𝐓𝐑𝐀𝐃𝐔𝐂𝐓𝐎𝐑 ── finn wolfhard

-ˏˋ 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 ˎˊ-

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❝ ¿QUIERES SER MI NOVIA? ❞

─ ¡Nunca más me subo a una cosa así! ─ exclamé mientras respiraba profundamente. Subimos a una atracción que subía hasta poder mirar literalmente todo desde allá arriba y después te tiraba de golpe.

Mi corazón latía re rápido, puedo jurar que casi me muero ahí arriba.

─ no seas exagerada. ─ rodó los ojos Finn mientras sonreía.

─ ¿Me lo decís a mi? ¡Tu gritaste más que yo! ─ exclamé. Se la paso gritando desde mucho antes de subir.

─ ¿Yo? Nunca. ─ negó.

─ ajá, si claro. ─ rodé los ojos. ─ ¿Que hacemos ahora? ─ pregunte.

Finn trago saliva duramente, lo sabía porque ví como su manzana de Adán subió y bajo en su garganta, se le re notaba y eso me encantaba, su cuello me encanta, todo el me encanta.
─ Si q-quieres podemos ir a la rueda de la fortuna. ─ sugerio nerviosamente. ¿Que le pasaba?

─ está bien. ─ acepte, no me gustaban las alturas pero si el quería subir yo iba a subir. ─ Vamos. ─ tome su mano y tire de el.

En todo el tiempo que pasamos acá nos agarramos de las manos y nos dábamos besos, sin ninguna otra intención. Estaba feliz, el era mi primer ¿Novio? Lo que sea. Era mi primer chongo y estar así con el me hacía feliz.

Vine a Canadá pensando que iba a ser una antisocial como en Argentina pero no, hice amigos y me enamore de un pibe.

Hicimos la fila para subir a la rueda mientras nos contábamos chistes y nos habíamos bromas. El estaba nervioso y no sabía porque carajos lo estaba, pero no le pregunté.

─ ¡Casi me olvidó! ─ exclamé cuando me acordé de lo que iba a hacer. ─ te tengo que dedicar una canción cuando lleguemos a tu casa.─ avisé y el sonrió.

─ ¿Una canción? ¿Tu cantas? ─ preguntó.

─ No, no canto, pero te voy a mostrar una canción. ─ dije divertida.

─ está bien. ─ acepto, después de unos minutos nos subimos a los asientos, estaba atardeciendo y eso lo hacía más lindo.

Finn me agarro de la mano y le dió un beso. Es re romántico y se lo agradezco, nunca nadie había sido romántico conmigo. Me encantaba.

Cuando llegamos a la parte de arriba y la rueda se detuvo, Finn suspiro.─ eh, _____.─ me llamó.

─ ¿Que pasa? ─ le pregunté. ─ estás pálido, ¿No te gustan las alturas? ─ tal vez era eso, y por eso estaba nervioso.

─ N-no, no es eso. ─ contesto. ─ yo- te conozco hace unos meses, y realmente me gustó pasar este tiempo contigo, me acostumbré a salir contigo, a tus ideas, a tus comentarios en español, a tus cosas, me acostumbré a ti. Durante este tiempo me confundiste demasiado, no pensé que sentirías algo por mi hasta que te bese, nos besamos, después de eso todo cambio, nos besamos pero éramos solamente amigos y eso me mataba, yo quería ser otra cosa, algo más. Cuando regresaste a Argentina y no me avisaste me asusté, pensé que te habías ido para siempre, fui a tu casa pero no estaban, los vecinos no sabían nada y te llamaba y no contestabas, pensé que no te iba a ver más, pero cuando contestaste mis mensajes y mi llamada el alma me volvió al cuerpo, me quede tranquilo sabiendo que ibas a volver, me lamente no estar contigo abrazándote en ese momento tan difícil y diciéndote palabras de consuelo. A lo que quiero llegar de todo esto es que te amo ¿Si? ─ dijo. Mi corazón latía rápido y podía sentir mi cara roja. ─ y yo me preguntaba...¿Quieres ser mi novia?

¿Que se dice en estos casos? Soy tan virgen en esto que tengo miedo de cagarla con el, ¿Me gustaba? Me re gustaba el, de eso estoy segura. Estaba nerviosa pensando las palabras correctas para contestar que si, pero quería hacerlo más romántico, como el lo hizo.

─ eh, bueno ─ suspiré ─ Cuando choque contigo aquella vez pensé que solo te iba a ver esa vez solamente, pero no, realmente me sorprendió cuando me pediste mi número de teléfono, es decir ¿Yo? ─ conté. ─ después de unos días te ví diferente, no te tomaba como un amigo si no como un chongo y la verdad me gustaba cuando nos besábamos, me gusta, tú me gustas, tu pelo, tus ojos, tus pecas, todo de ti me gusta. Y realmente me sorprende tu pregunta, nunca tuve novio y nunca me había pasado estas cosas como me pasan contigo. ─ termine de contar, el estaba sonriendo y sonrojado.

─ ¿Entonces quieres ser mi novia? Porque yo si quiero ser tu novio. ─ se acerco a mi.

─ si que quiero ser tu novia, pensé que había quedado claro. ─ respondí con una risa y lo abrace.

─ gracias ─ susurró.

─ ¿Por qué gracias? ─ pregunté.

─ no lo sé, simplemente gracias. ─respondio y me beso.

Este día es lo mejor del mundo.

[...]

- ¿Cuál es la canción que querías dedicarme? ─ pregunto mientras se sentaba en su cama.

─ está, espera. ─ le dije y el asintió, agarre mi celular y la busque en Youtube.

La canción empezó a sonar y reí. ─Amigo sabes acabo de conocer, una mujer que aun es una niña
Sabes tiene los 17 aun, es jovencita y ya es mi novia
Amigo sabes acabo de conocer, una mujer que aun es una niña
Sabes tiene los 17 aun, es jovencita y ya es mi novia.

Finn rió ─ ¿Que? Sabes que no entiendo español. ─ exclamó.

─ sh, ahí viene la mejor parte. ─ lo callé.

─ Amo su inocencia, 17 años
Amo su errores, 17 años
Soy su primer novio, 17 años
Su primer amor ─ baile al ritmo de la canción con pasitos wachiturros.

─ Amo su inocencia, 17 años
Amo su errores, 17 años
Soy su primer novio, 17 años
Su primer amoooorrr ─ cante junto a la canción. Finn solamente reía al verme bailar y cantar.

La canción termino y Finn soltó una carcajada. ─ muchas gracias por tu serenata pero...¿Que significa esa canción? ─ pregunto.

─ ah, no se. ─ le guiñe un ojo. ─ se llama 17 años ─ dije. ─ me tengo que ir, mi mamá necesita ayuda para la cena. ─ le dije y el hizo un puchero. ─ mañana creo que viene alguien a festejar con nosotros, no lo sé. ─ le dije, tenía mis sospechas pero no sabía quién podía ser.

─¿Quieres que te acompañe a tu casa? ─ pregunto.

─ No, está bien, gracias igual. ─ le di un pequeño abrazo. ─ mándale saludo a los chicos. ─ le di un pico y me separé. ─ adiós Finn.

─ adiós linda. ─ saludo, salí de su habitación y me encontré a su mamá en el living limpiando.

─ adiós, señora Wolfhard. ─ saludé.

─ ¿Ya te vas? ─ pregunto, yo asentí. ─ uh, que pena, los chicos vendrán ahora. ─ dijo.

─ no importa, disfrute mucho estar con el hoy, nos vemos. ─ saludé con un beso en el cachete.

─ hasta luego linda. ─ saludo cariñosamente. ─ puedes decirme Mary, por cierto.

Yo sonreí y salí de la casa. Mi mamá me va a cagar a pedo.