Habían pasado unos cuantos meses desde la partida del rubio, mejillas regordetas y sonrisa de media luna, para ser exactos, dieciséis meses en donde Taehyung se había dedicado a su trabajo en la floristería. La escuela terminó, todos siguieron con su vida, todos avanzaron, todos olvidaron.
- ¡Taehyung! - el gritó de su amigo hizo que saliera de sus pensamientos - ¿en qué piensas tanto? - Preguntó.
- En Minnie.. - dijo débilmente. Un suspiró de parte de su amigo se escuchó.
- Ya ha pasado un tiempo Tae, creo que debería ser momento de... - Taehyung lo calló.
- No lo digas Seokjin, no te atrevas - lo miró amenazante - si dices eso seria olvidar que una vez existió y yo jamás lo olvidaré, hice una promesa con él - sonrió recordando aquello.
- Pase lo que pase, te amaré toda la vida, y también en muerte, Taehyunie.
Su amigo suspiró rendido e intentó cambiar el tema, sabía cuán delicado era aquello para Taehyung, era mejor no tocar el tema.
- Bien.. - Musitó - te decía que abrieron una nueva cafetería en el pueblo, podríamos ir un día de estos - en esos momento un cliente entró, tomando la atención de Taehyung.
Con una sonrisa le entrego las flores al señor y le recibió el dinero.
- Pase un buen día - el señor sonrió. El moreno dirigió su vista a su amigo, y le sonrió - Perdón, ¿decías?
- Que hay una cafetería que podría gustarte, sé que amas el café y también se que amas sacar fotos, es el lugar perfecto para ti - sonrió resignado. - Mi turno termina en diez minutos, ¿el tuyo?
- Igual - sonrió.
- Podríamos ir a la cafetería que te digo - rascó su nuca - Es justo frente a la escuela, y tiene viste a las montañas.
- Lo siento, Jinnie - dijo haciendo una mueca - tengo que ir a comprarle comida a Yeontan y luego de eso posiblemente descanse un poco, estoy algo cansado.
- Lo entiendo - suspiró - la invitación sigue en pie por si quieres ir - dijo - aunque si no quieres ir conmigo, puedes ir tu solo, sería un excelente lugar para relajarte. - Taehyung río.
- Está bien, gracias Jin - sonrió tiernamente y se despidió con un abrazo de su amigo para dirigirse a comprar la comida de su lindo perrito que lo esperaba en casa.
El supermercado no estaba lejos, y la cafetería estaba relativamente cerca, no pasaba nada si le daba un vistazo sin su amigo, ¿verdad?
El moreno entró quitándose el abrigo y el característico sonido de campanas sonó al igual que el cálido olor a café inundó sus fosas nasales.
- Bienvenido - la voz de un chico detrás del mostrador llamó su atención, no logro verlo pues estaba tecleando algo sin ganas en la computadora.
- Gracias.. - dijo para buscar un asiento alejado y una vista que le permitiera tomar lindas fotos.
Al cabo de segundos el mismo chico llegó con una libreta en manos y una sonrisa un tanto fingida donde él.
- ¿Qué desea ordenar? - Preguntó.
- Un capuccino descafeinado, por favor - sonrió y el chico pálido hizo una reverencia antes de ir a preparar el café del cliente.
Una vez estuvo listo, se acercó y lo dejó en su mesa.
- Que disfrute su café, señor.
- ¡Oh, no me digas señor! - dijo Taehyung fingiendo indignación - En este pueblo todos nos conocemos, pero tu rostro se me hace nuevo, ¿eres nuevo?
- ¿Tan obvio es que soy el nuevo de la ciudad? - río y el moreno asintió divertido.
- Bastante, normalmente la gente me conoce y no me dice señor - el pálido río.
- Me disculpo, la próxima vez te trataré acorde a tu edad, supongo - sonrió e hizo una reverencia para retirarse.
- Gracias por el café, Yoongi - el pálido paro en seco y lo vio.
- ¿Cómo sabes mi nombre? - Preguntó.
- Esta escrito en tu camisa - Yoongi se golpeó mentalmente y solamente sonrió para salir de ahí con un leve sonrojo en sus mejillas, Taehyung por su parte le había parecido un chico divertido.
Sacó su cámara y sacó fotos de su café y del libro que iba a leer en ese día para luego simplemente enfocarse en leer aquella hermosa historia plasmada en el libro, sin ser consciente de ciertos ojos que lo miraban sin ningún tipo de pudor.
ESTÁS LEYENDO
Second chances; taegi
Hayran KurguLuego de que su novio falleciera, Taehyung pensó que el amor estaba muerto para él, enfrascándose en la memoria de alguien que ya no estaba, hasta el momento en donde conoce a un chico en la nueva cafetería del pueblo. "No te romperé, no te defrauda...