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Vamos camino hacia la carpintería, después de terminar de comer y lloriquear, al fin vamos en camino. Stephen por lo tanto, se quedó, pues dijo que tenia muchas cosas por hacer y que él se aburría de solo ver madera cortada siendo utilizada para hacer muebles.
- Deja de hacer eso.- Me dijo Ethan, voltee a mirarlo con el seño fruncido.
- ¿Qué?.
- Que no hagas eso.
- ¿Hacer qué? ¿De que hablas?, no entiendo.- Le dije acomodándome en el asiento.
- Pues me das miedo, te quedas mirando todo como si pudieras ver lo qué hay dentro, no sé, es escalofriante.- Me dijo, yo solté una carcajada.
- ¡Tonto! Me habías asustado, aparte ni siquiera hago eso, solamente estoy mirando y ya.- Le dije encogiéndome de hombros.
- Huy si.- Me dijo y decido no contestarle.
3 horas después...
- ¿Ya terminasteeeeeeeee?.- le dije por quinta vez a Ethan, estoy súper entumida de estar sentada, ya recorrí todo el taller y miré cosas muy hermosas pero después de todo, aquí estoy, aburrida con dolor de muela.
- Ahora es cuando me arrepiento de haberte traído, espera un poco más, ya casi termino, solo necesito pulirla, pero si sigues así, olvídate de tu muela y vas a morir por eso.- Me dice, poniéndose unos guantes de piel.
- Pues de haber sabido, me hubiera quedado con mi hermano a morir en sus brazos, no con un avestruz como tú, que capaz y muero y tú ni cuenta te das.- le dije haciendo ademanes dramáticos.
- Solo cierra la boca Julie.- Me dijo con una sonrisa.
50 minutos después...
Al fin vamos camino a el dentista, Ethan había terminado la banca y le quedó súper espectacular, espero y a su jefe le guste, y si no, me la quedo yo ¿cuál es el problema?.
- ¿Puedo poner música?.- Le pregunte a Ethan que iba en silencio conduciendo, pero solo recibí un asentimiento de cabeza. Conecte mi celular a su auto para así poder poner música, y en unos segundos, ya estaba sonando "Get you" de Jaquees.
Miré hacia la ventana mientras me relajaba, me gustaba viajar, sentir esa libertad de salir de tu zona y mirar los alrededores, mirar edificios, gente, animales, conocer más lugares y sobre todo, disfrutar el momento. Hace ya mucho tiempo que no hacía esto, que no me relajaba, sentir tanto estrés tanto de el instituto como de mi vida personal y todos los problemas. Nuestra vista se nubla y nos volvemos entumidos, como si fuéramos robots, no sabemos qué hacer ni cómo actuar.
Pero después de todo, siempre volvemos a ser los mismos, reconciliamos nuestros pensamientos y acciones, despertamos de nuestros problemas y solo así podemos ser quienes somos.
(...)
Ethan estaba sentado a un lado de mi, ya en el dentista, estábamos esperando mi turno, teníamos casi ya media hora y mi ficha no llegaba.
- Señorita Julie, el dentista la espera.- Voltee a ver rápidamente a la dueña de esa voz, y miré supongo que a su secretaria, parada con su traje blanco impecable, con una agenda en la mano y unos lentes pequeños, casi como los que utiliza mi abuela, la miré como si fuera un milagro, después de tanto aburrimiento y dolor, sigue mi turno.
Mirándola bien, supongo que tendrá algunos 30 años, pues no se ve muy joven pero tampoco muy grande.
- Vamos Ethan, no me dejes sola.- Le dije en susurro mientas la secretaría volvía supongo que a su escritorio o oficina.
- Julie, tú ve, aquí te espero.- Me dijo con una revista en la mano, ni siquiera sé de dónde la sacó.
- Vamos Ethan, ¿que tal y sea un pedófilo y me quiera violar?.
- Julie, ¿ya te habían dicho lo loca y jodida que estás?, me compadezco de el hombre que te valla a acompañar toda tu vida, oh espera, ¿será que alguien logre enamorarse de ti?.- Me dijo reprimiendo una carcajada, yo solo me di la vuelta y emprendí camino a el consultorio.
- Hey hey hey, espérame Julie.- Me dijo, pero solo lo ignoré y apresuré mi paso, claro que no me afecta en lo absoluto, pero sólo quiero hacerlo sentir mal.
- ¡Julie!, perdón, solo bromeaba, perdóname.- Me dijo al fin alcanzándome, pero ya era tarde, pues ya había llegado a la puerta, di unos pequeños toques y escuché un "adelante". Entre y cerré la puerta sin dejar que Ethan entrara.
20 minutos después...
Después de que me revisara, el dentista me dijo que solo había sido una pequeña cortada que tenía en la encía, entonces por eso era que sentía dolor, pero nada fuera de lo normal, me dio una pequeña tableta con pastillas para el dolor y me dijo que sólo no comiera cosas muy calientes, duras y comiera con cuidado. Después de todo no era tan malo.
Salí y me encontré con Ethan hablando por teléfono, me encamine a el elevador escuchando su voz y pasos detrás de mi, oprimí el botón para abrir este y en unos pocos segundos ya estábamos dentro de la caja metálica, Ethan seguía hablando por teléfono, no sé con quién y ni siquiera me interesa, saqué los audífonos de la pequeña mochila que traía y los conecte a mi celular y solo así no estar en un ambiente incómodo.
Entró una chica más y ella oprimió el botón para llegar a la planta de abajo, justamente a dónde nosotros íbamos, puse la canción llamada "For ever" de Trippie Redd y me recargue en una de las paredes.
En unos pocos minutos llegamos a la planta de abajo y salimos de el elevador, ni siquiera sé si Ethan dejo de hablar por teléfono, pero yo sigo caminando y perdida en la canción, me dirijo a la salida y sigo caminando a el estacionamiento.
Ethan se adelanto y quito el seguro a su auto, este emitió un pequeño "beeep" y abrí la puerta.
Entre, me senté y me puse el cinturón de seguridad, subí el volumen de mi música y recargue la cabeza en la ventana. Sentía la mirada de Ethan, que de hecho ni siquiera había prendido el auto, pero lo ignoré y cerré los ojos, después de todo si sentía algo dentro de mi, no estaba muy contenta al ser la burla de alguien más, no tiene el derecho de venir a decirme quién o no me va a querer por ser como soy, sé que solo es una broma pero me jode eso, que piense que me voy a reír de mi misma. No me interesa lo que piensen o digan los demás, pero no me parece justo esto, es mi vida y no necesito esto.
- ¿A quién estamos esperando.?- Le pregunto quitándome un auricular de mi oído y mirándolo.
-A nadie en realidad, solo quería pedirte disculpas, se qué tal vez fui un poco grosero pero...- Le tape la boca con mi mano.
- Ethan, no me interesan tus disculpas, solo cierra la boca y todo esta bien, ahora larguémonos.- Le dije quitando mi mano y poniendo de vuelta mi auricular. Miré de reojo a Ethan sonreír y negar con la cabeza, hecho esto, puso en marcha el auto y emprendimos camino a el pent-house.
El sol brillaba en el cielo como si fuera una lámpara y nosotros pollitos en incubadora. Miré la hora y eran justamente las 5:00 p.m.
Me acomode en el asiento un poco mejor, y cerré los ojos esperando a dormir un poco, pues el camino era largo y yo estaba muy agotada.

JulieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora