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JUNTA:

El hospital estaba agitado, todos corrían por aquí y por allá, no lo había visto así desde que ingresé, incluso escuché decir que ya no habían doctores que atendieran a los pacientes, ni siquiera Nishioka-San estaba en la recepción.

Me encontraba reposado en el recibidor, viendo como todos corrian, como entraban las camillas y salían los doctores y enfermeros, desde que Takato-San salió del área de residentes con la carta que su madre le había dado a quien sabe donde, no lo había visto.
Ya eran cerca de las 6:00pm estaba aburrido.

Todos en las sillas estaban impacientes y ansiosos, se podían percibir varios aromas.
Pero esos aromas se descontroladon cuando dos hombres de traje que cargaban a otro, entraron y lo sentaron en las sillas, con otros hombres igual vestidos detrás de ellos, todos se quitaron y empezaron a gritar.

El hombre tenía una gran abertura que abarcaba desde su oreja hasta su cuello, se podía ver que estaba medio muerto.

-¿Donde carajo hay un doctor?... gritó uno de los que lo traían cargado.

El Kouahi de Takato-San llegó, todas las personas miraban con miedo.

-¿Que a pasado?... dijo con miedo el chico.

-¿Eres doctor?... pregunto el hombre, el muchacho temblaba y negó con la cabeza.

-Soy residente, pero lo puedo revisar... respondió el chico... No hay doctores disponibles en este momento.

-ES UN HOSPITAL!!! ES ESTÚPIDO DECIR QUE NO HAY DOCTORES!!!... gritó molesto.

-No-no qui-quiero que un residente me trate... el herido habló con dificultad.

-Ya oiste a nuestro jefe, trae a un maldito doctor... gritó el hombre.

-Ya se lo dije, no hay doctores... Mascúllo firmemente el beta, para que el alpha lo tomará de la quijada y se la apretada.

-Ya me hartaste, aprieta la mandíbula para que te duela menos!!!.

El hombre levantó su puño dispuesto a pegarle al chico, pero alguien agarro su puño con una de sus manos.

El hombre volteó a ver a la persona soltando al beta, era mi omega quien lo miraba con el ceño fruncido.
El hombre le iba a pegar a mi omega, yo me iba a interponer antes de que lo tocará, pero no lo hice al ver como mi omega lo giró al otro lado torciendo su brazo y empujandolo hacia la pared.
Mi omega se volteó y se arregló su hermoso cabello.

-Aquí solo se reciben a personas que necesitan asistencia médica, si no son pacientes les pediré que salgan... dijo dulcemente.

-¿Tu quien eres?... pregunto con los puños cerrados uno de los hombres.

-Soy el doctor que lo va a atender... señalo al hombre sentado quien no le quitaba la mirada.

-¿Er-eres ome-ga?... bufó con dificultad.

-¿Tengo cara de alpha?... contestó sarcástico... Claro que soy omega.

-No-no seré aten-tendi-dido por un ome-ga... respondió el alpha moribundo... Saquenlo de mi vista... ordenó a sus hombres, Takato-San solo suspiro.

-Vamos hermoso, tomate un descanso... dijo uno de los hombres mientras ponía su mano en la cintura de Takato-San dando algunos pasos con el.

No me gustó que lo tocará, nuevamente me iba a interponer, pero una vez más mi omega me sorprendió.

Tomo la mano del hombre y le dio la vuelta haciendo que le tronara el brazo, para después darle otra vuelta y de una patada mandarlo a las sillas.

Es mi paciente!!! [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora