Sasuke había regresado finalmente a la aldea y esperaba que esta vez ya no necesitara partir nuevamente. Estaba a punto de dirigirse a la oficina de su mejor amigo como acostumbraba cada vez que regresaba de sus viajes, sin embargo cambió de opinión y se dirigió finalmente al hospital, recordando que a esas horas su esposa ya no estaba trabajando. No es que no quisiera verla. Al contrario, quizás por primera vez y en una actitud por demás extraña en el decidió darle una sorpresa. En pocos días, el 31 de Marzo, sería el cumpleaños número 22 de su hija Sarada. Y honestamente nunca había sido muy hábil en escoger obsequios. Exactamente como su mejor amigo y al contrario de sus respectivas esposas e hijas, Sakura y Sarada y Hinata y Himawari. Al recordar justamente a la menor de los hermanos Uzumaki se detuvo un instante en su marcha. Era una joven kunoichi de casi 20 años de edad y, a diferencia de su padre y su hermano, una Chūnin. Uchiha no podía más que pensar en el rostro completamente embobado de los dos varones Uzumaki cuando Himawari fue nombrada junto a sus dos compañeras. Una de ellas, la propia nueva discípula de Sasuke. Una joven poseedora de un dojutsu tan peculiar como el que poseía Boruto, pero con facultades extremadamente similares a los dos que portaba Uchiha. Era, por último la ninja-médico del trío puesto que era hija de un ninja-médico y una mujer dotada de su mismo dojutsu. Justamente esta última había sido quien había encargado a Sasuke su entrenamiento. Eventualmente y para sorpresa tanto de este como de su primer discípulo, Boruto, el tercer miembro del Equipo 7 se había ofrecido a albergarla en el apartamento en que hasta ese momento viviera solo.
No supo cuánto tiempo camino sumido en sus reflexiones. Sin embargo se percató al regresar a la realidad a través de una voz femenina y para entonces avanzada en años que lo llamaba que ya había llegado a destino. Se trataba de la Quinta Hokage y antigua maestra de su esposa y de su hija, Tsunade. Solo el tono de su voz reflejaba el paso de los años en ella puesto que aun mantenía su misma apariencia apenas un poco más madura que la de su discípula. Que la de ambas adultas de hecho, Sakura y Shizune. Esta última era además y por llamarle de algún modo, su sobrina, ya que su esposo fallecido era el tío de Shizune. Sasuke volvió la mirada lentamente en dirección de la mujer de cabellos rubios y lacios recogidos en dos coletas bajas y sueltas y salud física y verbalmente con un leve movimiento de cabeza. Luego de ello, la Quinta Hokage le indico que la acompañara, adivinando sin necesidad de palabras el motivo de su visita. Había prometido a Sakura y a Naruto que una vez que terminara de cumplir su 'penitencia' por el daño causado a Konoha y a sus amigos regresaría para finalmente realizar el trasplante del brazo que perdiera en su último combate frente a Naruto. En el que ambos en realidad habían sufrido la misma lesión.
Tsunade lo llevó a un pasillo al fondo del cual se encontraba el laboratorio de análisis médicos y junto a él la sala de operaciones. En la primera habitación se encontró con una joven de la edad de Himawari Uzumaki -20 años-, alta y esbelta, de cabello lacio hasta la cintura de un intenso azabache excepto por la hebra que cubría su ojo derecho del mismo modo en que su cabello rubio cubría el ojo izquierdo de Ino Yamanaka, la esposa de Sai. El resto del mismo lo llevaba atado en una gruesa trenza baja. Sus ojos, a pesar de que solo uno de ellos se veía en ese momento eran naturalmente escarlatas como los de Kurenai. Ese era efectivamente su dojutsu, el cual activado hacía aparecer un destello blanquecino, como un Byakugan donde debía estar su pupila. Al poco tiempo de comenzar a entrenarla, Sasuke había descubierto que Kagami (ese era su nombre) había desarrollado ese dojutsu como consecuencia de una enfermedad que heredase de su madre y que no se manifestó por completo sino hasta que la niña cumplió seis años. Solo le era posible ver como si las cosas a su alrededor fueran antiguas por así llamarle. En otras palabras, los únicos colores que era capaz de discernir eran el blanco, el negro y el gris. Sin mencionar que su visión era extremadamente reducida. Su dojutsu (irónicamente en oposición a lo que ocurría con el Sharingan de Uchiha) aparece cuando perdió completamente la vista. Este estaba continuamente activo puesto que era efectivamente sus ojos. Sin embargo, mientras no lo utilizara en batalla, solo eran visibles sus escarlatas.
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Forever At Your Side
FanfictionEllos habian tenido sus diferencias, sus peleas y algo mas que simples discusiones cuando niños/adolescentes. Y desde que se reconciliaron habian deseado con todas sus fuerzas que la historia no se repitiera con sus hijos. Para su fortuna, solo no o...