~°Nombre Clave: Ocho "La Hacker" (Cuatro/Billy) Escuadron 6

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Estarán en negrita los diálogos en español.

°•°

—Bueno, la idea es no llamar la atención, así que solo entraremos dos personas.—____ extendió un plano sobre la pared—. Como no tengo acceso remoto a las cámaras, entraré yo para poder hackearlas. Amelia es la única que sabe cómo funciona un hospital y su gente, ella me acompañará por si acaso. Tres será el chofer y otro será su apoyo, el acompañante puede ser cualquiera.—

—¿con qué excusa entraremos?—Ocho sonrió antes de acercarse a Seis y apoyar las manos sobre los hombros del conductor.

—Con ayuda de Woody.—presionó con cariño sus hombros—. ¿querías ser de ayuda? Pues lo serás ahora.—

—Pero no quería ser una marioneta.—hizo un puchero frustrado.

—Vamos, te invitaré una malteada al salir.—

—... que sea de caramelo.—

La chica besó su mejilla fugazmente y volvió a explicar el plan.

—Entraremos con la excusa de revisar la herida de Dave, es un hospital privado así que solo reciben a personas de cierta... posición.—

—Déjame adivinar, ¿nos creaste perfiles falsos?—Cinco la miró con una leve sonrisa.

—Perfiles, obras sociales, identificaciones digitales, TODO.—

—¿y si nos piden documentación?—

—Se manejan con huellas y escaneos de retina, ya me encargué de eso.—

—¿hay algo que no puedas hacer?—Seis la miró con cierta admiración.

—Arreglar tu brazo.—

A cuatro le molestó la cercanía que estaba tomando el dúo frente a él, realmente se cuestionaba en qué momento se generó esa confianza.

°•°

—Tengan cuidado, estaremos cerca si algo pasa.—Tres estacionó frente al hospital.

—Mantén el motor encendido por si acaso, grandulón.—Ocho chocó puños con el mexicano.

Al bajar, el par de chicas y el conductor caminaron hasta la entrada, donde un portero electrónico pidió sus nombres.

—Soy Lorraine Watson.—mintió Ocho mientras apoyaba el pulgar en el lector—. Este es mi esposo Louis Watson.—golpeó el hombro de Dave para que apoyara su pulgar—. Y ella es Lucy Watson, mi cuñada.—

Apenas Cinco apoyó el dedo en el panel, la puerta del hospital se abrió.

—¿esposo?—Dave sonrió divertido al entrar junto al par de mujeres.

—Sí, amorcito.—____ se aferró al brazo sano del hombre—. Pórtate bien.—

Ambos rieron divertidos, pero quien no rió fue Cuatro, quien escuchó todo a través de los auriculares.

—Imbécil...—susurró por lo bajo el rubio, quien descansaba en la parte trasera de la camioneta.

—¿celos, amigo?—Tres miró por sobre el hombro al escalador—. Tranquilo, Seis no va a robarte a la chica.—

—Pues se llevan muy bien, yo creo que me esta ganando terreno.—

—¿tú crees?... Nah, le gustas a la chica. Es obvio.—

Cuatro sonrió sin darse cuenta, su amigo le había transmitido algo de paz. Pero la verdad era que, al momento de tener esa conversación, los hombres tenían en mente a dos personas diferentes.