Era una hermosa mañana, el sol brillaba y tú estabas sentada en el banco del tocador de tu habitación, llevabas puesto un largo vestido azul con una cola larga, te arreglaste el cabello en un chongo, decorado con flores, traías un hermoso collar de perlas finas, te pintaste los labios de un ligero tono de coral, respiraste profundamente y alguien tocó la puerta.
-Eh Bitch-Chan, ¿Ya estás lista? Recuerda que tengo el honor de acompañarte hasta el altar.- Dijo Laito por fuera de la habitación.
Laito abrió la puerta, y al verte dio un silbido, comenzó a sonreír y se acercó a ti.
-Lástima que no fui yo a quien escogiste, te ves hermosa, como para comerte aquí y ahora.- Dijo Laito sonrojado.
-Basta ya Laito, me pones de nervios.- Dijiste con una risita.
-Bueno, ¡Vámonos!- Dijo Laito con una sonrisa. Te tomó de la mano y te ayudo a bajar las escaleras para salir de la mansión. Al salir, viste una hermosa alfombra de seda blanca, que terminaba en un altar color blanco cubierto con un mantel de seda y decorado con rosas color carmín, ahí viste a Shu, Subaru, Reiji y Kanato, sentados en las sillas de madera color blancas con el colchón de color vino, y en el altar, estaba Ayato con un elegante traje blanco, quién te miraba con una sonrisa enorme.
Abrazaste el brazo de Laito, y ambos caminaron por la alfombra en dirección a Ayato quien te extendía la mano con una dulce mirada, cuando llegaron, Laito tomó tu mano y la dejó sobre la de Ayato para luego hacer una reverencia con su sombrero e irse a sentar al lado de Kanato, quien como siempre, llevaba a Teddy en brazos, pero esta vez, le había puesto un lindo trajecito color blanco.
Detrás del altar, había un hombre vestido de un elegante traje blanco, no era un padre ni nada por el estilo, pero el iba a realizar la ceremonia.
-Sakamaki Ayato, ¿Aceptas a Eva para gobernar con ella por el resto de la eternidad?- Preguntó el hombre.
-Acepto.- Dijo Ayato con una sonrisa.
-Y usted, señorita Yui ¿Acepta a Adán para estar siempre a su lado durante su gobierno y por toda la eternidad?- Volvió a cuestionar el hombre.
-Acepto.- Dijiste.
-Entonces declaro que Adán y Eva, reinarán el infierno por el resto de la eternidad y controlarán el mundo a partir de ahora y para siempre.-
Laito les daba ánimos, mientras que los demás sólo aplaudían.
Ayato se acercó a ti y te dio un dulce beso.
-Para concluir la ceremonia, puedes morder a la novia.- Dijo el hombre.
Ayato pasó su mano por tu pecho hasta subir a tu cuello, logrando que tuvieras un ligero impulso hacia atrás, dejando tu cuello al descubierto, fue ahí, cuando Ayato mordió tu cuello y comenzó a succionar el nuevo sabor de tu sangre.
-Ahora es mas dulce, y será sólo mi sangre, porque desde ahora serás "Por siempre mía..."-
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Por Siempre Mía... Ayato Sakamaki
FanfictionLa novia prisionera azotada con un látigo de espinas bañado en sangre embriágate con una poción de amor llamada dolor y júrame boda sangrienta de la eternidad.