Escritos Para Quien Dice Conocerme

¿Fantasía o Locura?

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Entre libros e historias que jamás pasarán

Se me está yendo la vida entre libros e historias que jamás nos llegaran a pasar.

Aun cuando he creado un mundo para dos, con momentos mágicos que te deseo regalar, entiendo que eso nunca nos pasará.

Te he inventado una belleza singular, un atractivo del cual gente ciega opina careces en realidad; yo también me he hecho modificaciones, me volví una mujer un poco más valiente, segura, inteligente y especial; cualidades que espero te pudieran agradar.

Fabriqué una pequeña casita rodeada de grandes árboles; un rincóncito secreto de sueños que pensaba compartir con los tuyos y los míos, para llenarles de amor y paz. Quería
compartir con ellos mi café caliente y los libros especiales que a mí me han invitado a soñar.

Buscaba llenar con mi arte, mis colores, mi luz y mi caos nuestras vidas. Quería llenarte de mí y yo llenarme de ti, aun sabiendo que nunca lograría saciar las ganas que a diario siento por ti.

Imaginé veladas románticas, tiernas e inocentes, así como noches salvajes, apasionadas y locas que me ayuden a controlar el deseo que siento por ti.

Nos imaginé varias tardes sumergidos en una bañera volviéndonos locos de pasión.

Me vi con una familia; con muchos hijos, todos diferentes, pero cada uno siendo especial. Me veía jugando a ser su madre; ganando su cariño e invitándome a participar en la experiencia de amar.

Te veía como un cómplice, amigo fiel y amante deseoso. Nos veía tan unidos; con tus planes y los míos, con tu éxito y mi esfuerzo, ambos creciendo. Me observaba aprendiendo de ti y te imaginaba aprendiendo los secretos de la vida que un día yo descubrí. Nos contemplaba envejeciendo juntos, aceptando nuestros defectos y planeando nuestro futuro. Nos proyectaba convirtiéndonos en sabios, tan llenos de canas.

Te veía morir, siendo ese mi día el más infeliz, y me contemplaba extrañamente como ahora lo hago, en este momento que tú no estás a mi lado. Pero, me consolaba el recuerdo de los momentos vividos. Me imaginaba con tus hijos visitándome con cariño hasta el día que decidiera partir. Muriendo feliz y deseosa de encontrarme contigo en otro camino, en otra vida; en el cielo o donde fuera, volviendo a tu lado para estar por siempre juntos.

Pero tú y yo somos una historia de esas que vale la pena contar, para que otros la lean y mueran de amor, lloren, sonrían o enloquezcan, sabiendo que esta vida solamente existe en tinta y papel.

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Lunes de fantasear

Cambiemos el planeta. Démosle a este mundo lo que necesita: un poquito más de amor; sonrisas por las mañanas, locura y pasión. Lleguemos a nuestros trabajos con la ilusión de niños por ser policías, bomberos o astronautas.

Disfrutemos de nuestro almuerzo como en los recreos de primaria donde un Danonino, unas galletitas y unos Panditas bastaban para ser feliz.

Disfrutemos del camino en el metro y juguemos a entrar a ese pequeño espacio tan diminuto —tan sudado y perfecto—que nos ayudará a ser puntuales y cumplir las reglas del trabajo. Juega a ser un agente secreto que necesita lograr una misión más que imposible: llegar a las 10:00 a.m. a trabajar y cruzar media Ciudad de México entre caos y empujones.