Shun se detiene un momento para echarse un vistazo en el pequeño espejo, sus ojos de color verde esmeralda le regresan una mirada un poco más seria de lo que recordaba que era. Observa con detalle su cara deteniéndose en el labio hinchado y amoratado, el pómulo izquierdo con un corte ya empezando a cicatrizar y el ojo derecho ligeramente rodeado por un color verdoso que denota un golpe casi curado. - Valiente cara bonita tienes ahora - se dijo con sarcasmo a si mismo, se recogió nuevamente un mechón de cabello suelto en la coleta y levantando su mochila del suelo, salió de un pequeño cuarto donde solo se veía una cama, una mesa y un viejo closet donde guardaba sus pertenencias. Cerró con llave a conciencia, sabiendo que lo poco de valor que tenía lo llevaba en su mochila, sin embargo no quería a nadie husmeando entre su ropa de nuevo. Con una vez había aprendido la lección, y ahora seguía al pie de la letra las instrucciones de la casera que le había recomendado comprar un candado extra para su puerta.
Caminó lentamente hacia el instituto donde estaba terminando sus estudios de fotografía, sabía que le esperaba un sermón de su maestra en cuanto lo viera pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Pensaba nostálgicamente en cuanto había cambiado su vida en tan solo tres años y recordaba aún como si fuera ayer cuando se fué de casa.Flashback a tres años atrás
Shun termina de empacar su ropa en una enorme maleta de acampada mientras observa a su madre llorando a mares sentada en su cama. No ha sido nada fácil de explicar, pero nada lo hará cambiar de opinión. Ikki ha decidido mantenerse al margen del asunto, sin embargo le ha prometido a su madre que cuidará de Shun todo lo que le sea posible, sin que su padre se entere. Lo llevará a un lugar donde pueda vivir un tiempo mientras se ubica y le ayudará a tramitar su grado anticipado presentando los exámenes correspondientes, de todas formas falta solo un mes de clases en la secundaria.
Cuando la maleta está lista la pone en sus hombros, respira hondo, y con lágrimas en los ojos abraza una vez más a su madre. Ésta se aferra a él y le dice -prométeme que vas a cuidarte, que no harás tonterías, pero sobre todo, prométeme que serás feliz, haz que esto valga la pena cada segundo-. Shun traga saliva fuertemente tratando de controlar las lágrimas y tan sólo asiente con la cabeza profundizando el abrazo. Camina hacia su puerta observando por última vez con tristeza su cuarto de infancia, ahora adornado con afiches de rock y boxeo, su tula colgada del techo, sabiendo que no la volverá a golpear, y llega a Ikki que está en la puerta recostado sobre el dintel.
- Estoy orgulloso de ti hermanito, nunca lo olvides, eres el adolescente más valiente que conozco, y el más estúpido también-, y lo abraza fuerte estrujándolo contra su hombro e inicia el camino afuera. Shun baja las escaleras tras él, esperando ver a su padre, con quien no ha cruzado palabra desde que hizo el anuncio en la cena. Tampoco quiere verlo después de su fría respuesta cuando supo que su hijo menor se iba de casa, sin embargo se detiene y observa la puerta del despacho que está entreabierta, un segundo, dos, nada. - Adiós papá - dice con voz fuerte al aire, y sale de la casa hacia el auto donde Ikki lo espera para llevarlo a la ciudad. Justo cuando cierra la puerta del copiloto su madre sale corriendo con una pequeña maleta negra en las manos, se la entrega y dice en susurro - llévatela Shunny, fué mi regalo para ti y quiero que la uses para seguir tus sueños, recuerda que te amo aunque no haya sido lo suficientemente fuerte para luchar por ti - y llorando entra de nuevo a la casa.
Shun abre la maleta y encuentra allí su cámara nueva, aquella que lanzó en la mesa de la cocina y daba por perdida, tiene dos lentes nuevos y algo de dinero en el forro. Sin poder aguantar más las lágrimas ruedan por su cara y llora amargamente mientras Ikki maneja en silencio.Fin del flashback
Cuando por fin llega al instituto entra en silencio, es completamente diferente al ambiente que solía vivir en la secundaria donde conocía a todo el mundo. Acá es tan solo un solitario estudiante de fotografía, que es llamativo pero no habla con nadie. Shun nota con desinterés un grupo de chicas que lo miran y susurran mientras sonríen tontamente, pero su cara de piedra no cambia, no tiene tiempo ni fuerzas para pensar en chicas. Lentamente camina por el pasillo hasta que llega a la puerta de su maestra de fotografía paisajística, piensa cuanto quisiera evitar que ella lo viera así, pero debe entregar ese trabajo sin falta o va a perder la materia. Golpea suavemente y oye la melodiosa voz desde dentro que dice -Siga-. Empuja la puerta y se sienta cabizbajo enfrente al escritorio saludando quedamente. La profesora está concentrada en su computador y aún no lo ha mirado, entonces tiene una oportunidad de pasar inadvertido. Saca rápidamente su portafolio de la mochila y lo pone sobre el escritorio, se gira sutilmente y se despide - muchas gracias por darme la oportunidad de entregarlo a último momento, me tomó tiempo armarlo pero creo que vale la pena - y se levanta para irse. Justo en ese instante su profesora levanta la mirada de la pantalla llamándolo por su nombre - Shun... pero... ¿otra vez? ¡Por Dios muchacho, debe haber otra manera de lograr las cosas sin ponerte en riesgo!, pensaba darte la oportunidad de ser pasante en mi compañía, pero no puedes ir a fotografiar bodas con la cara como la tienes, piénsalo, se que la paga no es mucho pero... podrás dejar de depender de las peleas. Tienes hasta el sábado para decidir, tengo un evento el domingo de la próxima semana y necesito más cámaras de las que tengo-. Y mirando de nuevo el computador da por terminada la entrevista - eso es todo por ahora Shun, dame por favor tu respuesta a fin de esta semana-.
Shun sale de la oficina pensativo, es una oportunidad para avanzar en su carrera, sin embargo fotografiar bodas no le atrae en absoluto, la paga será mediocre, pero podrá congraciarse con una famosa fotógrafa, no sabe que hacer, además lo obligaría a dejar su mayor fuente de ingresos en el momento, las peleas.
Camina por los pasillos sin fijarse mucho en nadie, debe ir a una clase más y luego le espera otra paliza. De repente choca de frente con una chica, pide disculpas cabizbajo pero la chica lo detiene diciéndole - ¿eres tu? No puedo creerlo, ¿por qué siempre chocamos?, ¿que te pasó en la cara? - Shun levanta la mirada extrañado, encontrando esos ojos azules a que aún aparecen en sus sueños, es sencillamente increíble, esta vez es lo suficientemente maduro como para hablar - ¿tu? ¿Cómo es posible?, ¿estudias acá? -. La chica lo observa con detalle, tal vez incluso preocupación, y responde suavemente - acabo de transferirme a la ciudad para terminar mi último año de sociología, quería salir y conocer un poco más de Tokio, pero tú, ¿estás bien? Nadie volvió a verte por Shinagawa, yo... estuve preguntando -.
Shun no podía creerlo, ha estado soñando con esa chica por tres años y ahora descubre que ella estuvo preguntando por él. - Te invito un café en la cafetería del instituto y si quieres te cuento que pasó - responde ilusionado, y sonriendo sinceramente por primera vez en tres años. La chica lo observa con detenimiento y no puede evitar sonreír al ver el cambio en la cara de Shun, y ladeando un poco la cara responde sonrojándose - me encantaría, por cierto, soy June -.
Ambos caminan hacia la cafetería y sentados frente a dos tazas de café Shun le resume la historia, no sabe que pensará June de la forma en la que se ha ganado la vida desde entonces, pero igual le cuenta todo, es casi una catarsis tener por fin con quien hablar.
June lo contempla sorprendida, había pensado tantas cosas sobre ese chico ya resulta que es super diferente de como lo imaginaba. Cuando Shun termina ella le sonríe de nuevo y le contesta - eres muy valiente, me alegra que hayas decidido seguir tus sueños, pero te está costando caro ¿verdad?, no tienes que estar tan solo, puedes contar con mi amistad -.
Shun analiza la respuesta, es sincera y franca, puede confiar en ella, será bueno contar con alguien. Entonces suena su celular, observa la pantalla y la realidad lo baja de la nube en la que estuvo los últimos 45 minutos, Spryga, su sponsor en las peleas lo necesita pronto, ha encontrado un rival para esta noche.
Al colgar tiene una sonrisa triste, June pregunta si todo está bien, el solo contesta - tengo que pelear hoy, debo irme ya - y la respuesta lo deja congelado, sobre todo porque no la espera -déjame acompañarte, te sentará bien tener algo de porras de tu lado-.Fin del capítulo 7
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Un viaje al infinito
Teen FictionShun, un joven estudiante se enfrenta a una decisión importante en su vida, seguir sus sueños por su cuenta o encajar en la imagen de su padre, cumplir su rol y satisfacer a su familia, tal como lo hizo su hermano Ikki. Un viaje, mil ideas y una chi...