Capitulo 22

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Me encontraba de regreso del trabajo, iba directo al taller donde estaba mi auto, para mi mala suerte lo que había comenzado como un cambio de aceite se había convertido en un desastre, ahora había que hacerle mil y un cosas al motor cosas de las cuales, no disponía dinero suficiente para pagar.

– ¿No puedes hacerme un descuento? – Le Pregunté mientras lo seguía por todo el lugar, en respuesta, Frank negó con la cabeza – ¿Entonces que hago? – Le Pregunté resignándome.

Frank se volteo y se encogió de hombros – Así como está, puedes vendérmelo, hay partes que necesito que tu auto tiene. – Suspiré, ya que, era mejor vendérselo a tenerlo ahí sin poder usarlo.

– ¿Cuanto me das por el auto? –

– te doy doscientos dólares. – Le eche un último vistazo al auto y Asentí, minutos después estaba camino a casa con doscientos dólares que no esperaba tener.

Apenas llegue llame a mi mamá, conversamos por un rato, ella estaba bien, y por lo que me había dicho, pensaba vender la casa y mudarse para acá, ya lo había hablado con Adam y hasta el quería hacerlo, por lo que esperarán a Julio que Adam se gradúe para mudarse.

Luego de eso, decidí darme un baño, estaba ansiosa porque ya fuera sábado para irme con Sebastian a New Jersey a nuestro fin de semana juntos en familia.

Estaba secando mi cuerpo cuando escuché que la puerta principal se abría y alguien entraba, rodee mi cuerpo con la toalla y asome mi cabeza hacia el pasillo.

– ¿Amor? – Escuche la voz de Sebastian seguido de sus pasos – Ah, ahí estás. – Le regale una sonrisa y me acerqué para darle un beso casto en los labios para luego sentarme al borde de la cama y comenzar a colocarme la crema en el cuerpo – ¿Que tal tu día? – Me pregunto sonriéndome.

– Cansado, tuve que venderle mi auto a Frank. – Respondí triste – Había que anillarlo, porque pasaba aceite y cambiarle otras cosas, en total eran como quinientos dólares y ahora mismo no puedo gastar eso en un auto. – Explique a lo que Sebastian me miro serio.

– ¿Por que no esperaste por mi? – Me pregunto – Podía haberlo pagado. – Inmediatamente negué con la cabeza.

– No, además, ya me acostumbre a tomar el metro y a caminar, así que estoy bien. – Sebastian suspiro rendido.

– ¿Cuanto te dio Frank por el auto? –

– Doscientos – Respondí levantándome de la cama y poniendo la crema corporal en su sitio para luego ir al closet y buscar mi ropa interior – ¿Tu que hiciste hoy? –

– Trabajar, nada fuera de lo normal. – Respondió.

– ¿Y Lucas? –

– Está en casa de Albani y Clayton, pasare por el más tarde. – Asentí ligeramente – ¿Te pasa algo? – me pregunto sentándose al borde la cama.

– No, solo estoy relajada, y no puedo esperar a que sea mañana, realmente necesito esas mini vacaciones. – Confesé haciendo que Sebastian sonriera.

– Yo tampoco. – Respondió mirándome de arriba a abajo – Me gusta ese conjunto de ropa interior. – Me giré y le regale una sonrisa confundida mientras sus ojos me comían viva.

– Solo es un brazier de encaje negro y vino tinto. – Respondí caminando hacia la cómoda cuando Sebastian tiro de mi brazo y me hizo pararme frente a él.

– Y te ves muy sexy. – Susurró acariciando la parte trasera de mis muslos llegando hasta mis glúteos – Deberías usar más conjuntos así. – Sonreí y Acaricie su espalda bajo la tela de su saco azul marino antes de quitárselo y arrojarlo en la cama a la vez que con ambas manos, Sebastian apretaba mis glúteos ligeramente y dejaba besos en la piel bajo mis senos justo donde terminaban mis costillas – Estuve todo el día pensando en ti y en todo lo que te haría apenas te tuviera para mi solo mañana — Sebastian sujeto mi cintura y se acostó en la cama para luego besar mis labios mientras sus manos subían y bajaban por mi espalda con tanta delicadeza como la caricia de una pluma — Pero no pude aguantar más las ganas de hacerte mía. – Termino de decir rosando sus labios con los míos.

When We Meet Again Donde viven las historias. Descúbrelo ahora