ACTO: I

703 51 8
                                    

      Acto: I

¡Fuego! Esta es la palabra correcta para definir lo que siento, cada vez que me mira con esa mirada ambarina profunda y la misma vez fria.

Soy Kagome Higurashi una mujer feliz mente casa o por lo menos eso piensan los demás incluyendo mi marido Inuyasha Taisho, un empresario que parece estar más casado con su trabajo en lugar de conmigo. Por unos años estuvimos bien, todo era amor, pasión etc pero con el pasar del tiempo la vida marital se torno aburrida; siempre lo mismo, la misma rutina. Mi marido no ayudaba en nada, cuando estaba en casa solo se encerraba en su despacho a terminar el " trabajo que no pudo en la oficina". Por 2 año aguante, pensaba que era normal en fin era un hombre muy ocupado, yo lo habia elegido tenia que chuparne ese limón...Nada era como me lo imagine. Cuando estabamos de novios él era diferente, era : atento, amoroso, romanrico, detallista; siempre al pendiente de todo en cuanto a mi pero, una vez casados con en el tiempo todo se fue por el caño, que vida tan cutre la mia.

Asi que un buen dia me levante y me dije a mi misma parada frente al espejo - Mi misma ya esta bueno ya, tú no puedes estar así, si la montaña no va a Kagome, entonces Kagome ira a la montaña- con fime convicción sali de mi recámara esa mañana, tenia planeado hacerle un almuerzo a mi marido y llevárselo al trabajo, así  que me dispuse a prepararlo; después de un buen rato todo estaba listo, me di una ducha cambié mi ropa y me dispuse a salir.

En unos 30 minutos ya estaba en la empresa de mi esposo, tome el ascensor y rapidamente llegue al ultimo piso donde se encontrana su oficina, kikyou la recepcionista no se encontraba en su lugar de trabajo, no me parecio extraño tal vez habia salido así que me dispuse a ir al despacho de  mis esposo, la puerta estaba entre abierta y escuche risas de mujer y unos murmullos; me acerqué muy sigilosamente  a la puerta... Acto seguido mire a mi flamate esposo con la hija de ¡perra! de la recepcionista sentada en arcadas en su regazo. Mis ojos se abrieron como platos, tuve  que tapar mi  boca para no gritar y hacer uso de todo mi auto contro para no entrar y matar a esos dos. Que estupida me sentí ahí parada con el almuerzo para el infeliz de mi marido, mientras él se follaba a su recepcionista.

¿Qué si me dolio? Claro que me dolió y mucho 3 años de mi hermosa juventud perdidos, por que eso era lo que teníamos de casados, 3 años.

Sali de ese lugar lo más pronto posible no aguantaba las ganas de llorar, estaba que explotaba de rabia y no queria que nadie me viera asi, por suerte no había casi nadien en las oficinas puesto que era medio dia.

Una vez que sali fui lo mas lejos poble, llegue hasta un parque y ahí  dercargue todo mi llanto -¿por qué? ¿Por qué a mi? - Me cuestionaban yo no habia sido una mala esposa, era atenta, cariñosa, responsable en las cuestionesde hogar, entonces ¿ por qué  maldita sea, me pasaba esto a mi? No habia razón alguna. Pase la mitad del dia cuestinando mi comportamiento, analizando en que habia fallado  y si, encontraba uno que otro detalle pero, no tan grave como para que mi marido me montara los cuernos... Que tristeza y que perdida de tiempo.

Caminé por mucho tiempo no se cuanto, y de pronto me di cuenta de que estaba cerca de casa, mire mis manos y aun llevaba en almuerzo que habia hecho para mi marido, mire un contenedor de basura y ahi lo arroje.  Llegue a casa, mi bonito hogar, valla hogar de porquería; subí las escaleras y entre a mi habitación, mire la cama esa cama que por 3 años compartia con él la cual fue testigo de muchas noches y dias de amor y pasión, ahora entendia por que de un tiempo para acá eso no sucedía, mis lágrimas rodaron por mis mejillas nuevamente, sentia un dolor profundo en mi corazón, mi estómago estaba revuelto; a mi mente venian aquellos momentos lindo que habia vivido junto a él y esa imagen de él y su amante, con mi corazón destrozado lloraba amargamente, acostada sobre un sofa, en posición fetal ahi estaba yo.

TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora