaba el poder combinado de los dos, ellos seguían siendo más. Pero esa, podría ser la clave que estuvo esperando. Tan simple, tan mundana, Camila Rojas. Ahora una voz en off en la televisión, se encargaba de relatar su biografía para promocionar lo último que había escrito.

Tuvo un tiro de suerte la primera vez, pero qué pasaría si la atrapara en un momento de cotidianidad... ¿Estaría armada para su protección? De alguna manera, Scudder lo dudaba.