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TAKATO:

Fue inevitable que pasará.

Ahora la oficina se estaba empezando a llenar de nuestros aromas, haciendo que se combinaran.

Me encanta el aroma de Chunta, ese aroma a Café y Canela me volvia loco y me paralizaba.

Chunta volvio a juntar nuestros labios; y sin perder tiempo, metio su lengua en mi boca haciendo que jugaran. Dejo de besarme, y empezó a besar mi cuello, haciendo que soltara pequeños gemidos casi inaudibles; aunque no para Chunta, que al escucharme dejo de besarme y subio mi camisa.

-Takato-San es un lindo omega -exclamó con lujuria.

Empezó a acariciar mi torso con la punta de sus dedos, haciendo que temblara ante el toque que estaba recibiendo. Puse una de mis manos en mi boca para no dejar escapar los ruidos que querian escapar; no queria que alguien nos escuchara.

Chunta detuvo una de sus manos en mi vientre, y empezando a acariciarlo dijo-: Quiero un cachorro. Un cachorro mio y de Takato-San.

-¿Un-un ca-cachorro? -tartamudee, ante la inesperada petición.

-Te ves tan apetitoso con esa expresión -comento; mientras se relamia los labios.

¿Será demasiado tarde para decirle qué aún soy virgen?

Empezo a besar mi vientre, y poco a poco fue subiendo a mis pechos, deteniendo su mirada en ellos.

-Aunque... me daría envidia que le darías leche de tus pechos a nuestro cacharro.

Luego de esa extraña declaración, empezó a lamer uno de mis pezones; mientras que con su mano, jugaba con el otro.

-¡Chun... mmm!

-Los pechos de Takato-San saben tan bien. Me encantaría ver como Takato-San le da de mamar a nuestro cachorro.

Este tipo estaba fuera de juicio. Jamás pensé que mi alfa fuera un psicópata con cara de angel; no me molestaba, pero se supone que era mi paciente, esto no tendria que estar pasando.

Chunta seguia lamiendo mis pechos; y sin dejar su acción, empezó a desabrochar mi pantalón.

¡Ahora si que me estaba empezando a poner nervioso! pero lo único que yo podia hacer era gemir por el placer que sentía.

Para bien o para mal, en ese momento el teléfono de mi oficina empezo a sonar.

-Chun-nta tengo que... mmm contesta... ¡Ahh! -hacía mi mayor esfuerzo para hablar, pero al parecer al alfa arriba de mí no le importaba-. Chun... ta, po-podria ser una emer... emergencia.

-Y a mi me importa ¿Por qué? -respondió; mientras me quitaba la camisa.

De pronto mi teléfono; que estaba en la mesita de centro, empezo a sona. Con esfuerzo, intente ver de quien era la llamada. Al ver que la llamada era de Li, me preocupé; sabia que algo malo estaba pasando para que me llamará tantas veces.

-Chunta, ya me cansé de estar acostado -dije, por tal que me cambiará de posición, para poder tener oportunidad de tomar mi teléfono.

El alfa sonrió lujuriosamemte, y en un segundo ya estaba sentado en sus piernas dandole la espalda. Aproveché ese momento para inclinarme un poco y tomar mi teléfono. Chunta se dio cuenta de esto, y al parecer le desagrado, ya que empezó a gruñir. Ignoré sus quejas y contesté.

-¿Por qué tanto alboroto? -hablé algo molesto; mientras intentaba hacer que Chunta dejara de gruñir.

-Takato-Kun, hay una emergencia. Acaban de trasladar a una niña del hospital Nio, hay que realizarle una operación urgente o morira; pero tampoco se encuentra el director Jo -informó, sonando lo más preocupada que se pudiera estar.

Es mi paciente!!! [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora