ACTO: VIII

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Los cristales rotos no se pueden pegar, entre tu y yo ya no hay un nosotros tan solo hay un disfraz" (cristales rotos. Norykko)

(Kagome)

Antes de regresar a la fiesta, entre aun baño, necesitaba retocar mi maquillaje, no me creia lo que habia hecho, rei mucho, estaba satisfecha eso le enseñaria al ese tal Sesshomaru a no meterse conmigo, a esos hermanos Taisho hay que darle su lección, repaire profundo y sali, me uni nuevamente a la velada, rode la vista buscando a Inuyasha pero no lo vi por nungun lado, en donde se habia metido, uno de los meseros se ofreció una copa de champaneg, la verdad era que necesitaba algo fuerte pero me conforia con esto...

Inuyasha no aparecía asi que pregunte a uno de los invitados si lo habia visto, este me dijo que lo habia visto salir hacia afuera, asi que me dispuse a ir por dende me habian idicado (Mala idea) sali hacia los jardines del hotel -¿En donde estara este hombre metido?- me preguntaba. Camine un poco más y empese a escuchar ruidos,me acerqué mas hasta llegar a varios tinglados, me acerqué aun mas con sigilo, lo que vi me dejo helada.¿ Alguna vez han al quebrado algo que ya estaba quebrado? Imaginen por un momento como queda, pues si quedo mi corazón destrozado... Ya lo habia visto pero volverlo a ver fue el golpe de gracia para mi, una vez mas surgió el dolor, la pena, la tristeza pero con ella tambien la rabia, la amargura, el odio; la ¡la venganza! Si el algun momento dude de no hacerlo, ahora era mas que un hecho; no llore como aquella vez, me lo trague, no les daria el gusto. El ver a Inuyasha intimando ese tinglado una vez más, sin importarale que yo estuviera serca me ratifico que no vale nada que haciendo uso de cualquier medio lo hundiría, ya no más niñita tonta.

Estando alli parada y aun sumida en mis pensamientos, una voz familiar me saca de ellos. -Valla esposo el que tienes.- escuche en tono burlon, al girarme era Sesshomaru, lo fulmine con la mirada, y sin decir nada pase de él, solo queria salir de ahi y lo hice tan rapido como mis pies me lo permitieron. -¡Espera!-  le escuche decir.-¿Que quiere Sesshomaru?- dije con tono exasperado. -¿Si quieres, puedo ayudarte a que lo aruines?- dijo con una ladina y macabra sorisa. No me sorprendió que lo dijera y a fin y a cabo eran enemigos. -¿Supongo que ayudandome, ganaras algo?- pregunte.  El sonrió, mostrando su prefecta dentadura sin decir nada, era más que claro. -No gracias- repondi. -Vamos Kagome acepta, ganaremos los dos- dijo acercándose y tomandome del meton.-Puedo y quiero ayudarte.- azuzo suavemente,su mirada destellaba un brillo perverso, pero seductor. - Muy bien acepto- respondi ¿ Que pidia perder?. -¡Excelente! Solo hay algo que arreglar- canturreo con malicia en su voz. Lo mire con expresion dudosa ¿Aque se referia?. - Tu y yo tenemos un detallito pendiente.- dijo. Y tomandome de brazo practicamente me arrastro hasta una de las habitaciones. Cerro la puerta tras si con cerrojo y se plato frente a mi, se saco el saco de su traje a medida y lo arrojo a un sillón  y la corbata pero,esta permaneció en su mano. -¿Recuerdas Kagome?- pregunto, jungando con el pesazo de tela. ¡Hay madre! ¿Que estaba pensando este hombre?. Se me fue acercando y por cada que el avanzaba yo retrocedia dos, pero no puede hacerlo más la cama me freno el paso. Me empujo en la cama. -¿Que haces?- cuestine en un susurro. Sin decirnada subio en sima de mi quedando en arcadas. -Mi querida cuñada vas a prender a no jugar conmigo.- azuzo con voz grabe. Mi piel se eriso por completo, por alguna extraña razon esa acción de su parte me excitada, estaba hipnotizada en esos ojos dorados que destellaban lujuria. Tomo mis mano llevandolas a la altura de mi cabeza, forcejee pero no pude evitarlo, y con  la corbata hato mis manos al cabezal de la cama. Se acerco a mi oido, senti su aliento calido. -Te haŕe mia- dijo en un tono muy seductor, cerre mi ojo, me estremeció por completo, pase saliva, aun con mis ojos cerredo senti como sus labios se posaban en los mios, lentamente comenzo a mover los suyo en pequeños toques, toque volvieron el beso más demandate e intenso. Se detuvo y empezo a bajar la cremallera de mi vestido, situada a un costado de este. -N...no- proteste. Él me miro intuitivamente -¿De verdad piensas que me detendre? No cuñadita esto lo culminamos hoy- azuzo. Y sin que pudiera hacer nada saco mi vestido, quedo en ropa intima, de la cual tambien se desiso, senti su peso sobre el mio y sencillamente me dedique a sentir como besaba, mordisqueaba mis pechos y cada parte de mi cuerpo, frenéticamente, se apodero de sexo lamiendo y subsionando magistralmente aquel boton rosa, que me enloquesia, mientras que invadia con sus dedos mi cavidad; yo solo gemia y arqueaba mi espalda a causa de aquel placer, y cada cuanto que esta cerca de mi climax él se detenía era una maldita tortura.-Ya por favor- susurre en tono suplicante, mi cuerpo no aguantaba más tanta presión, necesitaba librarse. -¿Vez cuñadita, lo que se siente? - susurro en mi oido, mientras mordia mi lóbulo dolcilmente y sonrio.

Me miro fijamente, pero esta vez note suavida en su mirada y sin apartar su mirada me pentro, sentia como  su miembro erecto invadia mi intimidad, se aserco y me beso; miemtras marcaba el ritmo en las embestidas, yo me acoplaba, sentia cada parte de mi cuerpo extremecer, no se que momento solto mis manos solo se que me encontre abranzandolo y delineando su amplia y bien trabajada espalada, las embestidas se hicieron más rapidas y profundas; la habitación se inundó de nuestro quegidos y gemidos, sentia cada vez más serca mi climax, el sentirlo dentro era otro nivel... una ola de calor invadio mi cuerpo y esa corriente erizo mi piel, lo estreche entre mis brazos, el gemia con voz ronca y uniendo nuestros labios en un intenso beso estallamos en el más intenso placer. Las embestidas de Sesshomaru ase hicieron mas lentas a medida que se derramaba dentro mi. -Eres mia- dijo con voz firme y más que una declaración era una afirmación...

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