~°Nombre Clave: Ocho "La Hacker" (Cuatro/Billy) Escuadron 6

Especial: Roger Taylor (5/6)

—Bueno, amigos. Yo me voy.—

En cuanto la chica tomó su cartera y comenzó a saludar a todos los presentes, Roger brincó del sofá.

—¿por qué te vas tan temprano?—

—Esta por llover, no quiero que la lluvia me atrape aquí.—la chica se acercó al rubio, depositando un casto beso en su mejilla—. Ademas me aburrí de jugar por cinco horas al dígalo con mímica.—le sonrió tiernamente antes de salir de la casa.

—Amigo, ve tras ella.—Brian palmeó el hombro del baterista—. Sé un caballero y acompañala a casa.—

—Buena idea.—Roger sonrió emocionado antes de salir rápidamente detrás de la chica.

°•°

—¡____!—

La chica volteó de inmediato al escuchar su nombre, encontrándose al rubio agitado detrás de ella.

—¿de verdad estás cansado por correr media calle?—soltó divertida—. ¿qué necesitas?—

—Vengo... a acompañarte a casa...—suspiró profundamente, intentando recuperar el aliento.

—No es necesario, de verdad. Tengo que ir hasta la estación y tomar el autobús, no necesito custodia.—

—¿qué te parece si vamos hasta mi casa? Queda aquí cerca ¡podría mostrarte mi batería nueva! Y-y luego te llevaré a casa en mi bebé.—

—Roger...—

—¿quieres seguir discutiendo hasta que la lluvia empiece?—enarcó una ceja divertido—. Porque yo no tengo problemas en mojarme un poco, pero tú no llegarás ni a la estación.. sin contar que tendrás que esperar el autobús bajo la lluvia.—

—Tú ganas tú ganas, vamos.—

El dúo caminaba a paso tranquilo pero constante por la acera, conversando sobre típicas cuestiones de bateristas.

—¿a ti no te duele el trasero después un tiempo sentado en el banco? Deberían diseñar un sofá ultra cómodo para la batería.

La chica reía divertida ante las ocurrencias del rubio, porque a pesar de haber bebido bastante, aún estaba bastante fresco y conservaba esa aura divertida.

—Bueno, esta es mi casa.—____ se paró frente a una pequeña pero bonita casa.

—Pensé que vivías bajo un puente.—

—Eso... eso es cruel.—soltó Roger sacando unas llaves de su pantalón.

Tras abrir la puerta, ambos se quedaron parados en el recibidor, viendo cómo empezaba a llover.

—Mierda...—

—Te dije que no debías ir a la estación, te habrías empapado. Ven, pasa... vamos a ponernos cómodos.—

La chica lo miró incrédula, sin poder descubrir si aquello había sido una trampa para poder quedarse en su casa o si todo fue una casualidad.

—Dime la verdad, Taylor... ¿otra vez intentas hacer de las tuyas?—se cruzó de brazos molesta—. Porque si es así, te daré una patada y me iré caminando a casa.—desvió la mirada al patio.

—¿de verdad soy tan horrible persona que nadie puede tomarme en serio? Solo quería tener un buen gesto contigo ¿por qué todo lo que hago tiene que ser con segundas intenciones?—

—Porque todos saben que en lo único que piensas es en sexo y música... y tu auto.—la chica enarcó una ceja.

—Pues te equivocas, sí pienso en sexo y musica... y mi auto.—rodó los ojos—. Pero después de conocerte... también pienso en ti, todo el día.—