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Abrió los ojos y lo único que pudo ver fue el fino hielo... Y soledad.

¿como había llegado hasta allí? ¿donde estaba?

El frío se le filtraba hasta los huesos. Se hallaba desnuda solo "vestida" por el sentimiento de abandono.

Tan frágil como la capa de hielo que tenia bajo sus pies.

Por su cuerpo recorría un escalofrío que la hacía estremecerse y hacer que su piel protestase poniéndose de gallina.

Una lágrima calló de su ojo, resbalando y acariciando su mejilla, como si quisiera consolarla, ¿consolarla de que? ¿porqué lloraba?

La lágrima resbaló por su barbilla y calló en su pecho, creando miles de pequeñas lagrimitas que se congelaban y chocaban, fragmentandose contra su cuerpo.

Un crujido.

Otra lágrima le calló en su seno, que rota en mil pedazos calló dispersada por el suelo.

Otro crujido.

Tres lágrimas más salieron de sus ojos. Ella estática, recta, como si de una estatua de hielo se tratase. Su piel blanca, aun más por el frio, era adornada por los rastros congelados de sus lágrimas que bajaban, acariciando los pechos, alguna, desafiante, el seno incluso, para luego bajar y estrellarse en la endidura de su ombligo, creando una gota más grande, y salada que le bajaba hasta esconderse entre sus piernas.

Ya no eran ni una, ni dos, ni tres lágrimas las que huían de sus ojos, ya rojos, sino eran decenas, creando verdaderamente ríos de lágrimas que bajaban hasta esconderse en la "V" que generaban sus piernas. Y finalmente, llegaban al suelo, para romperse y dispersarse, haciéndose uno con el paisaje de desolación y tristeza, que ellas mismas contribuían a generar.

Otro crujido.

Las lágrimas seguían su camino hasta estrellarse en el suelo.

Ella siguió con la mirada esos ríos congelados que se dispersaban desde su ojos hacia su cuello, sus pechos, ombligo, su "V", sus piernas y finalmente el suelo donde desaparecían.

Otro crujido.

Una grieta, finísima pero a su vez infinita pasó por debajo de sus pies, apartó la nieve y se estremeció. Miles de manos tocaban el hielo se movían. Aquí y allá surgían caras de horror, enfado, frustración. Alguna figura golpeaba fuertemente contra el hielo produciendo otro crujido y otra grieta. Como pidiendo carne. Carne fresca.

Intentó huir, pero la grieta se abrió y media docenas de manos la agarraron y tiraron hacia ellas, arrastrándola hacia el agua.

El agua fría la "cortaba". Nunca se había sentido tan impotente. La aferraban por las piernas, ella intentaba pelear, luchar, pero lo único que conseguía era solo que la agarrasen de más sitios, de la mano, de los pechos... Que estos, comenzaron a sangrar. Las manos que le aferraban eran como tenazas y estas les clababan las uñas, rotas y afiladas, solo se podía aferrar a la capa de hielo, para intentar impulsarse, pero era imposible, el frio y el agua congelada no le dejaban moverse.

Se resbaló y el agua le entró por la nariz. No cogió aire.

Se ahogaba.

La luz se iba oscureciendo.

Y las figuras la llevaban al fondo, más al fondo...

Veía sus burbujas de aire salir a la superficie.

Ella no podía.

Tragaba agua.

Se ahogaba...

Era ya todo muy oscuro...

Se ahogaba

Se ahogaba...

Se... Ahogaba...

dauðiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora