Acto: XII

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Habian paso 2 meses desde que la empresa de Inuyasha, paso a ser parte del dominio de Sesshomaru Taisho como sucursal de Taisho Internacional, Companin. Sesshomaru habia excluido casi en su totalidad la participación de su medio hermano menor en esta y hasta ese momento habia mantenido la "noticia" fuera del alcanse de Kagome, pero como profesa el dicho "nada hay oculto entre el cielo y la tierra" o mejor siempre hay un chismoso.

Kagome llega a la mansion Taisho hecha una furia y se direje al despacho del peliplata mayor, en este  encuentra a un Sesshomaru muy tranquilo de la vida, relajado sobre un sofa de cuero negro. Kagome azota la puerta y se plata frente a él.

-¿Asi que yo tambien soy parte de tu maldita venganza? Sesshomaru- el peliplata abri lo ojo que hasta ese momento los mantenia cerrado y la miro fijamete, con seño estaba frunsido y su rostro mostraba la mas absoluta seriedad. - ¿Por eso te acercaste a mi? ¿Por eso te has hecho de la empresa de Inuyasha? Por una estupida venganza- dijo exasperada la azabache, su rostro mostraba dolor y sus ojos estaba cristalizados.  
-¿Quien te ha contado eso?- pregunto el platinado serenamente, aun que algo tenso por la palabra de la  mujer. 
-Eso no viene al caso, solo lo se- dijo en tono bajo, sin apartar la mirada del hombre. Sesshomaru se levanto del sofa, se acerco cortando la distancia aun más, acuno en sus manos el rostro de la azabache y sin inmutarse contesto. -Si. Es mi venganza- el rostro de la mujer padeció al escuchar esas palabras.

Kagome.

"No me podia creer lo que me estaba diciendo. Entonces todo lo que me dijo ese hombre, era cierto,solo era parte de una siniestra venganza...

¿Que pasaba con todo lo que habíamos vivido hasta el momento, yo me creí todo lo que  me dijo; creí en sus caricias,su besos en como me miraba, en el amor que me proclamaba. Me quiero morir, en estos momento quisiera que me tragara la tierra o cual quier cosa. ¡No quiero estar aquí! Esto duele, duele tanto... siento como me quemo viva por dentro.

Pronto me di cuenta de que corria y corria como si mi vida dependiera de eso   lo hice hasta que mis pernas no me dieron más, y caí de rodillas al suelo -"Sesshomaru"- musite llorando. Ni la traicion de Inuyasha me había dolido tanto con el saber el juego de Sesshomaru. Estaba muerta en vida...

"Pero tu no Mi Kagome"

TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora