Capitulo 5

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– Buenos días. – Abrí los ojos con dificultad, la luz del sol reflejaba en el espejo frente a mi y me cegaba la vista – Johnston hizo el desayuno. – Me senté en la cama y mire a Isaac sentado frente a mi.

– ¿Que hora es? –

– Son las dos de la tarde. – Abrí los ojos como platos y mire el reloj sobre mi mesa.

– ¿Tomaste el calmante? – Le Pregunte quitándome las frazadas apuntó de levantarme cuando con su mano izquierda me tomó de la muñeca y me detuvo.

– Solo fue un disparo, estoy bien. – Suspire y me calmé – Johnston te hizo el desayuno, o más bien almuerzo. – Dijo a lo que Sonreí pasando mi mano por mi rostro.

– ¿Sebastian vino por Lucas? – Isaac negó con la cabeza – ¿No vino por el? – Nuevamente negó con la cabeza, Alce ambas cejas y me levanté de la cama director a la habitación de Lucas, apenas entré las cortinas estaban cerradas y la luz apagada.

– ¿Quien es? – Preguntó cubierto hasta la cabeza con las sabanas, me senté en la cama y acaricié su brazo sobre la tela de las frazadas – Mamá, no estoy de humor. – Tomé el borde de la frazada y lo descubrí, sus ojos azules se posaron en mi y sus mejillas rosadas me decían que había estado llorando.

– ¿Te cuento un secreto? – Lucas asintió, Sonreí y me acerqué más a el – ¿Recuerdas cuando fuimos a la cabaña en Aspen? – Lucas asintió – No se si recuerdas, pero una noche se fue la electricidad, y por miedo, decidimos dormir todos juntos en la sala...–

– Recuerdo que yo dormí contigo y con mi papá frente a la chimenea. – Asentí y Sonreí.

– Bueno, esa noche, yo tenía hambre a media madrugada, y estando en la cocina Johnston apareció – Lucas asintió, no pude evitarlo y Reí por lo bajo al recordar lo que hicimos – Y decidimos que era una buena idea, atar los dedos de los pies de tu tía Albani y los de Clayton juntos. – Apenas dije eso Lucas comenzó a reír junto a mi.

– ¡Recuerdo que Clayton quedo tirado en el suelo con su pie atado al de mi tía, y todos se quejaban que los habían despertado! – Dijo entre risas mientras yo asentía – No sabía que mi tío y tu habían hecho eso. – Confesó a lo que me encogí de hombros.

– Y no sólo eso hicimos, en la universidad fue peor. Pero esos cuentos para después, ahora levántate y vamos a comer. – Le di un beso en la frente y fui a la sala donde Johnston y Isaac conversaban.

– Hola fea durmiente... Ah no, así no era. – Me saludo Johnston, en respuesta le levanté el dedo medio y se lo mostré.

Segundos después Lucas apareció y se sentó junto a mi en la mesa.

– ¿Que vamos a hacer hoy? – Me pregunto mientras comía su fruta.

– En la noche iremos con tu tía Albani – Respondí – Pero ¿Que te parece si tu y yo nos quedamos en la cama todo el día, podemos ver películas o jugar monopolio? – Lucas asintió contento y Sonreí, sabía el dolor por el que estaba pasando, y realmente me pregunto en qué momento Sebastian paso de ser un padre comprensivo y amoroso a un padre descuidado; Lucas y su papá siempre estaban juntos y derrepente dejo de estar con su hijo, y cualquier niño en el lugar de Lucas, estaría triste, porque justo cuando parece que comienzan a ir bien las cosas, a Sebastian le pica la cabeza y desaparece.

– ¡Mamá! – Gritó Lucas desde la cocina – ¿Donde están las galletas de chocolate? – Arroje la caja de monopolio sobre la cama y fui a la cocina donde Lucas estaba sobre un taburete, con los brazos llenos de bolsas de golosinas y dos latas de soda, buscando el paquete de galletas.

– ¿No crees que son suficientes golosinas? – Le Pregunté, abriendo el gabinete junto a él y sacando el paquete de galletas; Lucas sonrió y me siguió hasta mi habitación donde, arrojamos todas las sabanas al suelo y nos sentamos sobre estas a jugar, minutos después Johnston y Isaac se nos unieron.

When We Meet Again Donde viven las historias. Descúbrelo ahora