Capítulo 13

3.7K 212 2
                                    

Despertaste de un sueño profundo, habías tenido un hermoso sueño, donde Ayato y tu tenían la cita que no pudieron tener, llevabas un hermoso vestido negro con encaje, zapatillas negras también de encaje y una rosa negra que sostenía un mechón del lado izquierdo de tu cabello, estaban en un kiosco decorado con rosas carmín que se encontraba en la parte trasera de la mansión, bailando al ritmo de "Clair de Lune" una obra maestra de Claude Debbusy, Ayato, quien llevaba un traje blanco con camisa y corbata color carmín, te sostenía de la cintura con su mano derecha y con su otra mano sostenía la tuya, lamentablemente, había sido sólo un sueño.
Laito estaba frente a ti, con ropa interior, sonriendo.
-Tienes una enorme sed de placer, Bitch-Chan.- Dijo Laito con una sonrisa coqueta.
No comprendías bien la situación, tu también llevabas puesta tu ropa interior, o sea que, ¿Pasó lo de la noche anterior? ¿O no?
-¿Qué pasó ayer?- Dijiste confundida.
-Nada que pudiese molestar a Ayato, sólo jugueteamos un poco, aunque, en tu mente pasaron muchas cosas que me muero por hacerlas contigo.- Dijo sonrojado.
-Osea que, ¿Lo de ayer fue sólo imaginación mía?-
-En efecto, aunque si tú lo deseas, podemos hacerlo realidad ahora mismo.-
-No, gracias, pero ¿Podrías decirme qué pasó ayer?-
-Está bien, uhm, por donde comienzo, llegaste a mi habitación, venías demasiado arreglada para mi gusto, a mi me gustan más "inocentes". Viniste implorando ayuda sobre dónde encontrar a Ayato, y para que te dijera, tuviste que acceder a mis órdenes, así que te pedí que te quitaras ese vestido que llevabas puesto y te pusieras ese disfraz de gatito que está por allá.- Dijo Laito señalando un disfraz de gatito color blanco. -Luego te pedí que gatearas y maullaras para mí como una gatita que tiene hambre, creo que te cansaste, pues no tardaste en quejarte por el sueño unos 30 minutos mas tarde, te quitaste el disfraz porque hacía algo de calor y te pedí que te quedaras a dormir conmigo, te veías muy hermosa, tu pálida piel semidesnuda gritaba porque le diera un poco de placer, así que...- Paró su relato y señaló tu pierna izquierda que tenía una marca de colmillos y unos cuantos chupetes al rededor.
-Ahora veo. Que alivio.- Dijiste con alivio y tranquilidad.
-Eres toda una pervertida Bitch-Chan, lo que pasó por tu mente acerca de lo de anoche no son más que sólo deseos, puedo saber cuando tu cuerpo quiere ser azotado, pero, ya has entregado tu virginidad a alguien más, no es lo mismo así, aunque, si tú lo deseas y sientes que tu cuerpo tiene la necesidad de ser profanado, podemos juguetear cuando tu quieras.- Dijo coqueto.
-Laito, ¿Podrías decirme dónde está?- Preguntaste.
-Está bien, Ayato está en la iglesia, fue en busca de Karlheinz para acabar con el de una buena vez.-
-Gracias Laito.- Dijiste alegre y le diste un beso en la mejilla en muestra de agradecimiento a lo que el tomó tus mejillas y te besó.
-Ya que no puedo profanarte, me alegra que por lo menos, ahora puedo probar tus labios.-
No dijiste nada, estabas aliviada de no haber hecho lo que creíste hacer, y que podrías hallar a Ayato mas fácilmente.
Laito terminó de besarte, entonces te levantaste de la cama, tomaste tu vestido y te lo pusiste para poder salir de la habitación y dirigirte a la tuya para ducharte, vestirte y salir a desayunar un poco.
Entraste a tu habitación y revisaste tu armario, revisaste si había un vestido igual o parecido al de tu sueño, para tu suerte, había un vestido exactamente igual al de tu sueño, también negro y con encaje, lo tomaste y tomaste también unas zapatillas negras y ropa interior limpia, tomaste un brassiere de encaje negro semi transparente y un calzoncillo del mismo estilo.
Saliste del armario y dejaste la ropa sobre tu cama, para entonces ir a preparar el baño.

Por Siempre Mía... Ayato SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora