Se abre la caja de Pandora

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Kenma hubiera deseado que la mañana siguiente a la apasionada noche que pasó con su esposo fuera tranquila, tal vez con un poco más de ejercicio matutino, sin embargo es complicado cuando tienes dos gemelos revoltosos. Ellos ya están entrando a la habitación tan pronto como se asoma el sol.

-¡Papá! ¡mamá! -Masa y Tetsu brincan descuidadamente sobre los adultos para levantarlos.

-Bien, basta-Kenma los detiene, ya que no quiere que las cobijas terminen en el suelo y revelen que bajo de ellas no hay nada que les cubra el pudor- ¿Qué sucede?

-¡Un niño misterioso en el jardín!- Empieza Tetsuhiro.

-¡Nunca lo hemos visto!-Continúa Masato, quien ya está agarrando impulso para volver a saltar.

-Casi rompen la rodilla de mamá- Akaashi se une a la conversación, deteniendo a Masato "Tal vez es un vecino" busca la solución más lógica a la situación.

Pero ellos niegan, diciendo que ya conocen hasta el último niño del vecindario.

-Viene con el tío serio con el mamá plática- explica Masato-El que vive en otro país"

-¿Akira?"

-¡Sí!-gritan al unísono.
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La visita de Akira Kunimi fue sorpresiva, sin embargo no fue lo más impactante del día, sino la personita que trajo con él.

Un hermoso niño de la misma edad que sus bebés. Un niño que inesperadamente compartía la sangre con cierto rubio de lentes.

Kei tenía un hijo y no era con cualquier persona, resultaba ser producto de la relación que tuvo con Akira hace años. Más de uno puso en duda la paternidad del rubio, incluso Akaashi, pero entre más los veía más era el parecido que les encontraba. No tenía tanto que ver con el físico, eran sus expresiones y su forma de ser. A pesar de que no se criaron juntos, había un montón de gestos que compartían. Además de esa ridícula altura, tenía la misma edad que sus niños, pero casi alcanzaban a Kai.

Kenma y él no sabían cómo apoyarlo o qué decirle para disminuir su estrés y el shock emocional que le provocó su nueva paternidad. Se veía destrozado y perdido, era más de lo que podían controlar. Optaron por dejarle a Shoyo esa titánica tarea, después de todo era su pareja, estaba seguro que juntos podrían superar este evento inesperado.

Mientras tanto su esposo y él iban a centrar en hacer lo más amena la integración del niño. Hacer que un niño se adapte a un entorno nuevo es complicado, así que hablaron con sus hijos y les pidieron ser muy amables con Mitsuki.

Como estrategia, el matrimonio propone que salir al parque como una alternativa para hacer más amena la convivencia infantil. Hikari es la más emocionada con la idea, incluso Hana se vuelve mucho más cercana al grupito de niños. Mitsuki no dice nada, pero hay un brillo en sus ojos que lo delata.

Sus pequeños se vuelven locos cuando llegan al parque, corren de aquí para allá buscando subirse a todo lo que ven, después de todo es la primera vez que ellos visitan un parque de esa clase.

-¡Papá, mamá vamos una vez más!-Masato suplica por una tercera ronda en las tazas giratorias.

Kenma siente que su estómago no resistirá una subida más, pero los pucheros hermosos de sus gemelos son demasiado para él.

Es una suerte para los padres que los gemelos no tenían la altura suficiente para montarse en esos juegos locos que los hacían vomitar. Eso ya era una tarea a completar para Bokuto, Shoyo y Tsukishima que estaban siendo arrastrados por los niños grandes.

-Su padre podría morir si regresa ahí- Kuro interviene antes de que el pequeño par logre convencer a Kenma-¿podríamos intentar algo diferente?

-¡Sí!-Ellos responden aún sin saber de qué se trata.

Meteoritos impactando la TierraWhere stories live. Discover now