Capitulo Catorce

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Narra Jhope

Ayer viernes en lugar de estar en casa, aunque tenia previsto quedarme y aprovechar el tiempo solo, salí con Jimin y otros amigos, cenamos en un restaurante escogido al azar, fuimos a un karaoke donde además de cantar bebimos y terminamos la noche en un bar donde pasamos otras tantas horas bebiendo hasta que llego el momento de ir a casa, a las cuatro de la madrugada.

Ahora despertándome y con un intenso dolor de cabeza, estirándome a lo largo y hacia ambos lados sobre la cama, puedo ver que no estoy en mi casa sino en la de Jimin.

— Te bebiste prácticamente medio bar tu solo —cubro mi cabeza con la almohada —más que lo que tomaste en la cena y el karaoke. No fuiste el único pero si creo que el que gano a mayor cantidad. Solo hay que verte.

— Creo que voy a ir a mi casa —aparto la almohada —tengo cosas que hacer.

— ¿Vas a buscar a ese que te gusta? —niego —¿ya no sientes nada por él?

— Claro que siento cosas por Peng y muy fuertes pero he decidido darle su espacio hasta que aclare sus ideas —cojo mis zapatillas poniéndomelas —yo no dudaría en ir hacia él pero creo que eso no es lo correcto y esperar si.

— Si crees que es lo correcto adelante pero como te haga daño con la decisión que tome le enviaré a China a gritos o como sea pero me escuchará.

Abrazando a mi mejor amigo, quizá pillándole por sorpresa, le agradezco casi en silencio por su apoyo y su amistad después de tanto tiempo, marchándome no mucho después, sintiendo incluso más el dolor de cabeza nada más salgo a la calle, con cada paso que doy, cada voz que escucho, aliviado unicamente cuando llego a casa, a ese lugar seguro donde ya nada puede darme dolor de cabeza, más del que ya de por si tengo por culpa de todo el alcohol que tomé ayer.

— Necesito una ducha urgente.

Recorriendo con paso tranquilo la distancia desde la entrada de mi casa hasta el cuarto de baño, voy dejando mi ropa donde cae, metiéndome directamente en la ducha donde el agua ya cae desde mi cabeza mojando cada parte de mi cuerpo, calmando solo un poco la molestia en mi cabeza, ese punzante dolor que no se va por completo pero si lo suficiente como para no pasarme el día entero durmiendo.


Sintiéndome mucho mejor después de la ducha y habiéndome secado y vestido con ropa cómoda, entro en la cocina mirando la hora, siendo aún temprano y una buena hora para desayunar.

Abriendo uno de los armarios, buscando que puedo desayunar, me detengo, más que nada porque escucho hasta dos veces sonar el timbre. Cerrando la puerta del armario salgo de la cocina, dirigiéndome hasta la entrada, abriendo la puerta aunque no estoy esperando a nadie.

— ¿Qué haces aquí Peng? —le miro, deteniendo mi atención en sus manos —¿qué es eso?

— Desayuno. Cuando me he despertado he visto esto —me enseña su mano donde aún lleva el anillo —y he pensado en hacer algo. He ido a casa de Xia, le he dejado las cosas claras y cuando he vuelto a la de mis abuelos he decidido preparar un desayuno para dos, para ti y para mi y venir ha verte. Creo que tenemos mucho que hablar.

— ¿Estás seguro? —asiente —está bien pero deja que te ayude.

Cogiendo una de las dos bolsas le dejo pasar, cerrando la puerta antes de seguirle hasta la cocina, sorprendiéndome al verle colocar las diferentes cosas que ha preparado para el desayuno, tanto las de la bolsa que él lleva como la que yo cargo, sentándome.

— ¿Nos has podido dormir y cocinar te ayuda a... lo que sea?

— Se que hay gente a la que les relaja cocinar —se sienta colocando el último plato —a mi simplemente me apetecía prepararte un desayuno que pudiésemos compartir y de paso hablar. Pero con calma por supuesto.

Viéndole coger los palillos hago lo mismo, aceptando eso de ir con calma, hablar de esa forma, mirándole en todo momento, comiendo despacio, saboreando el delicioso sabor de todo cuanto ha preparado.

— ¿Puedes.. hablar ya? Es un poco incomodo estar en silencio —dejo mis palillos a un lado.

Viendo el movimiento de sus manos, como deja los palillos de forma cuidadosa sobre su servilleta, coge el vaso con zumo dándole un trago que termina casi el contenido del mismo y finalmente me mira, no puedo evitar sentir de pronto nervios, esperando que hable, lo que sea que ha decidido, pensando o lo que sea que incluso fue a ver a esa chica.

— Como sabes bien fui a ver a Xia —asiento porque ya me lo ha dicho —ella creía que había recapacitado y volvería con ella, que saldríamos como novios más bien. Le he dejado las cosas claras respecto a eso y a que nunca podría estar con ella. Y creo que realmente no podría estar con ninguna mujer.

— ¿Eso quiere decir que seguirás soltero?

— No en realidad.. no significa eso creo —mira por un momento sus manos, volviendo a mirarme —tu y yo nos hemos conocido en una noche en la que acabamos en tu cama y yo bebí demasiado. Cuando me desperté y vi lo que ocurrió me sentí incomodo, me asusté porque nunca había sentido nada por un hombre como para llegar a ese punto y desde entonces hasta ahora han pasado muchas cosas, he sentido que cambiaban mis sentimientos. Me sentía molesto conmigo mismo por no saber porque pasaba eso, porque a pesar de rechazar estar contigo no podía tampoco alejarme. Incluso conoces a mi única familia y a mis mejores amigos y tu anillo.. en lo que ha pasado desde que me lo diste no he pensado siquiera en quitármelo y..

— Peng —le interrumpo, sosteniendo su rostro con cuidado —¿sientes algo más que amistad por mi?

Sus ojos mirándome, mirándole también, en como acerca lentamente su rostro al mio, su aliento rozando mis labios. Tragando con fuerza saliva por un momento creo que va a besarme, más viéndole cerrar los ojos y como no se aparta en ningún momento.

— Si.. si siento algo más que amistad por ti Hoseok —su voz suena en un tono neutro pero comprensible —incluso mucho más fuerte que ese sentimiento y cualquier otro.

Una única nocheWhere stories live. Discover now