Capítulo 2.-Dimitido del puesto.

2.1K 161 205
                                    

Primera semana como asistente de la profesora Kirisu, el resultado no había sido muy...alentador. Todos días terminaban siempre entre las ocho o nueve de la noche, siendo una refriega bastante complicada para Nariyuki.

Se le notaban las ojeras, bebía café en dos tazas diferentes al mismo tiempo debido a la fatiga que representaba su jornada de servicio social. El director pasó caminando y le hizo el saludo militar.

-¿Cómo vas con tu puesto de asistente, Yuiga? A que te la pasas de maravilla con la profesora Kirisu.

-Por supuesto. –Dijo el muchacho, más por compromiso que por otra cosa.

Uruka y Furuhashi charlaban entre sí cosas relacionadas con la salud mental y física de su compañero. Se veía muy jodido del semblante, pareciendo que tenía una resaca. En efecto, Nariyuki tenía una resaca más de tipo emocional.

La profesora Kirisu pasó a un lado del muchacho, dándole unos documentos apilados que le llegaban hasta una altura poco más arriba del cuello. Tenía que llevarlos a su auto.

Las dos chicas vieron a Nariyuki caminar sólo Dios sabe cómo hasta el estacionamiento, y de ahí, al auto de la profesora Kirisu.

-Me estoy empezando a preocupar, Fuminochi.

-Yo también, Uruka...pobre de Yuiga, él no se merece tal castigo.

-Nariyuki es muy obstinado. Desde que lo conozco, él siempre busca la manera de superarse y de no dejarse vencer por los problemas...pero creo que esto va más allá de lo que su cuerpo puede soportar.

Tras dejar los documentos en el auto de la profesora, Nariyuki regresó casi corriendo de regreso al salón. Ya empezaban las clases, y perderse de ellas le resultaría muy malo.

En la misma, el muchacho cabeceaba, casi queriendo rendirse ante la obviedad de lo que sucedería: quedarse dormido. No obstante, no se resignó a perder, lo hacía por esa maldita recomendación, por lo que se concentró lo más que pudo, intentando una táctica curiosa.

Tratar de mantenerse despierto lo cansaría más, por lo que despejó su mente, cerrando los ojos, pero escuchando atentamente a la clase, respirando lo más hondo que le era posible.

Pasados cinco minutos, el joven se sintió más fresco y relajado. Era hora de ponerse serio.

Fumino se percató de eso, sintiendo curiosidad de que era lo que impulsaba a Nariyuki a no rendirse ante una situación así de compleja. Le causaba admiración a la chica.

La clase terminaba, era hora del almuerzo. Las dos chicas invitaron a Nariyuki a pasar el receso con ellas y con la otra compañera que era parte de las tutorías. Entre las tres se ayudaban en lo que podía, discutiendo sus temas de interés académico.

Él declinó la oferta. Tenía una cosa que hacer, y esa era ir a la oficina de Kirisu. El joven se fue con bastante prisa.

-Ya casi no se junta conmigo. –Lloró Uruka, sintiéndose hecha a un lado.

-Sé que es difícil para ti, pero sus responsabilidades son más importantes.

-Tienes razón.

Nariyuki pasaba a la oficina de la profesora Kirisu, quien llamaba por teléfono. En el horario del chico había una tarea simplona, pero elemental. Aquella tarea era...comprarle el almuerzo a Kirisu.

Eso quedaría quizá fuera de su jurisdicción. No estaba tan seguro de si esas eran las tareas de un asistente, pero no podía quejarse en lo más mínimo.

Su almuerzo se encontraba aparte, ambos en bolsas de papel cartón. Nariyuki entró con una sonrisa en sus labios, aun así se le notaban las ojeras. Dejó el almuerzo en el escritorio de la profesora, retirándose de inmediato ya que esa era su única tarea.

Enséñame a amarte (MafuyuxNariyuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora