~°Nombre Clave: Ocho "La Hacker" (Cuatro/Billy) Escuadron 6

II

—¿por qué ella?—Cuatro miraba distraído como la castaña practicaba luchas con Dos en la sala siguiente.

—¿por qué no? Es hábil, tiene un pasado de mierda... Además algo me dice que no te gusta trepar 90 pisos para colocar un micrófono, ella se encargará de eso.—Uno revisaba unos imanes en su mesa de trabajo.

—No parece del tipo de gente que tiene secretos bajo la alfombra.—El lider volteó a mirar a su joven amigo.

—Las apariencias engañan, Cuatro. Y así como la ves, cometió graves errores.—volvió su atención a los dichosos imanes—. Pero eso importa una mierda, ella dejó todo eso atrás y está aquí para ayudar.—

Mientras tanto, Dos tumbaba con facilidad a la chica, quien sonrió levemente cuando la rubia le ofreció la mano en forma de ayuda. Mientras se ponía de pie, notó que el rubio la observaba, lo saludó con un leve gesto de manos.

°•°

—Déjame adivinar ¿tú eras la del teleférico?—Cinco señaló a la chica con una cuchara.

—Sep.—

—¿y por qué morir así?—

—Ese teleférico de mierda estaba alterando el ecosistema, dañaba la selva y con ello a los animales del área. Si iba a irme, esa porquería vendría conmigo.—Ocho comió un poco de su helado.

—¿eres de Brasil? No tienes acento.—

—Soy sudamericana, pero no te diré de dónde.—sonrió divertida.

—¿por qué te uniste a nosotros?—por primera vez, Cuatro se dirigió directamente a la chica, quien lo miró de inmediato.

—Pensé que aquí nadie me haría preguntas...—suspiró—. Como sea, cometí muchos errores. Creía que estaba haciendo lo correcto, ayudando a los que más lo necesitaban pero... Cuando salvas a unos.—revolvió el postre entre sus manos—. Hundes a otros... Y yo me di cuenta muy tarde de eso.—

Un silencio algo incómodo se hizo presente en el lugar, haciendo que la chica se removiera en su asiento.

—Todos hicimos cosas malas, pero ahora estamos intentando compensarlas.—Cuatro le sonrió—. Así que bienvenida a los X-Men.—

Ahí estaba otra vez esa sonrisa tan peculiar de Ocho.
Cuatro aún no lo comprendía del todo, pero en esas escasas horas que la chica llevaba allí, ya lo había atrapado por completo.

°•°

—Bueno, Ocho prometió unirse a nosotros si la ayudábamos con esto, así que le daremos el gusto.—Uno dispersó diversas fotografías sobre la mesa—. Estos tipos son los encargados de la reserva natural más grande de Africa y están vendiendo animales en el mercado negro. Cuanto más peculiar y mayor riesgo de extinción tengan, más dinero se llevan a casa.—

—¿las autoridades no hacen nada al respecto?—soltó Cinco, ganándose una mirada incrédula por parte de Ocho—. Oh, cierto. Corrupción.—

—Acabaremos con estos imbéciles mañana en la noche, tienen planeada la venta de un yaguareté a un coleccionista de animales. Nos dividiremos en dos equipos, uno irá por el animal y el otro se encargará de los tipos al mando.—

—¿quién quedará a cargo cuando estos tipos mueran? La reserva quedaría a la deriva.—Cuatro miró de inmediato a Ocho, quien le sonrió levemente.

—Yo me encargo de eso, no te preocupes.—el chico asintió.

—Los detalles no son muchos, se los diré durante el vuelo. Preparen sus equipos.—Uno golpeó levemente la mesa—. Partiremos en dos horas.—