El Detective O'Brien Resuelve Diez Nuevos Casos

5. El enigma del asesino en serie

El trío de Scotland Yard, compuesto por los detectives Connor Prouds, Geoffrey Towel y Willie O'Brien, arribó al pueblo Luxery por la mañana. Los tres investigadores se sentían algo excitados por el caso que les tocaba resolver ahora, ya que en realidad no se trataba de un caso, sino de varios. En el pueblo Luxery había aparecido el cadáver de una mujer llamada Fatima Humming. La mujer había sido apuñalada y en su frente había sido marcada una cruz. Se trataba de un nuevo asesinato perpetrado por el "Asesino en serie X", como se lo llamaba. El homicida en cuestión se había cargado a varias personas en los últimos meses. Dichas personas pertenecían a diferentes pueblos pequeños que había esparcidos por todo el país. Las víctimas del "Asesino en serie X" no tenían un rango específico de edad ni sexo: cualquier persona, sea hombre o mujer, niño o anciano, podía aparecer asesinado en cualquier momento. Además, las técnicas de asesinato variaban según los casos: el "Asesino en serie X" parecía emplear cualquier método, después de todo sus víctimas habían sido, según el caso, matadas a golpes, baleadas, ahogadas, asfixiadas o, como en el caso de la señora Humming, apuñaladas.

—Esto es de verdad muy sorprendente —dijo el joven Connor mientras se acercaba junto a sus dos compañeros a un grupo de hombres que conversaba en círculo—, y muy intrigante.

—Coincido —convino el pequeño detective O'Brien, que era particularmente de muy baja estatura—, siento que es este un gran desafío, pero por más difícil que parezca debe de haber alguna explicación.

—Sí, detective O'Brien —contestó el joven de mala gana—, la explicación es el asesino serial. La cuestión es descubrir quién cuerno es.

El diminuto detective llamó al silencio. El detective Towel, que era un anciano, estaba callado también. El trío ya estaba a muy pocos metros del grupo de hombres que conversaba en círculo. Se trataba de un equipo de inspectores y forenses de Scotland Yard y algunos inspectores de otra agencia de investigación llamada Ritmond. Entre esos hombres estaba el reconocido detective Vincent Swanont, de esta última agencia. El detective Swanont había sido desde el comienzo el encargado de desenmascarar al "Asesino en serie X", pero hasta ahora estaba claro que no lo había logrado. Por eso es que esta vez también había sido convocado el trío de detectives más famoso de Scotland Yard. El trío observó al señor Swanont y notó la considerable expresión de cansancio y agotamiento que denotaba su semblante. Dicha expresión se mezclaba con algo de furia también. El trío se presentó con el detective de la agencia Ritmond y se inició una pequeña conversación entre los cuatro hombres.

—Estoy realmente muy contento de que por fin hayan enviado a otros investigadores a colaborar —dijo el detective Swanont a cara de perro. El hombre se veía realmente muy estresado—. He estado siguiendo el rastro de ese psicópata por casi todo el país, pero siempre se las ingenia para desaparecer sin dejar rastro. No estoy al tanto de si han ustedes leído alguno de mis informes, pero si los leyeran se darían cuenta de que los casos son de verdad bastante complicados, al menos a simple vista. En general nunca hay pistas que incriminen a ninguna persona en concreto, y si hay testigos... pues, no sirven lo que se dice mucho. Los pocos testigos que han aparecido en todos los casos, nunca han aportado datos relevantes para atrapar a ese asesino maniático.

—Detective Swanont, lo noto a usted muy cansado y... algo estresado —comentó O'Brien inocentemente. El hombre lo miró como si estuviera a punto de matarlo.

—Es que estoy perdiendo la cabeza, hombre —dijo, como si no bastara con mirarlo—. Siempre he triunfado en los casos que he resuelto, pero los casos de este asesino parecen sencillamente imposibles de resolverse.

—Bueno, ya no se preocupe, hombre —replicó Connor, que miraba al detective de la agencia Ritmond muy despectivamente—, ya hemos llegado nosotros. Somos, la verdad, muy capaces de resolver cualquier caso.