Has cambiado.
Te conocí cuando acaba de mudarme al vecindario con mi padre. Eras el vecino de la casa de la derecha, eras un año más chico que yo.
Aún cuando la gente no lo crea, antes yo era el callado e introvertido que no buscaba socializar con los demás. Tal vez eso fue lo que nos ayudó a llevarnos bien, mi tranquilidad.
Sien embargo los papeles se invirtieron con los años y yo me volví un maestro de la provocación que era capaz de congeniar con quien sea, aún con el amargo de Tsukki. Eras vago pero inteligente, rehuías de tus tareas tanto de hacer el mínimo esfuerzo para todo. Tenía que hacerme cargo de ti, casi como una madre lo hace con sus cachorros. Te protegí y mimé casi como si fuera una madre.
Quien te viera ahora, con ese pelo corto en vez del nudo flojo. Con un trabajo estable e independiente. Comprometido con Tsukki para mantener a sus respectivas familias.
Estuvimos juntos tanto tiempo y nunca te vi hacer más que poner el horno de microondas para comida refrigerada. Ahora puedes hacer hasta hotcakes con cara de gatitos sin problema alguno. Los lazas por los aires como todo un profesional.
Has cambiado.
Antes odiabas tener voces molestas alrededor de ti. Recuerdo cuando mandabas a Tora, Lev e Inuoka al rincón por su molesto ruido. Pensar en niños cerca sería completamente imposible, al menos eso fue en el pasado. El presente tienes a dos pequeños, que son malditamente adorables, juguetones, risueños...perfectos. Se me pegan con tanta ilusión que tengo que dejar al lado el dolor que me provoca mirarlos.
Has cambiado
Ahora preparas ensalada, porque es más sano porque necesitas cuidar tu alimentación y la de tu esposo. Un hombre que desborda una belleza callada y que hace tantos años dijiste que era simplemente un amigo.
Me equivoqué, sí, lo siento. Tenía miedo de un para siempre y por ello tuve lo contrario ¿Realmente merezco todo este dolor que me carcome el alma por lo que hice solo una vez en una noche de tristeza? ¿Un simple roce en los labios fue suficiente para que me empujaras lejos de ti?
No, no lo creo. Porque todos se equivocan, cada minuto de casa maldito día hay alguien cometiendo un estúpido error y la mayoría de ellos son perdonados ¿por qué el mío tendría que ser diferente?
Ahora que sé dónde estás, ahora que puedo tocarte no puedo darme el lujo de volver a dejar que te escurras entre mis dedos. Sé que suena presuntuoso creer que aún puedes sentir algo por mi, sin embargo es una corazonada que inundo mi ser desde el momento en el que volví a mirarte.
Sé que ni tú ni yo somos los mismos que cuando estábamos juntos. Sé que has cambiado, pero tu esencia sigue intacta y sigue siendo un complemento de la mía.
...
El calor de Miyagi era algo a lo que Kuro aún no podría acostumbrarse, no importaba cuanto tiempo estuviera ahí. Tampoco se acostumbraba a la energía desbordante de Bokuto, eso que estaban con el 70% del tiempo juntos. La combinación de ambos lo dejaron exhausto después de media hora de jugar con la horda de niños en el patio. Desde la acampada se les habían pegado como goma de mascar en el zapato.
Mientras Kuro tomaba un gran vaso de té, pudo ver a Kenma bajando de las escaleras que daban a la sala. Traía el portátil debajo del brazo, era probable que estuviera trabajando con Tsukki todo ese tiempo. Como los maníacos de las computadoras que eran esos dos.
Antes de que Kuro pudiera esconder sus curiosos ojos, Kenma lo encaró.
El pelinegro se petrificó en su sitio.
Ahí estaba de nuevo, esa mirada tan segura y confiable. La que al parecer había sabido esconder tan bien como a ese par de niños. La fiereza combina con su corte y de alguna manera lo seduce; porque el adorable y desprotegido Kenma era una llama que lo encendía pero este es una bomba nuclear. Bendice y maldice a Akaashi que ha logrado transformar al gatito en una fiera.
Recuerda su alianza y el coraje le sabe amargo a Kuro. Presiente que la garganta no tarda en salirse de su sitio para escupir toda la pus que ha acumulado durante esos años.
Para darle un poco más de drama a su miserable existencia al miserable momento, va hasta él y le ofrece el vaso del té que hasta hace poco estaba bebiendo. Espera un rechazo y una mirada de indiferencia por parte del rubio.
—Gracias—bebe el poco té que queda sin ninguna vacilación—. ¿Keiji está afuera con Bokuto?
—Sí, con Bokuto—no quiere pero sale con veneno, casi como si burlescamente le dijera "¿Con quién más podría estar?
Lo sigue para saber sus reacciones, necesita algo, lo que sea que pueda parecer una abertura en aquel matrimonio que tiene pinta de desbordar felicidad. Pero Kenma no mira que Bokuto tiene abrazado a Akaashi, mira a sus hijos tratando de arrebatar a su madre de las garras de jugador, aunque claro, es sólo un juego.
Kenma mira a Akaashi distinto, con cariño infinito pero eso no puede ser amor de ninguna manera. No es un ser rastrero que sería capaz de destruir a una familia por su beneficio.
Jamás.
Lo único que desea es no hacer más grande esa mentira que ellos llaman amor. No importa cuanto haya cambiado Kenma, Kuro lo conoce cómo es cuando está enamorado y ese es todo menos un Kenma amando.
...
—¿Ustedes realmente acabaron con todo esto solos?—Oikawa mira todo el tiradero de botellas vacías que hay en su mesa—. Si continúan así creo que voy a tener que llevarlos a un centro de rehabilitación.
No era para menos cuando ya llevaban así varios días seguidos, lo cual había preocupado a Suga al grado de mandarlo a recoger sus alcohólicos traseros del bar. En otro tiempo Oikawa no se habría tomado la molestia, pero ahora que vía con Suga era un hombre completamente nuevo dispuesto a ayudar al prójimo. Además de que Suga lo mandaría al sofá si se negaba.
—Qué fue esta vez ¿sofá o bañera?—gruñó Kuro bebiendo su copa.
Oikawa, muy ofendido por ser leído de esa manera le arrebató el trago y se lo zampó en un sólo movimiento.
—La bañera es a la que van a ir ustedes dos si es que no se mueven por las buenas—la sentencia no pareció tener el efecto deseado porque Kuro pidió un remplazo de su vaso—. En verdad están comenzando a dar pena.
—¿Qué harías en nuestro lugar, Too?—preguntó Bokuto sombrío—. Si la persona que fue tu gran amor de juventud desapareciera sin decir ni pío y apareciera con una nueva vida hecha.
El castaño que por fin había logrado convencer al barman de parar de darles alcohol, miró a Bokuto con el ceño fruncido.
Él mismo había tenido un montón de problemas con la mamá de su hija, pero ninguno era similar a lo que vivían estos jugadores por lo que no podía decirles nada respeto a un "que tal si" sin embargo aún podía dar su punto de vista.
—No sé lo que haría, pero sé lo que no haría—suspiró—. No estaría ahogado hasta las narices en un bar, dando pena y demostrando lo perdedor que soy si él en mi vida.
Dicho eso salió del bar.
...
Peeeeerdón por no actualizar :(
Les prometo que ya no me voy a ausentar tanto tiempo. ¿Qué piensan de Kuro? ¿Piensan que los errores pueden ser perdonados o son de los que dicen "ya la jodiste una vez, bye".
Muchas gracias por su apoyo.
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Meteoritos impactando la Tierra
FanfictionLa historia que hay detrás del casamiento entre Kenma y Akaashi en SLNyE. ¿El amor podrá mantener unido a la familia que el dolor creó? Segunda historia de la saga de fanfics "Desastres Espaciales" del manga/anime Haikyuu!!