No me enamores...
No me enamores porque huyo. Tengo un temor tremendo a amar, perderme en tí. Caer en un vicio.
No me digas palabras bonitas como "mi amor", "princesa" o "mi vida". No prepares citas, ni cenas, no me traigas serenata ni busques baladas románticas, que me enloquezcan. No hables de mí a tus amigos o familia, ni pretendas mostrar interés por mis temas cuando te hablo. No leas los libros de los que te he platicado, ni finjas amar la música que escucho.
No te molestes en traer rosas a menudo. No compres regalos mágicos, que son tu costumbre, ni demuestres que te resulto interesante, si desapareces de mi vista.
No sonrías de esa manera tan linda, ni vayas a patinar en sábado a Chapultepec, en la hora que resulta ser la mía. No crees expectativas de un futuro juntos. No me lleves a conocer ese pueblito, con rincones secretos para la pasión fingida. No me hables de Sabines, Taibo y Benedetti, si no eres poesía. Ni siquiera me invites a los tacos o a las alitas que tanto me gustan.
No hables de tus planes, cancela incluirme en ellos. No me beses las mejillas, mis labios, el cuello, ni otra parte de mi cuerpo... Nunca hagas parecer que eres el hombre perfecto, si al final resultas ser el cabrón, que se va y me olvida. ¡Un pendejo!
*
Inicio...
Yo creía conocer el dolor.
Hasta que te conocí.
**
Me llamaste Roxana, pero tú jamás serás Sebastián
Años atrás, justo el día en que nos conocimos, me preguntaste, qué era lo que más quería en la vida. Te contesté, que deseaba ser feliz.
Tú, pusiste esa sonrisa que te caracteriza, me dijiste que alguien tan alegre, no podía desear algo que ya tiene; no dije nada, pero mi vida no había sido nada fácil. No hablaré de ella porque no los quiero abrumar; pero después de ese día los mensajes y llamadas nos llevaron a un lugar, una cama desatendida a besarnos en la intimidad. Yo Roxana, no había estado antes, con ningún hombre. Había experimentado y fantaseado, pero aún era virgen. Por el contrario, tú Sebastián, eras un chico un poco más experimentado.
Sin embargo, en el amor, no importa esa distinción. Esa noche hicimos el amor y mi inexperiencia obviamente, se hizo notar. Ahora que lo pienso, tú tampoco fuiste un experto. Pero eso no importaba.
Estábamos los dos. Almas ocultas que se deseaban encontrar. Fuimos uno, bañados en su jugo. Fuimos locos amantes de una noche. Fuimos lava ardiendo en deseo. Fuimos volcánicamente explosivos. Fui una bruja seduciendo con encantos; fuiste lobo desgarrando mi vestido. Fuimos todo para no ser nada, pero eso solamente tú y yo lo vivimos.
Han pasado las horas, los días, los meses y los años. Después de ese día de entrega y claridad. Yo decidí ser una dama. Tú seguiste siendo un patán. No volvimos a encontrarnos, ni volvimos a hablar. Yo creía eras mi todo, tú te fuiste sin decir nada al andar.
Un canalla, te creía. cuando descubrí que únicamente querías jugar. ¡Hoy te digo, y te aclaro!, Que ese día fui feliz, seguramente tú también lo fuiste, aunque supiste fingir.
***
123 días
La herida sigue ardiendo de rabia por tu abandono. Me siento una niña chiquita llorando por tu ausencia, temo tanto esta agonía. Me angustian los sueños de media noche donde apareces tan lindo, sonriendo mientras juegas con mi cabello.
Me sorprenden los recuerdos de tu presencia cuando visitó un lugar donde estuvimos juntos, me entristecen tantos planes que no se cumplirán. Me cuestionó con culpas sobre lo que yo hice mal, justificó tus acciones pensando que eran algo normal...
Sigo contando los días desde tu abandono, te voy buscando en todos los rincones de la ciudad. Te extraño en cada parque o restaurante que acostumbrábamos frecuentar. Pienso constantemente en aquel último beso que me prometiste dar; confieso que he tenido el deseo de sentarme afuera de tu departamento para probar ese cuerpo aunque sea por una vez más. Pero, me limito porque sé que ya no soy tu felicidad. De esta manera, dejo a otra saborear el placer de estar a tu lado; aun cuando a mí me siga doliendo, marcando, dañando e irritando tu ausencia. Sabiendo que en mí solo existe esa falta de dejarte ir.
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Escritos Para Quien Dice Conocerme
Chick-Lit"Escritos Para Quien Dice Conocerme" es mucho más que un libro; es un viaje íntimo a través de las complejidades del amor, narrado por la pluma y vivencias de Karis Terrés Barrón. En esta obra, Karis nos lleva de la mano a través de un emocionante r...