Mi Dulce...Mi Dulce Bella Muerte (TERMINADA)✅

17: Guerra En El Inframundo

La Tierra se sacudía, los súbditos gritaban y los Dioses... No entendían que pasaba.

-¿Pero como se te escapó? - preguntaba La Noche.

-Es muy fuerte para liberarse, pero mi Reino es demasiado peligroso, ¿Cómo rayos pasó toda esa lava que está en mis celdas?

-Como sea hermano, tenemos que sacarlo del reino de mi esposa.

La Catrina asintió. Los dioses se fueron a sus reinos para alistar sus caballos y a sus guardias. Xibalba preparó a sus guerreros más fuertes incluyendo a Alejandro y Alexa, los guerreros más fuertes de la Tierra de los Olvidados, La Noche alistó a sus caballos negros y a guardias de piedra, La Catrina y El Chamuco se estaban ayudando, estaban alistando a los caballos y a los soldados.

Una vez que todos terminaron se juntaron en el Reino de La Catrina, todos los súbditos de La Catrina temblaban de miedo como en La Tierra de los Vivos ante Chakal. Xibalba gritó para llamar la atención.

-¡Gente de La Tierra de los Recordados! - la gente lo miraron - yo como el rey de la Tierra de los Olvidados, Xibalba... quiero que escuchen con atención. Todos vayan a refugiarse en el castillo de La Catrina y tú mi amor mío... - la miró - ve con ellos.

-¡Espera! ¿Que? - preguntó La Catrina.

-No quiero que te lastimen.

La Noche y El Chamuco ayudaron a los súbditos, El Hombre de Cera se fue con ellos.
Xibalba empujó con delicadeza a su esposa hacia la puerta de su castillo pero ella frenó.

—¿Porque no puedo ayudar? — se cruzaba de brazos su esposa.

—Porque tu gente te necesita, necesitan a su reina.

—Pero quiero ayudarlos, quiero que mi gente este bien al igual que mi Reino, si necesito morir aunque ya lo este...lo voy a hacer.

—No y es punto final.

La Catrina se rindió por completo, ella se fue al castillo pero antes se acercó a su soldado.

—¡Jorge! — gritó — ¡Pon sus caballos en guardia y deme una armadura!

Al escuchar el final, Xibalba miró a su esposa con una cara de horror, se acercó hasta ella para agarrarla de lo hombros.

—¿Que es lo último que dijiste?

—Lo que escuchaste Xibalba, ayudaré a mi Reino cueste lo que cueste.

—No lo vas a hacer.

—¡Y porque no!

—¡Porque no te quiero perder Catrina!

Xibalba agachó su cabeza con tristeza, La Catrina se sorprendió al escuchar eso.

—Ya te perdí una vez con la apuesta y no te quiero perder por una guerra.

La Catrina alzó la cabeza de Xibalba, se ha apuesto a llorar. La Catrina le sonrió con ternura aunque también tenía esa mirada con tristeza y lo besó, esté se sorprendió y correspondió al beso.

—Pero yo tampoco te quiero perder, no quiero que te hagan daño. Eres mi único amor y lo sabes Balby... si tendré que morir o lastimarme lo haré en honor a mi Reino, hacia todo el inframundo incluso hacia la Tierra de los Vivos.

La Catrina abrazó a Xibalba con fuerza, esté podría ser el último abrazo para estos dioses. Xibalba lloró aún más, ella empezó a reír y acarició su espalda.
Le entregaron la armadura a la bella dama y se dirigieron hacia la entrada del Reino de los Recordados.

A lo lejos se podía ver una silueta muy grande con su arma que peleó con el torero y el héroe, su espada de tiburón pero con más potencia. Los cinco reyes miraban a Chakal con terror.