Neo es un chico rebelde pero estudioso, conoce por primera vez el amor y la decepción en una sola persona, descubre nuevos amigos en quien menos se lo espera, ¿los obstáculos le impedirán llegar a estar junto al chico que ama? Sus amigas y él intent...
No se que está pasando pero en esta ocasión cederé por ser un día especial; me vestí con las prendas predispuestas para mí, cuando hube acabado busqué un espejo por la habitación hasta que me topé con uno al lado de un clóset, observe el atuendo estupefacto, en serio soy un príncipe con todas las ropas puestas lo único que no encaja es mi cabello desordenado, hice dos trenzas y lo ate detrás para que se mantuviera en su lugar.
Alice no tardó en regresar y tocar la puerta preguntando si estaba listo, abrí y ella quedó boquiabierta, segundos después saltaba de un lado a otro con su atuendo que encajaba perfectamente con el mío, ella era una princesa, un vestido rosa pastel esponjoso con una tiara que le decoraba su peinado, la tomé en brazos y baje las escaleras, abajo ya nos esperaban los invitados y su mamá, todos se sorprendieron al vernos a ambos bajar como en un cuento de hadas, la deposite en el suelo con sumo cuidado y sus amigas la rodearon.
-Marta tiene buen ojo.
-¿Ah, conoce a mi jefa?
-si, ella fue quien me recomendó este traje y las medidas-sonreí nervioso, ahora se porque esto me parecía un poco raro.
-Te traeré algunos refrigerios así que espera aquí-se alejó por la cocina y las pequeñas invitadas se reunieron conmigo, me preguntaron acerca de dónde venía y él como era el palacio dónde vivo, reí internamente y jugué el rol de nuevo.
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**Vestimenta de Neo**
Cristofer
Llegue a casa justo a tiempo para la fiesta de cumpleaños, encontrar un regalo para mi hermana no es fácil. Ari y yo nos pasamos toda la mañana viendo vitrinas hasta encontrar la varita que creía yo, combinaría con su vestido, entramos a casa y un montón de niñas gritaban frenéticamente alrededor de alguien, mi madre ya me había arrastrado a la cocina sin percatarme de ello.
-Toma esto y ve a vestirte mientras empieza el show- madre me apresuró a subir, sin dejar que observará la razón del alboroto en la sala.
Encontré a mi hermana bajando con una mini espada y sin decir nada le di la caja con el accesorio, sus ojos brillaron entusiasmada.
-Tú serás el mago malvado hermano- río como un villano y se apresuró a bajar.
En mi habitación vi ropa de chico en la cama y uno pequeño pues las prendas no me quedaban en ningún sentido, no sabía de quién o qué hacían ahí pero no me dio tiempo de hacer conjeturas pues madre llegó a preguntar si ya estaba listo, me apresure a cambiarme, el atuendo era un poco soso una túnica negra con un sombrero puntiagudo y una barba de disfraz de santa Claus no era tan original, salí directo hacia la sala y en el camino mi madre me explicó que tenía que hacer, llegamos y todos veían el "escenario", un príncipe de cabello rojizo se arrodilló frente a la princesa besando su mano con delicadeza y declarando que la protegería de cualquier mal, en eso salió un dragón que era un pedazo de cartón pintado, no podía quitar los ojos de aquel chico tratando de recordar dónde lo había visto, en ese instante mi madre me dio una señal de que seguía yo.
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**Disfraz de Cristofer**
-Muajajajaja príncipe entrega me a la princesa ella será el objeto de mis embrujos- él bajó del escenario y se puso enfrente mío.
-Jamás te daré a mi princesa desenfundo la espada de madera y mi bastón chocó con ella, la batalla se volvió intensa yo no quería ceder y él me veía desafiante con sus ojos esmeralda en ese momento recordé donde lo había visto, el chico de la tienda de dulces; la sorpresa me hizo tropezar con uno de los sillones y así terminó la obra todos los invitados aplaudieron y se acercaron al príncipe idiota.
Alice se reía de mí y se acercó a ayudarme, salí rápidamente de la sala para deshacerme del horrible vestuario, y regrese con mi madre, Marta su amiga de infancia estaba ahí hablando de la buena idea de Alice de invitar al idiota y armar una obra en la sala.
Fui a comer a la cocina mientras los niños hacían todo tipo de cosas en la sala.
Ya se habían marchado la mayoría de invitados y Marta seguía inmersa en la conversación con mi madre; yo me aburría de estar esperando en la cocina a que acabara la fiesta, subí sin pensar más que en mi cama y recostarme un rato, no le tome importancia a la puerta semi abierta y dentro me encontré con un chico semi desnudo y delgado, las líneas de su espalda se marcaban, su piel era un blanco níveo, no podía apartar la mirada, era pequeño y delicado, trague duro, antes de siquiera tocar su hombro me vi interrumpido por mi hermana que me saco silenciosamente de la habitación.
-¿Qué crees que hacías espiando al príncipe?- ella estaba enojada y se notaba en sus ojos.
-No lo espiaba, esperaba a que terminara para echarlo- evadí su mirada acusadora.
-Si es así yo te avisaré cuando Neo terminé, largooooo- apunto escaleras abajo.
-No me iré , esperaré a que salga.
-Pues ya no tendrás que echar me yo solo me puedo ir- Su voz me hizo estremecer.
-Vamos- mi hermana lo arrastró hacia la estancia, los seguí sin darme cuenta.
-Gracias por todo, ya es un poco tarde así que me retiro- se despidió, le seguí hasta la puerta.
-¿Ahora me acosas?- parecía molesto.
-Es un malentendido, solo quería asegurarme de que no te pasará nada, Marta me lo pidió -obviamente mentí Marta no es del tipo que le pide cosas a alguien y menos a mí.
Se rió, fue más una burla -No lo necesito gracias- salió y subió a una motocicleta Benelli Leoncino 500 Trail, lo observé estupefacto.
-¿Cómo conseguiste esa motocicleta?- era la misma, no tenía duda, el idiota de Carlo la perdió contra un niño unos cuatro años antes.
-Eso no te importa- arrancó y solo vi como se alejaba con una estúpida sonrisa en su rostro.
