Shun se siente el hombre más poderoso del mundo en ese momento, corriendo en la autopista en su motocicleta, con esa hermosa chica que lo trae loco hace años, abrazada completamente pegada a su espalda. Quiere demostrarle que es más que solo el chico busca pleitos que ella conoció, y espera poder sentirse menos solitario ahora que ella ha ingresado a su vida.
Dirige la potente máquina hacia un café solitario pero bastante bueno que conoce en los suburbios de Tokio, quiere alejarse un poco de la ciudad, y al fin y al cabo June no conoce aún los alrededores, así que aprovechará el encuadre campestre para una velada espectacular. Luego de media hora de hermosos paisajes campestres llegan a un pequeño café construido casi en su totalidad con madera, June observa todo asombrada, jamás imaginó que hubiera lugares tan bellos cerca de la enorme metrópolis.
Shun parquea la motocicleta con habilidad, y sin bajarse aún se quita el casco sacudiendo su melena, luego desmonta y le tiende la mano a su acompañante quien le entrega primero el casco y luego toma la mano que le es ofrecida.
-Pensé que ya no quedaban caballeros en el mundo- dice con una sonrisa de medio lado haciéndose la astuta, pero no espera la inteligente respuesta de un Shun ahora mucho más desenvuelto y confiado. -Eso es porque solo aparecemos cuando las princesas como tú deciden acompañar a los mortales como yo-.
June no puede evitar enrojecer notablemente y Shun decide enfatizar el piropo con un beso suave en el dorso de la mano que aún tiene entre la suya.
Entonces ella toma una decisión extraña, retira rápidamente la mano y camina velozmente hacia adentro, Shun queda estático y sorprendido, pero ¿que mierda ha pasado?. Camina despacio siguiéndola, tratando de controlar los nervios que nuevamente le atenazan la garganta, y encuentra nuevamente a June sentada en una mesa contemplando pensativa un campo de flores blancas que se encuentra detrás de la cabaña. En silencio se sienta frente a ella y la camarera llega inmediatamente pidiendo la orden, Shun mira a June con algo de inquietud pero la chica no separa los ojos de la ventana, entonces decide pedir pancakes, huevos, café, jugo, fruta y pastelillos, todo un banquete, sabe que sobrará comida pero quiere sorprenderla. La camarera lo mira dudosa pero parte sin protestar para alistar la orden.
Luego de unos tres minutos de un tortuoso silencio Shun se impacienta y decide hablar -perdona si te molesté, pero, realmente no entiendo, ¿que hice mal?-.
June se ve forzada a alejar la mirada de la ventana, observa por un momento esos profundos ojos verdes, que ahora demuestran que él está dolido y confundido de verdad, no soporta esa mirada triste de nuevo y le responde -no lo sé Shun, no soy muy buena en esto, no me gusta sentirme la débil damisela en espera de un chico que la haga sentir importante, siempre he sido muy independiente, y en el momento en que me siento avergonzada...-.
Nuevamente se queda en silencio y pensativa, Shun está sorprendido y encantado a la vez, nunca había conocido una chica así en su vida, realmente es única y especial. Decide bajarle un poco la intensidad al momento, para que ella se sienta más cómoda, con voz suave comenta -tranquila, si alguien es un caballero al rescate acá eres tú, de no ser por ti hubiera tenido que dormir en esa bodega apestosa golpeado y adolorido, y estaría apenas tratando de ponerme en pie para salir de ahí, gracias por rescatarme aunque no lo merezca-.
June lo observa con una sonrisa nuevamente, es increíble como pasa de su pose de conquistador confiado a tan sólo un chico solitario y algo perdido, que es lo que realmente le atrae de él, no va a torturarlo más con su lado taciturno y esquivo así que toma el lado del humor para aligerar el ambiente -bueno, en fin, tanto rescate me tiene súper hambrienta, y ya que pediste un banquete, pienso comer hasta hartarme-, Shun suelta una sonora carcajada y agradece internamente que justo en ese instante aparece la mesera con una enorme bandeja y pone toda su comida en la mesa.
