Amarga Nostalgia

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Me encuentro observando la ventana hacia el mundo con los brazos cruzados, específicamente imágenes de Cole y mi familia.

Percibo con mi vista periférica a Roy.
-¿Ahora que haré?- le preguntó levantando la mirada.
-¿Qué quieres hacer?- responde acercándose.
-Pues, desearía ver su progreso con los días y tal vez ayudarlos de una mejor manera que lo hice con Cole.
-¿Confías en mi?- pregunta dándole seriedad a su rostro.
-¿Qué clase de pregunta es esa? Sabes que eres mi mejor amigo, ¿Qué clases de amiga sería si no confiara?- le respondo recalcando cada palabra y con cierto tono de molestia.

-Lo siento si te molesto, hay que hacer esto- toma mi mano y me sorprende al parecer cerca de mi Colegio, yo soy Nancy mientras que Roy es un señor, por cuyas facciones parece ser el padre de Nancy.

-Esto es una broma- me burlo de su apariencia haciendo que se mire- ¿verdad?

-Cálmate "Nancy", soy tu padre y tienes que respetarme- dice tratando de sonar severo,  palabras que me hacen soltar una carcajada.-caminamos- me señala con el brazo el camino y sigo la indicación.
No tengo puesto el uniforme, si no, unos jeans con una blusa ajustada color carmesí y negro.
Roy tiene un porte formal en un conjunto de vestir, en las manos parece tener nuestros papeles para inscribirme.
-¿Cuál será mi historia?- pregunto con curiosidad.
-Tu nombre completo es Nancy Itzel Fénix Solis, mi nombre es Luis Fénix Orlando y tu mamá no vive con nosotros desde hace 10 años; vivimos en la Ciudad de México pero nos mudamos a Veracruz, para iniciar una nueva vida, un nuevo empleo y una nueva escuela, por diversas situaciones que nos frustraron y lastimaron. El resto, si es necesario, inventalo ¿De acuerdo?
-parece una buena idea.

Llegamos al portón, Roy comenta que soy trasladada y nos permiten el paso.
Los espero sentada afuera de la dirección observando mi salón, mientras habla con la subdirectora.
El Colegio "Herrera" tiene gran prestigio a nivel nacional, está conformado por dos edificios de dos pisos con ocho grupos de cada uno, además de otros catorce salones de grupos o determinadas asignaturas; cuenta con dos canchas, oficinas, biblioteca, tienda escolar y zona verdes.

Veo a mis compañeros salir y entrar del salón: Francis con Betty y Cristal están descargados del balcón, mientras que Armando y Elisa parecen regresar de algún lado.

Roy sale de la dirección, me levanto.
-¿Qué sucedió?- pregunto llevando mi mirada a él.
-Comienzas pasado mañana- ambos estábamos en el segundo año, 404.
-Sí, espero que te diviertas, aquellos tiempos en ese lugar fueron muy divertido- suelta una risa ronca- ¿recuerdas cuando Armando no podía dejar de reír por que le dije que Aracelí y tú tenían algo, y no teníamos nada más que hacer ahí?-
Todos sabían que le gustabas a Roy, así como que Aracelí le gustaba a Armando.

Amarga nostalgia se hace presente, ambos miramos el aula y suelto una risilla por aquel recordar. Eso fue de lo más gracioso ocurrido, pero no lo único, momento de felicidad y molestia presenció aquel lugar que contemplamos en silencio, perdidos en el desván de los recuerdos.

-Bueno- interrumpe Roy y mira el reloj en su muñeca- son las 2:50 pm ¿no quisieras visitar a Cole?

-Claro, pero no sé exactamente donde vive- me desconcierta aquel detalle.
-Solo sientelo y llegarás a él, pero primero hay que salir de aquí.

Avanzamos por la calle hasta el momento en el que está se encuentra desierta, pienso en Cole; nos traslado a una casa verde clara con patio delantero, corredor, dos ventanas grandes y una puerta verde metálico.
A través de una ventana puedo observar a Cole, sólo, sentado frente a su mesa con la mirada pérdida. Trago en seco y avanzó hacia la puerta.

Después de mi muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora