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Hace veinte minutos que salí de bañarme, tenía un presentimiento pero no sé si era bueno o malo, decidí ignorarlo.Stephen entró a la habitación con sus auriculares puestos y su portátil en una mano, supongo que estaba haciendo algún trabajo.
Me dirigí a mi mochila donde estaban mis útiles y saqué mi libreta de apuntes y tareas, va a ser una noche muy larga.
Tomé mis auriculares y mi celular, miré la hora y eran ya las 10:00p.m, conecte los auriculares para después colocarlos en mis oídos y puse play a la canción "i wanna be yours" de Arctic Monkeys.
Ahora si, manos a la obra.
(...)
Desperté por el sonido de mi alarma, estiré mi mano hacia mi móvil y la apagué.
Joder estoy muy entumida, pues dormí en el suelo y lo único que recuerdo fue terminar mi tarea y quedarme tirada ahí, como un saco de papas.
Quite mi libreta de encima de mi pierna y me estiré para relajar mis músculos que se encontraban muy aporreados por la forma en que estaba. La habitación estaba en un silencio escalofriante, la luz que se filtraba gracias a la lámpara que se encontraba enfrente de la pequeña terraza que tenía la habitación me permitía mirar a Stephen dormido, atravesado en la cama, su portátil en el suelo y los auriculares colgando de la cama, los dos tuvimos una noche muy agotadora. Respire profundo y me puse de pie, quite mis auriculares que estaban enredados en mi cabello, tomé mi celular de el suelo y me dirigí a prender la luz de la habitación y una vez que esta estaba prendida puse a cargar mi celular, que ya tenía el 30% gracias a quedarme dormida y no cargarlo.
Me dirigí a el baño a hacer mis necesidades, cuando salí Albert ya estaba sentado en la cama, tallándose un ojo con el dorso de su mano.
- Buenos días came.
- Buenos días, creí que no ibas a despertar.- Le dije, dirigiéndome a mi valija para tomar un pantalón suelto de tiro alto, una playera negra simple junto con una chamarra y un cinto de piel. Stephen se levantó y caminó a el baño, cerró la puerta y escuché la regadera abrirse, como les dije, su baño matutino que nunca falta.
Me quite la playera con la que dormí, y me puse mi ropa, agarre unos calcetines con pequeños aguacates de decoración, tomé mis Converse para después ponérmelos, peine mi cabello y una vez lista, tomé mis libros y libretas que estaban tirados y los metí en mi mochila, también tomé algunos bolígrafos que estaban esparcidos por el suelo y los guardé en el pequeño espacio que tenía mi mochila para estos.
Salí de la habitación para ir a la cocina a desayunar. Prendí la luz de la cocina, pues el cielo todavía estaba oscuro, me dirigí a la alacena y tomé dos barras de pan tostado, las puse en la mesa y saqué de el refrigerador un aguacate y lo partí, con una cuchara saqué el contenido verde y cremoso de este y lo unte en el pan tostado, tomé un poco de avena y nueces y los esparcí por encima para darle un poco más sabor, hice esto mismo con la otra barra de pan tostado y me puse a desayunar, sentada sola en la mesa y mirando por la ventana a la sombra que se asomaba.
Espera, ¿QUÉ?.
Rápidamente de un salto me baje de el banco en el que estaba y me dirigí a la ventana para estar segura de lo que veía, pero simplemente estaba el pequeño arbusto y no había nada ¿Acaso estaba alucinando?.
Me devolví a la mesa y me senté a seguir desayunado, lo más probable es que era yo la loca, pues nadie en su sano juicio saldría a combatir el frío de la mañana.
- Bueno días, al parecer te voy a llevar yo a el instituto.- Me sobresalte con la voz de Ethan detrás de mi.
- ¿Acaso no puedes simplemente avisar que estás aquí?.- Le dije, volteándome hacia el con el corazón acelerado. Después de todo, la sombra que vi seguía en mi mente.
- Claro ¿Cómo se supone que te voy a avisar? ¿Aplaudiendo o algo por el estilo?.- Me dijo sarcásticamente poniéndose un dedo en la barbilla.
- Pues no, pero tampoco debes de llegar poniéndote detrás de mi y darme un susto.
- Ya, déjalo pasar.- Me dijo caminando y tomando un pedazo de mi pan tostado para después tragarlo.
- ¡Oye! ¡Eso era mío!.
- Tú misma lo dijiste, "era".- Me dijo, dándose la vuelta- Apúrate a desayunar que se te va a hacer más tarde, te espero en el coche.- Dijo apuntando a el reloj de la pared, que daba las 6:45 a.m. ¡¿QUÉ?!
Rápidamente tomé otro bocado y me levanté de mi asiento para ir a lavar mis dientes, se supone que mi horario de entrada es a las 7:00 a.m, pero como estoy con mi hermano y no en mi casa, tardo 30 minutos más en llegar.
Vaya, primer día la semana y comienzo con el pie izquierdo, nada raro para mi.
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Holaaaaa.
Este capítulo es corto pero espero y les guste ;)
Enjoy

JulieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora