Por Siempre Mía... Ayato Sakamaki

Capítulo 2

Eran casi las 9:00 de la mañana, el sol brillaba y tu despertaste de una larga siesta.
-¿Fue un sueño?- dijiste mientras te levantabas poco a poco de la cama y examinabas la habitación, Ayato estaba acostado a lado tuyo.
-No lo fue, pastelito- Dijo Ayato mientras sonreía y se levantaba junto a ti.
-Ahora serás mía- dijo mientras te tomaba en brazos y besaba tus clavículas, acto seguido, comenzó a succionarlas, dejando un enorme chupete en ambos lados, tu gemías de dolor y placer al mismo tiempo.
-Espera, ¿Qué pasó ayer? ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué estás aquí conmigo?- dijiste mientras te hacías hacia atrás
-Estuviste a punto de ser mía, te desmayaste y esta es mi habitación, ahora deja de hacer preguntas y ven aquí- dijo mientras se acercaba poco a poco a ti.
Ayato te empujó y se sentó encima de ti mientras recargaba sus brazos en la almohada, se acercó poco a poco y te besó.
-Oh, Yui tienes unos labios suaves y deliciosos, me pregunto que pasará si...-
-Ahh-
Ayato había mordido tu labio, y succionaba la sangre que corría caliente puesto que estabas excitada.
-A...Ayato- decías mientras mordía -Me duele-
-Entonces haré que te duela más-
Ayato bajó su cabeza, desabrochó tu camisa y mordió parte superior de tu seno sin haberte quitado antes el sostén, al principio dolía, pero luego sentiste un poco de placer.
-Ohh Yui tu sangre es la más dulce que había probado jamás, me gustas.- Dijo mientras lamía la sangre que escurría de tu piel.
Tu no dijiste nada, estabas paralizada por las acciones de Ayato, nunca habías tenido un acercamiento de ese tipo con alguien, te sentías emocionada, pero nerviosa al mismo tiempo.
-No puedo resistirlo mas Yui, te haré mía, y después de esto, estarás a mi merced y cuando me plazca, me darás tu sangre y cuando lo desee, me darás un abrazo.-
Ayato se levantó, y se quitó su chaqueta, desabrochó su camisa y se quitó la corbata. Tiró la ropa al piso y mientras te besaba, te quitaba la camisa anteriormente desabrochada hasta que quedaste en sostén.
El se paró de la cama, tomó tu mano y te jaló hacia el, te rodeó con los brazos la cintura, y poco a poco su mano derecha subió al broche de tu sostén, lo desabrochó mientras te besaba , y lo tiró al suelo como el resto de la ropa.
Ambos se deshicieron de sus pantalones, quedando así en ropa interior. Ayato te empujó hacia la cama y se subió, lentamente gateaba hasta quedar encima de ti y seguirte besando, su lengua jugueteaba con la tuya y tu no pensabas en otra cosa mas que en ese momento, era perfecto, a pesar de apenas haberlo conocido, sentías que lo conocías de hace tiempo.
Ayato comenzó a pasar sus manos por tu cuerpo, bajaba poco a poco hasta llegar a tus muslos, y jalar tu ropa interior hacia abajo, de tal manera que quedaste absolutamente desnuda.
-Estás sonrojada, ¿Estás nerviosa?-
-Sí, es mi primera vez.-
-Yo seré tu primer todo, pastelito.-
Ayato se acercó a ti, y te besaba mientras abrazabas su cintura con tus piernas, poco a poco bajabas su ropa interior, ahora los 2 estaban desnudos.
-Ohh Yui, así te ves tan hermosa.-
-Ayato, no me mires, me da vergüenza.-
Ayato introdujo su intimidad dentro de la tuya, lo hacía lentamente mientras gemías de dolor.
-Ahhh.- Gemiste
-¿Te duele?- Dijo Ayato
-Un poco.- Respondiste
-Prepárate para lo que viene pastelito.- Dijo Ayato mientras sonreía.
Ayato aceleraba el ritmo poco a poco, el dolor se convertía en placer.
-Ahh.- Gimió -Huelo tu sangre, me da sed.-
-Ayato, es que es mi primera vez, creo que estoy sangrando.- Dijiste apenada y sonrojada.
-Con que es eso eh Yui? Sé como solucionarlo.-
Ayato sacó su intimidad de la tuya, y bajó su cabeza poco a poco hasta llegar a tu entrepierna, observó la sangre que salía de tu intimidad, y acercó su lengua hasta poder succionarla. "Hmm, he conseguido sangre sin hacer el esfuerzo de morder la carne" pensó, que exquisito.
Volvió a subir y de nuevo introdujo su intimidad en la tuya.
-Lo que hiciste es asqueroso.- dijiste
-Soy un vampiro, nada que digas me importa en absoluto, además, sé que lo estás gozando.- Dijo Ayato mientras se chupaba los labios.
Ayato subió el ritmo, cada vez mas rápido, el dolor que sentías, se convirtió en placer, no querías que este momento terminara jamás.
El placer de ambos maximizaba, cada vez lo gozaban mas y mas.
-Ahhh.- Gemiste -Más rápido.-
-Tu no me das ordenes, lo haré porque yo quiero.- Dijo el mientras se sonrojaba y reía, sabía que no era así, lo haría porque quería darte el placer que deseabas.
-Yui, e..estoy apunto de... Ahhh.- Gimió, Ayato se había venido dentro de ti, ambos tuvieron un orgasmo, era el momento mas feliz para ambos.
-Ohhh, Ayato, te quiero.-
-Yo...Yo también te quiero Yui.- dijo Ayato mientras volvía a vestirte y se vestía el también, terminando de vestirse, se recostó a lado tuyo, y te abrazó.
-Ahora eres sólo mía Yui, por siempre mía.-
Ambos estaban cansados y después de unos minutos, ambos quedaron dormidos.