Capítulo 15.-Apología.

1.2K 85 86
                                    

Nariyuki salía de la casa de Mafuyu, siendo acompañada por ella. Ambos se despidieron con un beso rápido en los labios, marchándose él del lugar.

Mafuyu se llevó la mano al pecho en cuanto vio a su amado retirarse por las escaleras del edificio, pero no había de otra. Eran las cinco de la tarde, se verían el día de mañana en su oficina.

Por alguna extraña razón, Nariyuki se sentía observado, incluso miraba a todos lados para ver que nadie lo siguiera o espiara, que en todo caso sería su hermana con tendencias incestuosas. Era imposible, ella pensaba que él seguía en la academia.

Sus dudas se aclararon cuando vio a Fumino a lo lejos, esperándolo en la sombra de un árbol.

-Hola, galán. –Se burló ella.

-¿Cómo sabes donde vive la profesora?

-Una vez vinimos Uruka y yo a su casa para una sesión de tutoría el fin de semana.

-Rayos, ya no me siento tan especial. –Se quejó él, enchinando los ojos.

-No seas elitista, Yuiga. –Rió Fumino. –Pasaba por aquí y dije, iré a visitarlos, pero veo que tardé mucho.

-Hum...no recuerdo si Mafuyu sabe que tú sabes lo nuestro. Es raro, pero es verdad.

-¿No se lo has dicho?

-¡¿Estás loca?! Ella se enojaría mucho. Se supone que nadie sabe de lo nuestro, ni siquiera tú, Fumino.

-Nah, no pasa nada, igual ya lo sabe. –Digo ella, haciendo un gesto de tranquilidad. –Bueno, vayamos a la estación.

Los dos buenos amigos caminaron a la estación del tren. Tomarían la misma línea, salvo que uno la tomaría al norte y el otro al sur.

Cuando llegó la hora de despedirse, lo hicieron, naturalmente. Sonriéndose tras la puerta del tren que cada uno tomaría.

En cuanto el tren salió de la estación, Fumino sacó sus hojas, acomodándolas lo más que pudo. Ya iba sentada, así que se puso a escribir con su pluma fuente.

Siempre se dolían mucho al despedirse, pero era algo necesario para que nadie sospechara de su unión.

Nariyuki llegó a su casa tirando la mochila en la entrada, sacando sus libretas para, tras descansar unos minutos, ponerse a hacer las tareas que tenía.

La verdad era que la recomendación ya le daba igual, prefería estar con Mafuyu a tener alguna que otra tarea atrasada. De esas, justamente, iba a hacer. Sus calificaciones eran levemente más altas, así que tendría la recomendación de forma segura, aparte de que Mafuyu lo calificaría con un rotundo diez.

Pensaba en Mafuyu a la vez que hacía la tarea de su materia, sonriendo de forma inconsciente a la vez que trabajaba en su libreta.

No sabía por qué, pero esa noche no pudo dormir. Tenía insomnio, algo que no le pasaba más que cuando pensaba en cosas relacionadas con Mafuyu antes de ser novios.

En ese momento, él no se sentía mal, ni se preocupaba por ella, aunque algo no lo dejaba dormir, teniéndolo con mucho cuidado. Fue que por fin Nariyuki concilió el sueño dos horas más tarde de lo habitual, pareciéndole tan extraño al ya ser mucho tiempo de sentirse así de mal.

Quien sabe que tendría en aquel momento.

Sería innecesario decir que, en cuanto Nariyuki despertó al día siguiente, se sentía muy cansado, con sueño y ojeras. No tenía ganas de nada, en realidad, pero debía ir a la escuela para tener todo bien con sus calificaciones y para ver a su enamorada.

Enséñame a amarte (MafuyuxNariyuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora