4. La oscuridad

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"El lugar donde mejor brilla una pequeña luz es en medio de la total oscuridad"

La disco está repleta esa noche, los chicos entran riendo despreocupados acompañados de un grupo de sonrientes chicas, Shiryu no ha podido despegarse de Shunrei quien algo sonrojada lo escucha en silencio mientras él habla sin parar, Shun no puede evitar pensar que es por causa de los nervios y sonríe de medio lado por lo novato que es su amigo en el arte de conquistar chicas. Luego se gira hacia la bella pelirroja que camina a su lado colgada de su brazo, le da una mirada de superioridad y le acaricia suavemente la mandíbula con su dedo mientras le dice - El contraste de las luces con tu hermosa piel y el color de tu cabello hace que te veas espectacular hoy, no puedo creer que no te haya notado antes en la escuela-, la chica se sonroja inmediatamente y él sabe que ya casi la tiene embobada, ha sido fácil, tal vez demasiado fácil para su gusto, pero la idea de hoy es simplemente divertirse, así que ella tendrá que servir para distraerlo un rato.
-Bueno chicos, empecemos esta fiesta- dice Seiya mientras se dirige a la barra atraído por una hermosa chica que sirve los tragos. Shun lo ve caminar hacia ella atraído como una polilla a la luz y la estudia lentamente, realmente es hermosa, su alta figura está enmarcada por una larga cabellera color lila que hoy lleva atada en una coleta alta, lo que la hace ver aún más imponente, y su uniforme de blusa blanca con chaleco negro y esos ajustados pantalones cortos destacan unas curvas perfectas, de razón trae a Seiya como un idiota, pero no puede evitar notar que es fría con todos sus clientes, un muro de profesionalismo la lleva a sonreír solo con los labios mientras mira a todos como pequeños insectos, ser seductora hace parte de su trabajo pero es totalmente una fachada, realmente no está interesada en nadie en ese lugar. Sin embargo Shun nota un pequeño destello cuando la bella chica descubre a Seiya en la barra, él la mira embobado y sonrojado, mientras le pide una ronda de cerveza y una botella de vodka, y ella le sonríe de manera diferente, esta vez la sonrisa si toca sus ojos y aún a la distancia Shun alcanza a notar que su imponente figura se contrae un poco como pareciendo avergonzada, tal vez el tonto no lo tiene todo perdido, él tiene un efecto en ella. En ese instante siente los pasos de su hermano detrás de él, es imposible no notarlo, es como si un tanque de guerra acabara de entrar a la disco, y muchas chicas giran la cabeza y lo admiran comentando con sus amigas. Shun no puede evitar pensar un poco agriamente - aún con todo mi éxito con las mujeres nunca lograré ese impacto que él tiene, con solo entrar ya capta su atención - pero una ligera presión en su brazo lo regresa a la realidad rápidamente, su acompañante quiere atención y se ha pegado completamente a él, por lo que levanta el brazo y lo pasa por encima de sus hombros para rodear su cintura y atraerla aún más, no importa que no pueda impactar a un auditorio con su porte, él hace algo que Ikki jamás ha podido, las emboba en minutos con su personalidad magnética y consigue lo que quiera en la primera charla, su hermano por su parte no tiene idea como hablarle a una chica, por lo que el impacto de su look solo dura unos instantes antes de que las chicas queden mortalmente aburridas por su conversación de macho, y se queden sólo por su porte. Esa pequeña llama de envidia que le despertó al sentir a su hermano lo impulsa a dejar las diferencias más claras aún y sutilmente levanta la mano libre y atrapa la cara de su linda acompañante levantándola suavemente para darle un suave beso que luego aumenta de nivel mientras su lengua juega con sus labios abriéndolos lentamente y buscando esa dulce lengua que ha querido probar desde que se la presentaron esa tarde. La chica no se resiste y abre la boca jugueteando con la lengua de su compañero aumentando la intensidad del beso mientras contiene el aliento. No se separan hasta que Shun siente la física necesidad de respirar, y mientras abre los ojos confiado se encuentra con la mirada dolida de su hermano que ha tenido que presenciar la escena justo debajo de sus narices, como un recordatorio de quién es el que realmente sabe como conquistar chicas. Esto lo hace sentirse mucho mejor, e incluso se siente más alto y notorio, muchas de las chicas que estaban mirando a Ikki han visto el gesto también y ahora miran a Shun con una mezcla de intriga y admiración, ese es el magnetismo que lo rodea, ahora podrá escoger entre varias si es que decide cambiar de pareja esa noche. Mira de regreso a su chica que está sonrojada completamente mirándolo con ojos brillantes de admiración y él decide premiarla con un pequeño guiño en sus ojos esmeralda, lo que hace que ella se derrita aún más si es posible. Entonces siente un golpe de culpa en el fondo de su pecho, sabe que no volverá hablarle a esta chica a la mañana siguiente, y está enredándola más y más solo para probar su hombría frente a Ikki, no es justo con ella que sea sólo un objeto de competencia, y de nuevo como si leyera sus pensamientos, Shiryu se acerca a su oído y le susurra por lo bajo - Shun, tómalo con calma, no querrás que se enamore-.
Pero entonces su orgullo herido por décadas de comparación acalla esa pequeña sombra de conciencia, -¡al diablo! Ella quiso venir conmigo, y sabe que hoy sólo vamos a divertirnos, no es como que le estoy pidiendo que salga conmigo- y se encamina a paso firme a la barra donde Seiya tiene listas las cervezas y el vodka, le pasa una cerveza a su acompañante, destapa la botella de vodka y sin siquiera contemplar los pequeños vasos que la guapa barman ha puesto frente a él, toma un largo trago directo de la botella, ahogando con el fuerte sabor de alcohol cualquier asomo de culpabilidad, esa noche quiere pasarla en grande.
Seiya no quiere quedarse atrás frente a su diosa de cabello lila, y le quita la botella de un jalón para servir los tragos y entregándolos a todos dice - por una cálida bienvenida al cabo Ikki, que nos cuidará en esta noche de borrachera - todos sueltan la carcajada y toman su trago diciendo -¡salud!- menos Ikki que lo mira serio y responde con el trago en la mano - ni los sueñes niño bonito, hoy salgo de acá con una preciosura que me caliente la noche, tu cuídate solo, ya que aprendiste a atarte los zapatos - y le da un zape en la cabeza y se aleja entre la multitud dejándolo como un tonto frente a todos.
Pasadas unas horas Seiya está borracho y sonriente sentado en la barra charlando con su barman, Shiryu está en la pista bailando de lo mejor con una sonriente Shunrei quien no le ha dado siquiera un pequeño beso, pero igual que el chico está pasando un gran rato.
Ikki ha encontrado a una radiante chica universitaria, con un hermoso cabello rubio, dulce y tierna, con la que han compartido y bailado toda la noche, y que se ha quedado con él a pesar de las aburridas historias de guerra y conversaciones de fútbol que ha tenido que soportar.
Shun por su parte ha tomado muchísimo, y está en la pista de baile donde se come a besos a su acompañante, sumido en la emoción del momento y la turbidez de pensamiento que le da el alcohol en su cabeza, hace rato dejó de pensar en consecuencias y lo único que tiene en su mente es que quiere fundirse en esa chica deliciosa que lo acompaña, y fuerza su cabeza confusa a encontrar el lugar propicio para llevarla y convencerla de que se acueste con él, su cuerpo entero se lo pide, necesita un desfogue a tantas emociones encontradas.
Se separa por un momento para tomar aire, y sus manos bajan por la espalda de su chica, sintiendo sus curvas pronunciadas. La mira a los ojos, forzándose a enfocar la mirada, y nota que también ella ha tomado más de la cuenta y se sostiene fuerte de él, que mantiene su equilibrio por pura fortaleza y costumbre de boxeador. El alcohol habla por él cuando le dice -me encantas princesa, me traes loco, ¿que dices si nos escabullimos un rato para divertirnos en privado?- la chica no contesta, sus ojos muestran que está obligando a su cerebro a centrarse en lo que acaba de oír, pero a Shun no le conviene que piense, entonces acerca de nuevo sus labios y la besa fuertemente acercándola más a su cuerpo, la chica ahoga un gemido en su boca y responde al salvaje beso con pasión, entonces Shun comprende que ella está a punto de olvidar su voluntad, decidido a cerrar el trato inicia un camino de suaves besos por la mandíbula de ella recorriendo su blanca piel hasta su oído donde susurra suavemente, -no lo pienses tanto, solo siéntelo, sé que quieres estar conmigo y sentir esto mismo en todo tu cuerpo, ¿o acaso no me deseas desde hace tiempo?- frente a esas palabras la chica no puede más, es cierto que ha admirado a Shun en silencio desde hace mucho en la escuela, y hoy podría ser su única oportunidad de tener algo con él, y olvidando las precauciones entre el alcohol y la pasión del momento le responde suavemente -ok, llévame a otro lugar menos lleno donde podamos estar solos-.
Shun sonríe con superioridad de nuevo, ya es casi un hecho, y sin soltarla del todo la lleva tambaleante fuera de la pista de baile, camina lento y cadencioso como un tigre con su presa, y la chica sólo puede dejarse llevar, pero en ese instante algo inesperado sucede, un alto chico rubio choca con él tratando de pasar hacia las mesas y derrama dos de las cinco cervezas que sostiene contra el fuerte pecho de Shun, donde su camiseta se pega empapada y pegajosa delineando sus músculos. La rabia, enturbiada por el alcohol, le sube a la cabeza, suelta a su chica sin miramientos y empuja fuertemente al rubio, que a su pesar es más alto que él, pero recordando su entrenamiento Shun sabe que atacar primero es más efectivo y le da tiempo de cuadrarse plantando sus pies firmes en el suelo. El rubio se pone furioso, sus ojos azules destellan ira pura, pero en un intento de no pelear levanta las manos con las cervezas aún en la mano y le responde, con un marcado acento ruso- calma colega, fué un accidente, no te ví y voy algo atareado -. Shun toma esa respuesta como una afrenta a su estatura, y le grita de regreso - pues tal vez si sacaras la cabeza de tu maldito trasero podrías ver mejor -.
El chico aumenta la ira en sus ojos y lanzando las botellas al suelo lanza un puñetazo que Shun logra esquivar con un giro rápido de su cadera, eso era justo lo que quería, que el primer golpe no diera en el blanco para desbalancear a su oponente, y aprovechando el impulso del movimiento lanza un uppercut potente directo a la mandíbula del rubio, golpeándolo de lleno. El chico se para un poco aturdido por el golpe, pero rápidamente se cuadra en pose firme de lucha con la guardia impecablemente bien puesta mientras con la muñeca se limpia el pequeño hilo de sangre que sale de su labio roto. - ¿Con que sabes luchar eh? - piensa Shun emocionado mientras nota con algo de amargura que la guardia del rubio es más firme que la suya. Se prepara para recibir el golpe y esquivarlo cuando llega corriendo una chica, rubia como su oponente y se interpone entre ambos sosteniendo al chico por los hombros.
Shun no puede creerlo, y su cabeza se despeja al instante por la impresión, es la misma chica de ojos azules que chocó con él hace unos días montando bicicleta, ella le está dando la espalda, pero Shun la reconoce de inmediato, escucha que le habla suavemente al rubio - vamos Hyoga, no te pelees en tu primera noche acá, hace meses que no te veo y ¿ya vas a montar una pelea con un chico?, vinimos a celebrar -, la mente de Shun va a toda velocidad, ¿están juntos?, es muy mayor para ella, ¿acabas de llegar?, ¿que quiere decir con eso?, lejanamente oye al rubio responder con amargura - no quise pelear June, pero este idiota no aceptó mis disculpas y me golpeó primero, no voy a quedarme mirando como un tarado y dejar que me golpee -.
Shun cae en la cuenta que ha quedado como un imbécil, busca pleitos e intolerante, y su mente se queda en blanco cuando esos ojos azules profundos se clavan en su mirada esmeralda, trata de cuadrarse lo mejor posible bajando los brazos y le sostiene la mirada, pero la decepción de esos ojos lo inunda por dentro aflojándole los músculos. La chica lo mira un momento, luego sube una ceja con incredulidad y le dice - ¡Eres tú!, el chico lindo del otro día, no hubiera pensado que eres un tonto de esos que arregla todo a golpes, lástima, tenía ganas de conocerte, pero, que más da, vete antes de que Hyoga te parta esa cara bonita, que dirán tus admiradoras. -
La burla de esas palabras cae sobre Shun como un balde de agua helada, se queda frío sin poder responder nada, mientras ve que la chica se aleja con el rubio e Ikki viene a su encuentro con cara de pocos amigos, lo único que siente es asco interno, y esa sensación de no ser lo suficientemente bueno regresa aún más fuerte que al comenzar la noche, con un sabor amargo en su garganta y una presión incomparable en su pecho.

Fin del capítulo 4.

Un viaje al infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora