Después de mi muerte

alcohol.

Han pasado cinco días desde que Cole
intentó suicidarse, pero él no ha dicho
ni una palabra con respecto a lo que
sucedió, duerme mucho tiempo por los
medicamentos que el doctor le recetó,
este ha venido a verlo diariamente y la herida no dió complicaciones.
Lo observo dormir y solo asi sé cómo
se siente, su rostro habla por si solo, el
dolor se marca en las fisuras, gritando
lo que su boca calla.

Ser un obtarcle me ha obligado a ser
fuerte denuevo, cuando morí estaba
terriblemente cansada de hacerlo y
era imposible para mípero, ahora es
necesario e inevitable, si no soy fuerte
nadie podría cuidar a Cole, su padre
apenas ha venido e ignora la situación, y la culpa de haberlo ocasionado no me puede matar, alguien tiene que ser fuerte para Cole, tal vez eso es lo que tenía que aprender y si lo hago tal vez me pueda ir,tal vez así su vida mejore como lo pensé antes.

Mientras lo observo, el sudor comienza a remarcarse en su piel, las pequeñas gotas escurren en su rostro mientras hace muecas de dolor, sus manos están cerradas en un puño que parece apretarse cada vez más.
Su inevitable despertar fue un grito
que lo hizo sentarse rápidamente
provocando una mueca de dolor.
Me levanto de la silla donde me
encontraba e intento hacer que
se tranquilice, al lograrlo se queda
sentado en la cama mirando al vacío y
empapado de sudor, sudor que le hacía remarcar lo mejor de sus chinos.
Por más que le hablo no me responde,
por lo que optó en solo recostar la
cabeza en la cama y estar ahí con él,
para él.

-Por quéestás aquí?- me pregunta
después de un rato de silencio, casi
estaba quedándome dormida.
-Porque me importas-le digo sin más y
él suelta una risilla.
-Ni siquiera me conoces.
-Probablemente
-iProbablemente? Ni siquiera hay
posibilidad de ello.
-Era muy unida con Scarlet, nos
contábamos todo.
-Aun así no creo que lo hagas y sigue
siendo curioso que no hayas podido
advertirme de lo que haría.
-Ella te lo dijo pero no le creíste, la
trataste de estúpida No lo recuerdas?
Tal vez agacha la cabeza
-Qué sucedió esa vez?- pregunto con
firmeza.
-Fue hace más o menos tres o cuatro
meses, me pidió alcohol y cigarros, ella normalmente no los consume, solo los había probado gracias a Roy y a mi, sí, lo sé, no éramos la influencia que merecía. En ese momento yo estaba mal, no hacía mucho que me habían notificado lo de mi enfermedadly no tenía cabeza para ayudarla con su depresión y culpa por la muerte de su amigo- hace una pausa, tal vez comienza a observarse desde otro punto o como lo veo ahora-la conozco, conocia, si no le hubiera dado lo que me pidió, era probable que buscara en otro lugar que se lo dieran, fue lo mejor que pude hacer para protegerla en ese momento.

-Qué enfermedad?-pregunto.
-Es... Una enfermedad terminal que me está deteriorando, afecta a mi corazón, respiración y vista.

Sí, siempre dice eso, nunca me ha
dicho el nombre de su enfermedad,
pero bueno, soy de las pocas personas
que saben que está enfermo tan
gravemente, ni su familia lo sabe.

-Ok, entiendo. Podrías decirme que
pasó esa ocasión con Scarlet? Claro, sí
quieres.
-Ese día no habíamos tenido clases,
aún no era el medio día cuando llegué
a su casa, tuve que llamarla para
interrumpir su música en la bocina
bluetooth porque no me oía tocar la
puerta, al abrir la puerta ahí estaba
ella, despeinada, aún en su tierna
pijama amarilla de Winnie Pooh, llena de sudor, tenía una gran sonrisa en el rostro, como hace tanto no veía,
era hermosa aún de esa manera, sin
embargo una felicidad tan repentina
no podía haber surgido de un momento para otro.
Mientras que trataba de procesar todos estos datos, me tomo del brazo y me jaló estos datos, me tomo del brazo y me jaló hacia adentro, acto seguido de cerrar la puerta rápidamente, sé que tenía rostro de confundido, lo sé porque ella se comenzóa reír de él

Si, tengo vagos recuerdos de ello.

-Mire hacia la botella de vino que
estaba en la mesa, se la regalaron a su
madre para ocasiones especiales, y ella se la había terminado.
No pude evitar exaltarme.