Después de mi muerte

Sonrisas

Tres años atrás...
Jean me ha ayudado más de lo que se podría esperar de un mecanismo  de autodefensa impuesto por mi utilizando mi segundo nombre. Aún así lo que sucedió hace tres días no lo recuerdo bien, me siento sucia, asquerosa;  recordar que tocaba con sus mano mi piel desnuda me provoca querer darle un golpe en la cara, pero no quiero verlo, logré recuperar mi conciencia lo suficiente como para evitar que tuviéramos sexo, no comprendo bien que pasó, no entiendo cómo llegué a esa situación.

La desesperación me provoca actuar sin precauciones, por ella me escribí "RIP" en la muñeca izquierda para cuidarlo, la cicatriz es reciente pero no me evitó acercarme a Alfred, a Jean le gusta enfrentar sus más estúpidos miedos o más bien mis más profundos miedos.

Me asquea y me odia, su único fin todos estos últimos tres años es la venganza, se aprovecha de mi falta de amigos y compañía para hablarme dulces palabras y que pueda estar a su merced para cuando quiera, por él inventé a Jean, necesitaba depositar todos los dolores que me da en una parte de mi ser, por él y por todas las personas que me molestaban en la escuela.

La razón para odiarme es la más estúpida que existe, hace tres años me pidió ser su novia, acepté un día y al día siguiente ml terminé porque me sentía muy pequeña para ese tipo de cosas, teníamos diez años pero al parecer le dolió en su frágil ego tanto que llega a estos extremos o tal vez no se dió cuenta o no le importó que parecía drogada.

Como no puedo salir de mi casa, le he pedido a un amigo suyo llamado Cole que le dijera cosas, he estado hablando mucho con él desee navidad, y hoy 19 de enero me pidió que nos viéramos en persona porque quiere decirme algo.

Han pasado cosas extrañas con él, la frase "supe que me había enamorado cuando leí tus mensajes y sin querer sonreí" concuerda con lo que me sucede, no tengo Internet y la única manera de conseguirlo es parada sobre mi cama para captar la señal de mi vecino de enfrente, ese momento en el que sonrío sentía mis mejillas calientes y algo recorriendo mi cuerpo, y sólo había visto la notificación de un hola.

Escucho la puerta, muevo la cortina de la puerta que es mitad cristal  y lo veo, corte escolar  lacio retenido por gel, él mirando hacia el final de la calle y con las manos en las bolsas de su sudadera negra y delgada.

Abro la puerta, mi hermano está jugando Xbox, mi cama está en el mismo cuarto que mi sala y la entrada principal, es una casa pequeña. Voy al siguiente cuarto, la cocina, y tomo dos sillas para colocar entre mi cama y la sala, enfrente de la puerta. Ambos nos sentamos y nos quedamos mirando, me sonríe, tiene un cuerpo semi robusto pero bien proporcionado, su sonrisa hace que sus pómulos se noten; espero a que hable pero tal parecer que la presencia de mi hermano  le incómoda.

-Elliot, ¿Podrias dejarnos solos?
Me ignora unos minutos, está serio y concentrado.

-¿No quieres jugar conmigo Halo?- pregunto, él ha jugado antes con Cole.

-Amm no sé, ¿Tú qué dices?- miro a Cole.
-Pues por mi esta bien.
-¡Genial! ¿Qué quieren jugar?- Cole me mira a mi, yo le señaló con ma cabeza que elija él.
-¿Cuáles tienes?- le pregunta a mi hermano y el comienza el listado.
Cole elige uno y yo dispongo a ponerlo, estoy nerviosa, demasiado.
Saco el juego y mientras lo sostengo con la mano izquierda frente a la tele sacó la bandeja, lo pongo y no agarra, Tal vez fue por la tele.

Bueno, elegimos jugar una variante del juego que eligió Cole. Mi hermano se coloca enmedio de nosotros y colocados en un pequeño mapa comenzamos a jugar asesino en multijugador, mi hermano ataca mucho a Cole u yo ¿lo defiendo? Bueno, mi hermano es mil veces mejor que ambos, necesito atacar a los fuertes y no a los débiles.
Después de un rato necesito ver mi facebook, así que me paro en la cama y prendo el celular, Cole me mira y sonrie, yo le regresó tal sonrisa y me sonrojo, no de nuevo...

Transcurren hora de risas, gritos y disparos, dadas las once Cole tiene que irse, él vive cerca, como a dos cuadras.