Sin pensarlo dos veces ambos atacan los pancakes y Shun, fiel a su costumbre los repleta de miel hasta que no queda espacio libre en el plato. June no puede creerlo, ¿como puede comer así y tener esa figura?, realmente no hay justicia en el mundo, y decide reprocharle -oyeee, calma camarada, o vas a terminar en un coma diabético-, Shun sonríe confuso, nadie lo regañaba por eso desde hace muchísimos años, cuando su madre renunció a tratar de que comiera de manera saludable y aceptar que los pancakes eran su debilidad.
También reconoce la expresión de Hyoga en la frase de June y decide preguntar por él, ella le cuenta que está en el frente desde hace un año, fue ascendido y lo llamaron a reforzar un pelotón de novatos, no tiene noticias a menudo porque están en una zona peligrosa, pero confía en que todo está bien. Shun entonces decide hacer una pregunta que lo ha torturado por tres años -tu y él, entonces, siguen ¿juntos?-.
La carcajada de June hace que Shun quede completamente confundido y bañado en jugo, ella lo limpia rápidamente avergonzada mientras contesta -nunca hemos estado juntos, ¿de donde sacaste esa idea?-, Shun parpadea un momento, termina de limpiarse y agachando la cabeza en un gesto muy suyo le responde -y... como estaban juntos esa noche... y... le reclamaste por dejarte por una pelea... me imaginé...-.
June lo interrumpe inmediatamente -para nada Shun, Hyoga es mi hermano adoptivo, papá y mamá lo adoptaron cuando yo era pequeña y ha hecho parte de mi familia desde entonces. Sin embargo, es muy independiente, nunca se sintió completamente parte de la familia por lo que no lo veo tan seguido, luego que se fue a Rusia pensé que no lo volvería a ver, pero cuando volvió era otro, nos acercamos mucho y me afecta un montón cuando se va a luchar-, termina esa frase con una sombra de tristeza en la mirada y Shun no sabe que hacer para sacarla de esos pensamientos oscuros que a él también lo rodean cuando piensa en Ikki. Decide preguntarle por la universidad y ella más alegre empieza a parlotear sobre sus estudios y su carrera, que ama con locura, ayudar a la gente es su sueño y por eso escogió sociología. Shun también le cuenta sobre su carrera como fotógrafo, ya casi termina las clases y debe escoger una práctica en alguna compañía, le cuenta la oferta de su profesora pero también su duda por hacer algo que claramente no le gusta. Entre charlas y risas comen sin parar hasta que June declara -oficialmente no puedo más Shun, creo que te excediste, ¿que hacemos con todo esto?-, el chico sonríe ampliamente y llama a la mesera para pedir la cuenta y que le empaquen todo lo que sobra, la camarera hace un gesto de molestia pero lo cambia cuando observa la generosa propina que Shun ha puesto en la cuenta. Caminan lentamente de regreso a la motocicleta y Shun tímidamente pregunta -¿tienes planes para hoy?, ¿podrías regalarme otro poco de tu tiempo?-, June lo mira detalladamente tratando de descubrir qué planea, pero su mirada franca no le da pista alguna más allá de que está ilusionado. no tiene mucho que hacer además de la lavandería, pero decide que eso puede esperar y le contesta -¿qué planeas conmigo entonces? Sorpréndeme-.
Shun sonríe con todo su ser y mientras le guiña un ojo le pasa el casco. De nuevo están en la veloz motocicleta camino de regreso a la ciudad, y él disfruta nuevamente del abrazo cercano de June en su espalda, podría acostumbrarse a eso y ser feliz con ello. Ese pensamiento lo sorprende, es la primera vez que piensa en una chica y un rango de tiempo mayor a dos o tres días. Pero nuevamente, ella es especial.
De regreso en Tokio Shun se encamina hacia el barrio donde vive pero no entra al edificio donde queda su cuarto, sino que avanza tres casas y se detiene en una pequeña casucha destartalada, de baja de la motocicleta y camina ágilmente por entre un montón de chatarra hasta la puerta, golpea tres veces con los nudillos y abre la puerta un chiquillo de unos ocho años, mocoso y sucio, que apenas lo ve sonríe y salta repitiendo su nombre. Shun lo alza en el aire y el chico ríe fuertemente, y lo lleva hacia la motocicleta donde June aún está sentada. -Vamos Kiki, quiero presentarte a una amiga, ella es June-. Kiki la observa con detenimiento, y luego gira su cabecita y le dice algo en el oído a Shun, éste se ríe a carcajadas y le responde -tengo que concordar contigo en eso-. Kiki le tiende la mano a June y luego Shun le propone jugar a las escondidas. June no tiene otra opción que bajar de la motocicleta y unirse al juego. Juegan hasta casi el medio día, cuando Shun declara que Kiki debe descansar y comer algo, le entrega toda la comida debidamente empacada mientras le dice muy serio, entregándole una caja aparte -dale esto a tu madre cuando regrese, y no te comas sino esta caja tu solo, el resto es para después, si haces trampa lo sabré-.
El chiquillo recibe todo sonriente y se para como militar para demostrar que ha entendido, entra corriendo a la casa mientras se despide de June con un adiós energético y luego le saca la lengua a Shun. Él no puede más que reír con el gesto del chiquito, y mirando a June, que luce algo confundida, le explica -conocí a Kiki hace un año, mientras paseaba por el barrio en mi motocicleta, su balón cayó casi en mi rueda delantera y se puso como loco, quise acompañarlo mientras se calmaba y así me enteré que su madre debe dejarlo solo para ir a trabajar, cuando hay escuela es todo más fácil pero los días libres el chiquillo pasa todo el día solo en casa. Desde entonces paso a echarle un ojo, traerles comida o dinero. Su madre es muy trabajadora pero gana muy poco, y su padre nunca apareció cuando se enteró que iba a nacer-.
-Pobre chico, que vida dura, pero tú tampoco tienes tanto como para ser su benefactor- responde June algo confundida y preocupada, a lo que Shun le responde de inmediato -tengo más que ellos y necesito menos, siempre que gano algo de dinero en las peleas vengo a darles un poco, no podría comer o dormir en paz sabiendo que ellos pasan necesidades y yo no hice nada al respecto-.
June asiente admirada, este chico cada vez la sorprende más, parece duro al principio, pero en el fondo tiene un corazón noble y sensible.
En ese momento recuerda - Oye Shun, ¿que te dijo Kiki que estuviste de acuerdo?-, él no puede evitar reír de nuevo y contesta sin mucho interés - que eres demasiado bonita para mi-. June se sonroja pero lo disimula con una risa y de nuevo haciéndose la astuta responde -¿sabes?, también estoy de acuerdo-
Shun, ríe medio sin ganas, y queriendo cambiar el tema le sugiere que coman algo y ella acepta, pero le pide que luego debe regresar a la universidad, así que se dirigen a comer algo rápido y luego la deja en la entrada de las residencias. Ella se despide con un cálido beso en la mejilla y él queda volando en una nube después de todo lo que compartieron, cuando llega a su cuarto se recuesta en la cama, ya ni siquiera siente el dolor de los golpes, y se queda adormilado pensando en lo siguiente a lo que la invitará cuando se encuentren.Fin del capítulo 11.
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Un viaje al infinito
Teen FictionShun, un joven estudiante se enfrenta a una decisión importante en su vida, seguir sus sueños por su cuenta o encajar en la imagen de su padre, cumplir su rol y satisfacer a su familia, tal como lo hizo su hermano Ikki. Un viaje, mil ideas y una chi...