In my blood [Quil Ateara]

➤10; LA ORDEN.

Fred se había ido después de acostarme, solo dijo que volvería pero no cuanto tardaría. Aproximadamente se había ido hace como dos horas, sentía que el tiempo pasaba lento y empezaba agobiarme. Quería salir de aquí, no quiero estar encerrada conmigo y mis pensamientos. Me levanto de la cama decidida a salir y despejarme de todos los pensamientos abrumadores que tengo ahora mismo.
Me pongo una chamarra para cubrirme del frío de Forks, voy al primer piso y al estar en el solo los recuerdos del encuentro con Embry me llenan la cabeza. El llorando y yo gritándole que se fuera, que no quería verlo y mucho menos que estuviera allí. Respiro varias veces para intentar que no me dé un ataque de ansiedad, es mejor que salga de aquí.
Tomo mi celular que estaba justo al lado de las llaves de la casa y salgo de esta no sin antes poner llave, no quiero que otra vez alguien entre sin me consentimiento.

El aire fresco y frío me relaja un poco, sentir como mis mejillas se enfrían hace que me sienta un poco en paz.
Comienzo por caminar y tratar que la naturaleza de Forks me despeje un poco.

Con mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y mi cabello volando con el viento empiezo a caminar. Solo se escuchan mis pisadas, el crujir de las hojas y el viento, es lo único que logran escuchar mis oídos.
No llevaba ni 15 minutos de caminata cuando mi teléfono comienza a vibrar avisando que tengo nuevos mensajes, lo ignoro completamente y sigo con mi caminata, ahora no quiero ver y mucho menos saber de alguien. Esta vez caminó por otros 15 minutos más y por desgracia mi teléfono de nuevo vibra y esta ves son más mensajes así que lo sacó del bolsillo y lo enciendo para ver de que se trata o de quien.

7 mensajes nuevos de Max.

11:15 a.m. - ¿Dónde estás?
11:16 a.m. -¿Fred esta contigo? Espero que así sea porque paso algo grave.
11:20 a.m. -Responde.
11:30 a.m. -Dalia responde por favor.
11:31 a.m. -Estoy con Elias y no tengo buenas noticias.
11:31 a.m. -Si estas en casa quédate ahí, ya voy para haya y si estás fuera ve a casa en cuento antes, no es seguro que estés sola.
11:34 a.m. -Acabo de hablar con Damián y me dijo que esta cerca de tu casa, pase lo que pase no te alejes de su lado. Por favor Dalia, te lo pido. Llamaré a Fred para avisarle lo que ocurre.

Extrañada y un poco preocupada por esas mensajes no dudo ni un segundo para girar sobre mis talones y dirigirme a la casa como me lo indicó Max, si lo pidió es por algo. Apenas gire para retomar el camino a la casa cuando choco con algo duro y frío.

—Oh por dios. —Llevo una de mis manos a mi pecho donde siento mi corazón latiendo muy rápido por el susto que me acabo de dar. —¿Acaso nunca haces ruido cuando caminas?

Damian estaba justo al frente de mi, no se como nunca escuche ni un ruido que me dijera que el estuvo detrás de mi.

—Eres demasiada despistada en ocasiones. —Sonríe como si eso fuera algo tan absurdo.

Algo que me molesta demasiado de el es que es muy silencioso, casi nunca logro escuchar cuando se acerca a mi y eso me molesta ya que siempre logra sacarme un susto.

—¿Sabes qué fue lo que paso? Max me escribió y se veía muy preocupado. —Desvie el tema hacia algo mucho más importante.

—Mi padre se entero de algo que no debía y eso traerá problemas. Dio ordenes a sus hombres y están buscando a Fred.

—¿Por qué lo buscan a el? —Si antes era preocupante por lo que me escribio Max ahora lo es muchísimo más, ¿por qué querrían a Fred? —¿Hizo algo?