Capítulo 4

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La música rebotaba con fuerza contra las paredes del amplío salón de fiestas que había sido alquilado para tan esperado evento. La decoración era espectacular, pues se encontraba la pasarela en el centro, elevada, siendo una plataforma de cristal. Todo alrededor era de cristal también, pero las luces de todo el lugar eran blancas y rojas, haciéndole honor al nombre del desfile.

"Red Velvet" era el título que podía leerse en cada rincón de la fiesta. Desde la parte trasera de la pasarela, por donde las modelos hacían su gran aparición, hasta en las servilletas que ofrecían los mesoneros al traer los bocadillos para los invitados. Todos los Avox que hacían de papel de servicio en el evento llevaban maravillosos atuendos, todos en colores blancos y rojos, así como cada pieza que llevaban las modelos.

La prensa y los rostros más reconocidos del Capitolio estaban reunidos cerca de la pasarela. Las cámaras centelleaban con sus flashes que parecían relámpagos bajo esas luces de color de cerezas y fresas. Una marea de colores inundaba el lugar, pues los atuendos de las personas eran tan extravagantes, elegantes y exóticos como los de las modelos, haciendo así que el efecto de la atmósfera de festividad, de glamour, lujo y disfrute fuese imposible de pasar por alto; evidentemente ahí sólo estaban los mejores de los mejores, los únicos dignos en todo el Capitolio, en todo el País, de pertenecer a tan alta élite. Las voces de las personas, más los aplausos, risas y gritos de emoción, eran el acompañamiento perfecto para la música que sonaba de un reconocido DJ de la ciudad. Estas incrementaron en volumen y en emoción al escuchar la más nueva noticia; el vehículo presidencial acababa de estacionarse en la entrada, y de él se habían bajado los miembros de la familia Snow. La gente giraba, buscando con la mirada donde estaban los seis rostros más reconocidos de Panem.

Primero entró el Presidente Snow, seguido por Ivanna y Aaron, quienes iban tomados de la mano, y detrás de ellos, los tres hermanos, Liona, Atlas y Sisath. La algarabía y el alboroto comenzó cuando todos comenzaron a saludarlos. Los hombres de la familia repartían apretones de mano mientras las mujeres, besos y abrazos. Por supuesto, siempre era una gran sorpresa y emoción para las personas del Capitolio poder compartir con el Presidente y su familia cualquier evento.

Los saludos cesaron cuando una voz llamó la atención de todos los presentes.

-Damas y Caballeros, distinguidos invitados, ha llegado la hora de recibir a su anfitriona, a la mujer que ha llevado la vanguardia en el mundo de la moda en el Capitolio, y que agradece su presencia en la noche de hoy. Por favor, recibamos con un fuerte aplauso a Velvet Leroux.-

Todos los invitados estallaron en aplausos y gritos.

-¡Velvet te amo!- gritó Liona entre risas, con sus hermanos riendo con ella. En la pasarela aparecieron todas las modelos, usando todas hermosos vestidos rojos, y entre ellas unos tres hombres llevaban unos letreros. Se pusieron uno al lado del otro entre todas las mujeres y ellos, también vestidos de rojo, enseñaron a los presentes que tenían escrito los carteles en sus manos.

"Se visto.

Se Fabuloso.

Se del Capitolio."

Los aplausos se volvieron ensordecedores al leer el mensaje. Donde se leía el enorme cartel que decía Red Velvet, se abrió una especie de portezuela, de donde salieron chispas de colores plateados blancas y rojas, y allí apareció Velvet. Los hombres le dieron los carteles a otras modelos y cuando Velvet se lanzó de la portezuela, éstos la atraparon, cargándola hasta llevarla frente a todos, mientras los aplausos continuaban.

Liona sonrió ampliamente. Así que ahí estaba, la conocida Velvet Leroux, famosa por ser una de las mejores diseñadoras de ropa en todo el capitolio y por ser la futura primera dama si Atlas se convertía en presidente algún día. Velvet tenía su cabello de color rojo sangre peinado con ondas que caían por uno de sus hombros desnudos. Su vestido, largo y de terciopelo, era del color de su cabello. La parte superior era un delicado corset, y sobre este, tenía como una especie de red negra desgarrada y enroscada alrededor de todo el torso, y entre los pedazos libres, parecía que rosas o pétalos de éstas, se enroscaban a su vez a la red negra. La falda si tenía retazos de esta red pero muy pocos. Ese estilo oscuro, como de futuro distópico o post apocalíptico era lo que estaba más "In", y por supuesto, Velvet tenía que destacarse. La joven mujer tenía unos tacones rojos y realmente altos. Sus brazos iban al descubierto, a excepción de unas pulseras en la muñeca derecha de la mujer, que parecían ser cadenas y alambres de púas rojos, combinando con el estilo de su vestido, y sus uñas largas iban perfectamente pintadas del color de su cabello y de sus carnosos labios.

La Suerte NUNCA está de nuestra parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora